


Agradable hotel en pleno centro, con todo el confort de un Best Western. Habitaciones dobles con edredón y bien equipadas. Un cierto encanto.
Agradable hotel en pleno centro, con todo el confort de un Best Western. Habitaciones dobles con edredón y bien equipadas. Un cierto encanto.
Este hotel se encuentra en la frontera entre los distritos 2, 3 y 10. Por lo que está bastante bien situado, entre République, Châtelet y los Grandes Bulevares. Las líneas 4, 8 y 9 del metro pasan a unos pocos metros y permiten llegar prácticamente a cualquier atracción turística de la capital. La Torre Eiffel, Trocadero, así como Notre-Dame y la Bastilla, están a sólo unas paradas de metro. Un problema derivado de esta ubicación estratégica, con el bulevar Sébastopol al pie del hotel, es que el tráfico incesante de coches, autobuses y camiones no da tregua.
El hotel cuenta solamente con habitaciones dobles. Aunque las amplias habitaciones dobles situadas en la esquina del edificio se pueden transformar en triples si se añade una cama de más. El hotel no está especialmente adaptado para familias. Independientemente de sus dimensiones, no existe ninguna categoría de lujo ni, por lo tanto, de precios para las habitaciones. Así que, por el mismo precio, podrás encontrarte con habitaciones dobles bastante grandes o más bien pequeñas. La decoración de las habitaciones es sencilla y cuidada. En todas encontrarás el mismo confort y el mismo mobiliario de madera clara, de contornos redondeados, que les confiere una elegancia clásica. La única diferencia entre las habitaciones radica en el color de las paredes, que puede ser claro y moderno, o rojo, más tradicional y acogedor. Los cuartos de baño son más originales, ya que son diferentes en cada habitación. Todas las habitaciones disponen de pantallas planas, bandejas de bienvenida, minibar y acceso wifi gratuito.
El hotel está muy cuidado. El vestíbulo se compone de un agradable salón, acogedor y cómodo, provisto de sofás y de un ordenador. Esta estancia, con vistas al bulevar, cuenta con la ventaja de disfrutar de luz natural durante el día. Un defecto entre tanto halago es que la sala del desayuno está situada, como suele ocurrir en París, en el sótano del edificio. Es bastante pequeña aunque, para compensarlo, está poblada por hermosas mesas adornadas con manteles que le confieren cierto encanto. El trato es excelente.
salón de belleza
tenis
El Austin's Art et Métiers es un hotel que, a pesar de su gran sobriedad, te espera para brindarte una acogedora bienvenida, a solo unos pasos del bullicioso barrio de Marais.
El pequeño hotel Ecole Centrale, agradable y colorido, situado en el barrio histórico del Marais, te proporcionará un alojamiento cómodo en una calle tranquila aunque cercana a todos los lugares de interés de París.
El pleno corazón del Marais, el Hôtel des Archives te recibirá cómodamente durante tu viaje turístico.
Al Vieux Saule no se viene para quedarse en sus habitaciones estrechas sino para disfrutar de su calma, tras un recorrido por el Marais cercano.
El hotel Jacques de Molay, un auténtico hotel con encanto en pleno corazón del Marais, apuesta por su sala de reuniones y su espacio de bienestar para atraer a los que viajan por negocios.
Un hotel cargado con la historia del barrio
El Petit Moulin es un hotel íntimo, regentado por una mujer que lo ideó con mucha originalidad. Además de dormir, en el hotel podrás impregnarte de un ambiente cálido y aterciopelado. Entramos en un concepto decorativo donde todas las habitaciones son diferentes. Los colores y materiales crean contrastes visuales de lo más agradable.
Un hotel en pleno corazón de París, rodeado de barrios muy animados. Todas las habitaciones del hotel están decoradas en tonalidades diferentes. Algunas de ellas tienen un aspecto algo anticuado. Así que te recomendamos que, dado que hay dónde escoger, veas varias para encontrar la que se adapta más a tus gustos. El trato es muy agradable.
Estamos ante un hotel de elegancia francesa y en el que no se tolera ninguna copia ni reproducción. El Bristol forma parte de los pocos hoteles de lujo parisinos que pertenecen a una familia europea (alemana) en lugar de a las grandes familias asiáticas o de los Emiratos Árabes Unidos. Elegante, distinguido y refinado, el Bristol antepone la calidad y la autenticidad de los objetos y materiales. Su restaurante gastronómico atrae a una clientela exigente y amante de la cocina de alta calidad.
El George V hace parte de los palacios parisinos más prestigiosos de la ciudad. Unos pasos dentro el establecimiento son suficientes para darse cuenta que entramos en un hotel donde lujo, perfección y voluptuosidad son la regla. Habitaciones de princesa, salones impresionantes, restaurante el que guía Michelin ha otorgado una estrella, no falta nada al George V para satisfacer a los clientes más exigentes. El diseñador de interior Pierre Yves Rochon se encargo en 1997 de reformar en totalidad el edificio, desde entonces sigue mejorando la decoración de acuerdo con el estilo XVIII siglo.
El último de los palacios parisinos abrió sus puertas el 1 de agosto de 2014. La elegancia y la sofisticación francesa casan a la perfección con el refinamiento asiático en un magnífico edificio de 1908. He aquí el primer establecimiento del grupo Peninsula en Francia y Europa.
Hicieron falta cinco edificios Haussmann para dar vida al Park Hyatt Paris Vendôme, el primer hotel de lujo de la capital concebido con un estilo contemporáneo. En este hotel, la comodidad, la elegancia y un servicio impecable se unen a un diseño más joven y moderno.
Un establecimiento de alta categoría ideal para personajes famosos y estrellas de cine que busquen un poco de discreción. La Réserve Paris se preocupa por la confidencialidad. También se organizan eventos privados.
El Meurice es uno de los mejores establecimientos de París. Su decoración contemporánea y típicamente parisina es obra de Philippe Starck y su hija. Se trata de un lugar exclusivo: el restaurante principal del hotel, Le Meurice, está dirigido por el chef Yannick Alléno, que ha recibido 3 estrellas. No hace falta decir que es uno de los puntos culminantes de la estancia en este hotel. Su ubicación es ideal, justo delante del Jardín de las Tullerías. Las habitaciones están decoradas con gusto y el servicio es impecable.
El W Paris - Opéra finalmente abrió sus puertas el 28 de febrero de 2012. Así, la marca de Starwood ligada a la moda y a las tendencias se asegura un establecimiento de prestigio en París.
El hotel, situado en un edificio del siglo XIX, salta a la vista. Diseño y modernidad se combinan junto con un toque conceptual. Mejor pedir explicaciones al diseñador, ya que es difícil captar el mensaje de otra forma; aunque está claro que el W Paris-Opéra gira alrededor de un tema: The Spark. El establecimiento se define en este "centelleo", creando una unión ficticia entre el primer hotel de Nueva York y su hermano pequeño parisino.
En el corazón de la ópera, el W ya cuenta con los amantes de la marca y espera que el boca a oreja lo convierta en the place to be del barrio, junto con su restaurante y su bar.
Como anuncia el propio eslogan, este hotel es "Votre adresse à Paris" (Tu establecimiento en París): de hecho, no existen demasiados lugares como este en la capital. La diferencia entre una estancia agradable y una memorable reside en los detalles y, sin lugar a dudas, recordarás con emoción tu paso por el Vendôme. Nada más entrar, te recibirán unos porteros tan sonrientes que te sentirás como si fueses el cliente más importante del hotel. Tanto si vas por negocios como por turismo, este hotel boutique satisfará todas tus necesidades con estilo y elegancia.