


Un establecimiento excepcional en un barrio animado.
- Cultura
- Fiesta
- Encanto
- Corazón
Un establecimiento excepcional en un barrio animado.
El hotel da a la frecuentada rue La Fayette. En las cercanías encontrarás numerosos comercios y, a sólo cinco minutos a pie, llegarás al animado y noctámbulo barrio de Grands Boulevards, famoso por sus pintorescos pasajes parisinos, sus bares, restaurantes, cines y discotecas. Aunque muy animada, no deja de ser una zona segura. El Cabaré Folies Bergère también está muy cerca. Desde el hotel, podrás iniciar la subida a la colina de Montmartre. Estación de metro más cercana: Le Peletier.
Las 101 habitaciones del establecimiento se dividen en cuatro categorías: Estándar, superior (la gran mayoría), deluxe y suite junior. La decoración es de estilo vintage, con mobiliario de segunda mano, o contemporáneo. En cualquier caso, es muy bonita y original. En las habitaciones superiores, el espacio es correcto, aunque no excepcional. La climatización es individual, el minibar está lleno y tanto la conexión wifi como la caja fuerte son gratuitas. El servicio de habitaciones funciona hasta las 23:30 h. Algunos cuartos de baño tienen ducha y otros bañera. Los precios se sitúan en la franja alta de su categoría.
El hotel, cuyo nombre hace referencia a la película de los años 50-60 "Jules & Jim", está ubicado en un bonito edificio parisino y su entrada se anuncia en el exterior por toldos de color claro. El vestíbulo es amplio y de inmediato sentirás el ambiente agradable y distinguido. La decoración es excepcional, con un mobiliario, unos espejos y una iluminación que harán del trayecto hasta el mostrador de recepción un viaje en sí mismo. El bar está abierto desde las 07:00 h hasta las 23:30 h y puedes tomarte un refresco o una copa. La sala del desayuno está en el sótano, es muy bonita y está bien decorada. Los clientes también tienen a su disposición una sala de fitness, con una bicicleta y una cinta. Hay un aparcamiento público de pago a 300 metros.
Como la mayoría de hoteles parisinos, el Jules no tiene restaurante. La sala del desayuno está situada en el subsuelo, lo cual no es ideal, pero muy común en los hoteles de esta ciudad. Su estilo recuerda el de los bares americanos de los años 50, algo parecido al "autogrill" en versión más elegante. Un gran espejo cubre toda la pared, con contornos negro brillante. La superficie de las mesas es de color rojo intenso. Destacamos la selección de sobres de azúcar del mismo color azul claro que la fachada. El desayuno es abundante, pero la sala puede resultar pequeña para alojar a todos los clientes del hotel.
Justo al lado de la recepción hay un ordenador a disposición de los clientes de manera gratuita. Su forma es sorprendente: está empotrado en una especie de esfera partida, la mitad de la cual sirve de silla y la otra, de estantería con la pantalla, el teclado y la impresora. También se puede utilizar la conexión wifi, de pago. Si quieres leer un poco en francés, solo tienes que darte la vuelta: descubrirás una montaña de libros apilados al azar. El cuarto de baño de la planta baja es de estilo vintage y también está lleno de libros.
salón de belleza, sauna, puesta en forma, EPA, baño turco
tenis, gimnasia, golf, fitness, deportes
XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXx
L'hôtel est très bien situé, entre les Grands boulevards et Pigalle.
XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXx
Bien ubicado, el hotel roza el prestigio.
Un lugar con encanto en un barrio animado.
Un hotel con encanto y una buena relación calidad-precio.
De "gran hotel" le queda poco más que el nombre: un trato que deja mucho que desear, instalaciones poco cuidadas...
Un hotel intimista al que no le falta encanto.
Un establecimiento con buenos servicios situado cerca de los Grands Boulevards.
Encantador hotel de 3 estrellas de barrio.
Un establecimiento correcto de barrio.
Estamos ante un hotel de elegancia francesa y en el que no se tolera ninguna copia ni reproducción. El Bristol forma parte de los pocos hoteles de lujo parisinos que pertenecen a una familia europea (alemana) en lugar de a las grandes familias asiáticas o de los Emiratos Árabes Unidos. Elegante, distinguido y refinado, el Bristol antepone la calidad y la autenticidad de los objetos y materiales. Su restaurante gastronómico atrae a una clientela exigente y amante de la cocina de alta calidad.
El George V hace parte de los palacios parisinos más prestigiosos de la ciudad. Unos pasos dentro el establecimiento son suficientes para darse cuenta que entramos en un hotel donde lujo, perfección y voluptuosidad son la regla. Habitaciones de princesa, salones impresionantes, restaurante el que guía Michelin ha otorgado una estrella, no falta nada al George V para satisfacer a los clientes más exigentes. El diseñador de interior Pierre Yves Rochon se encargo en 1997 de reformar en totalidad el edificio, desde entonces sigue mejorando la decoración de acuerdo con el estilo XVIII siglo.
El último de los palacios parisinos abrió sus puertas el 1 de agosto de 2014. La elegancia y la sofisticación francesa casan a la perfección con el refinamiento asiático en un magnífico edificio de 1908. He aquí el primer establecimiento del grupo Peninsula en Francia y Europa.
Hicieron falta cinco edificios Haussmann para dar vida al Park Hyatt Paris Vendôme, el primer hotel de lujo de la capital concebido con un estilo contemporáneo. En este hotel, la comodidad, la elegancia y un servicio impecable se unen a un diseño más joven y moderno.
Un establecimiento de alta categoría ideal para personajes famosos y estrellas de cine que busquen un poco de discreción. La Réserve Paris se preocupa por la confidencialidad. También se organizan eventos privados.
El Meurice es uno de los mejores establecimientos de París. Su decoración contemporánea y típicamente parisina es obra de Philippe Starck y su hija. Se trata de un lugar exclusivo: el restaurante principal del hotel, Le Meurice, está dirigido por el chef Yannick Alléno, que ha recibido 3 estrellas. No hace falta decir que es uno de los puntos culminantes de la estancia en este hotel. Su ubicación es ideal, justo delante del Jardín de las Tullerías. Las habitaciones están decoradas con gusto y el servicio es impecable.
El W Paris - Opéra finalmente abrió sus puertas el 28 de febrero de 2012. Así, la marca de Starwood ligada a la moda y a las tendencias se asegura un establecimiento de prestigio en París.
El hotel, situado en un edificio del siglo XIX, salta a la vista. Diseño y modernidad se combinan junto con un toque conceptual. Mejor pedir explicaciones al diseñador, ya que es difícil captar el mensaje de otra forma; aunque está claro que el W Paris-Opéra gira alrededor de un tema: The Spark. El establecimiento se define en este "centelleo", creando una unión ficticia entre el primer hotel de Nueva York y su hermano pequeño parisino.
En el corazón de la ópera, el W ya cuenta con los amantes de la marca y espera que el boca a oreja lo convierta en the place to be del barrio, junto con su restaurante y su bar.
Como anuncia el propio eslogan, este hotel es "Votre adresse à Paris" (Tu establecimiento en París): de hecho, no existen demasiados lugares como este en la capital. La diferencia entre una estancia agradable y una memorable reside en los detalles y, sin lugar a dudas, recordarás con emoción tu paso por el Vendôme. Nada más entrar, te recibirán unos porteros tan sonrientes que te sentirás como si fueses el cliente más importante del hotel. Tanto si vas por negocios como por turismo, este hotel boutique satisfará todas tus necesidades con estilo y elegancia.