


Un bonito lugar apartado de la agitación turística.
Un bonito lugar apartado de la agitación turística.
A pocos metros de la Calle Mouffetard y de su multitud de comercios, restaurantes y bares, no hay que caminar mucho para llegar a los lugares más famosos del barrio latino: el Panteón, los Jardines de Luxemburgo o las Arènes de Lutecia. La residencia se encuentra en una calle muy tranquila. Una posibilidad es ir en el tren de cercanías RER desde la estación Port-Royal o si no se puede ir al metro más cercano, Censier Daubenton.
Las 45 habitaciones se reparten en tres categorías: estándar, superior y apartamento. La decoración es sobria y burguesa. Las camas son grandes y se comen un poco el espacio de la habitación. La climatización es individual, el minibar está lleno y el wifi es gratuito. No hay servicio de habitaciones. Los cuartos de baño disponen de bañera o ducha.
El hotel está encuadrado por macetas con arbustos dispuestos a lo largo del muro. El edificio es señorial; en el interior, la entrada es de mármol y el salón contiguo al vestíbulo, de terciopelo. Sofás profundos y cómodos, gruesas moquetas, un ambiente acogedor y un ordenador con conexión a Internet, todo a disposición de los clientes. El bar está abierto las 24 horas y sirve refrescos y bebidas alcohólicas. Los clientes pueden acceder a un jardín con terraza en el que se puede tomar el desayuno cuando hace buen tiempo.
salón de belleza, baño turco
Magnífico hotel reformado. Mobiliario y colores elegantes y románticos. Una dirección rebosante de encanto en el barrio latino.
El Aladin no vive su primera juventud pero sus habitaciones están decoradas con armonía, de manera sencilla y con todo lo necesario para ofrecer comodidad. La ubicación es excelente para descubrir los distritos 5 y 13 así como para visitar los monumentos del centro.
Aunque tengamos la sensación de cruzar el umbral de una casa de la campiña inglesa como las que aparecen en las novelas del siglo XIX, el Relais Saint Jacques está situado a pocos minutos a pie de los jardines de Luxemburgo y del barrio de la Sorbona, en pleno corazón de París. Como ya habrás imaginado, el estilo es claramente neoclásico, en una atmósfera de bombonera. Recomendamos este hotel, muy apreciado por los americanos, a aquellas personas que busquen un poco de tranquilidad dentro del frenesí parisino y a pocos pasos del bullicio del Barrio Latino.
La solución ideal para las familias numerosas.
Esta suite hotel, escondida en el fondo de una callejuela del quinto distrito de París, a pocos pasos de la pintoresca calle Mouffetard, es más bien conceptual. El "One By the Five" dispone de una única suite y depende del hotel de diseño "The Five", situado justo enfrente, para todos los servicios. Claramente destinada a las parejas en viaje romántico, la suite es un himno al diseño moderno, en el que cada detalle cuenta con un significado específico. Evoca una experiencia completa, basada en los cinco sentidos, que debe acompañar al descubrimiento de la ciudad de las luces. Sin embargo, su ubicación en una planta baja, dando directamente a la calle, no resulta ideal: ¡unas vistas sobre los tejados serían perfectas!
El Five hotel, un hotelito de diseño, está bien situado en la capital y permite visitar la ciudad fácilmente. En cambio no deambulamos por el hotel ya que no hay infraestructura alguna que invite al descanso. Ni bar, ni restaurante, un vestíbulo minúsculo...Venimos aquí para dormir y marcharnos.
Una dirección seria alejada del bullicio turístico del barrio.
Lugar atípico totalmente loco, dormir aquí es sumergirse en un universo paralelo que va hasta lo absurdo. Todo es extravagante, genial, asombroso, sin comparación alguna. Hay que olvidar todo lo que hemos visto antes en la hostelería para dejarse llevar en una noche fabulosa y misteriosa.
Estamos ante un hotel de elegancia francesa y en el que no se tolera ninguna copia ni reproducción. El Bristol forma parte de los pocos hoteles de lujo parisinos que pertenecen a una familia europea (alemana) en lugar de a las grandes familias asiáticas o de los Emiratos Árabes Unidos. Elegante, distinguido y refinado, el Bristol antepone la calidad y la autenticidad de los objetos y materiales. Su restaurante gastronómico atrae a una clientela exigente y amante de la cocina de alta calidad.
El George V hace parte de los palacios parisinos más prestigiosos de la ciudad. Unos pasos dentro el establecimiento son suficientes para darse cuenta que entramos en un hotel donde lujo, perfección y voluptuosidad son la regla. Habitaciones de princesa, salones impresionantes, restaurante el que guía Michelin ha otorgado una estrella, no falta nada al George V para satisfacer a los clientes más exigentes. El diseñador de interior Pierre Yves Rochon se encargo en 1997 de reformar en totalidad el edificio, desde entonces sigue mejorando la decoración de acuerdo con el estilo XVIII siglo.
El último de los palacios parisinos abrió sus puertas el 1 de agosto de 2014. La elegancia y la sofisticación francesa casan a la perfección con el refinamiento asiático en un magnífico edificio de 1908. He aquí el primer establecimiento del grupo Peninsula en Francia y Europa.
Hicieron falta cinco edificios Haussmann para dar vida al Park Hyatt Paris Vendôme, el primer hotel de lujo de la capital concebido con un estilo contemporáneo. En este hotel, la comodidad, la elegancia y un servicio impecable se unen a un diseño más joven y moderno.
El Meurice es uno de los mejores establecimientos de París. Su decoración contemporánea y típicamente parisina es obra de Philippe Starck y su hija. Se trata de un lugar exclusivo: el restaurante principal del hotel, Le Meurice, está dirigido por el chef Yannick Alléno, que ha recibido 3 estrellas. No hace falta decir que es uno de los puntos culminantes de la estancia en este hotel. Su ubicación es ideal, justo delante del Jardín de las Tullerías. Las habitaciones están decoradas con gusto y el servicio es impecable.
El W Paris - Opéra finalmente abrió sus puertas el 28 de febrero de 2012. Así, la marca de Starwood ligada a la moda y a las tendencias se asegura un establecimiento de prestigio en París.
El hotel, situado en un edificio del siglo XIX, salta a la vista. Diseño y modernidad se combinan junto con un toque conceptual. Mejor pedir explicaciones al diseñador, ya que es difícil captar el mensaje de otra forma; aunque está claro que el W Paris-Opéra gira alrededor de un tema: The Spark. El establecimiento se define en este "centelleo", creando una unión ficticia entre el primer hotel de Nueva York y su hermano pequeño parisino.
En el corazón de la ópera, el W ya cuenta con los amantes de la marca y espera que el boca a oreja lo convierta en the place to be del barrio, junto con su restaurante y su bar.
Un establecimiento de alta categoría ideal para personajes famosos y estrellas de cine que busquen un poco de discreción. La Réserve Paris se preocupa por la confidencialidad. También se organizan eventos privados.
Como anuncia el propio eslogan, este hotel es "Votre adresse à Paris" (Tu establecimiento en París): de hecho, no existen demasiados lugares como este en la capital. La diferencia entre una estancia agradable y una memorable reside en los detalles y, sin lugar a dudas, recordarás con emoción tu paso por el Vendôme. Nada más entrar, te recibirán unos porteros tan sonrientes que te sentirás como si fueses el cliente más importante del hotel. Tanto si vas por negocios como por turismo, este hotel boutique satisfará todas tus necesidades con estilo y elegancia.