


El hotel de Castiglione, dedicado a los años '30, no es precisamente nuevo y no le vendría mal una reforma. Está muy bien situado, en el centro de París.
- Familia
- Bien situado
El hotel de Castiglione, dedicado a los años '30, no es precisamente nuevo y no le vendría mal una reforma. Está muy bien situado, en el centro de París.
He aquí un alojamiento ideal y muy céntrico. No necesitas transporte público, aunque el barrio está bien comunicado por autobús y metro. Puedes ir a pie a la place de la Concorde, los grandes almacenes, la place de la Madeleine y los Campos Elíseos. La rue du Faubourg St Honoré es conocida por sus restaurantes elegantes y sus tiendas de moda.
Nada más salir del ascensor, la estrechez de los pasillos es agobiante. Sus 120 habitaciones han sido renovadas en varias fases, por ello la decoración no es exactamente la misma, aunque gira siempre en torno a los años '30: apliques luminosos, escritorio de madera, etc. A pesar de las reformas, las habitaciones no están en muy buen estado, los baños carecen de alfombras, los muebles están viejos y la cristalera deteriorada. ¡Una lástima! Las habitaciones estándar, superiores, deluxe, junior suite y las suites tienen todas ellas aire acondicionado individual, minibar, caja fuerte, doble acristalamiento y secador de pelo. Recuerda que ni las habitaciones ni las suites tienen pantalla plana, sino una televisión de tubo catódico. Una confidencia, como el hotel no dispone de muchas habitaciones estándar, muchas veces alojan a los clientes en una habitación de categoría superior.
Gran edificio en esta arteria importante de París, aunque el vestíbulo no está a la altura de las dimensiones del hotel. La recepción se encuentra en un pequeño refuerzo a la derecha y no tiene capacidad suficiente para atender a la afluencia de clientes. Además, no hay muchos sillones ni sillas para esperar. La decoración es un poco apagada, nada del otro mundo, en el hall todo está pasado de moda. El hotel dispone de dos salas de convenciones con capacidad para 150 personas. Lamentamos la ausencia de instalaciones deportivas en un hotel tan grande. La conexión Wifi es gratuita.
El restaurante y el bar se sitúan en la planta baja. El menú de la comida es muy interesante ya que propone un menú asequible, 17 ? por un primero + un segundo, o un segundo + un postre, con media botella de agua. Este menú tiene mucho éxito entre la clientela local.
Es agradable desplazarse en autobús, pero conviene no tener prisa ya que dependen del tráfico, aunque vale la pena. Cerca del hotel encontrarás más de 5 líneas de autobús para ir a la Torre Eiffel, al musée d'Orsay, al barrio St Germain des Prés y a la Ópera.
EPA, baño turco
btt, deportes
El hotel Astor Saint-Honoré, situado en una de las zonas más elegantes de París, es un lugar con mucha clase cuyo estilo clásico convendrá sobre todo a las personas adultas y elegantes.
Un hotel con un romanticismo muy parisino, situado en un hermoso barrio. Las habitaciones se van renovando poco a poco para darles un toque más moderno. Un ambiente elegante y acogedor.
Una buena opción para los que están en el barrio por negocios o incluso para los que quieren estar en pleno centro de París
Te enamorarás de la hermosa decoración de este hotel familiar.
Este cuatro estrellas, se ubica en el barrio de las embajadas a proximidad de la plaza Concorde. Su ubicación es ideal para las personas que desean descubrir París andando. De hecho solo tendrás que ir hasta el final de la calle para estar en frente del Louvre, del jardín de las Tuilleries o (en al otro lado de la calle) en la plaza de la Madeleine. En comparación con el resto de la oferta hotelera parisina, el Sofitel Faubourg forma parte de los estableciemien top que nos han seducido gracias a unas prestaciones de calidad y una acogida digna de ciertos palacios. El Faubourg es un sitio de moda (los empleados de las marcas prestigiosas que tienen sus sedes en la calle) tienen la costumbre de organizar sus citas o desayuno aquí. Jóvenes trabajadores y turistas internacionales se mezclan y así crean una atmosfera muy cosmopolita.
Un hotel sorprendente en un barrio histórico. La cercanía de la Concorde y de las Tuileries es uno de los principales atractivos. De este modo es posible dar agradables paseos por los jardines y dirigirse a los monumentos más bellos de París desde el hotel. El Richepanse tiene una personalidad muy marcada, ya que es uno de los pocos hoteles Art Déco de la capital. Hay que observar atentamente todos los detalles decorativos de las habitaciones.
Un hotel moderno y, al mismo tiempo, clásico
He aquí un hotel clásico, de la más pura tradición de los hoteles clásicos parisinos. Lo recomendamos para aquellos a los que les guste este estilo de decoración y este ambiente tan particular, como si se hubiera detenido el tiempo.
Estamos ante un hotel de elegancia francesa y en el que no se tolera ninguna copia ni reproducción. El Bristol forma parte de los pocos hoteles de lujo parisinos que pertenecen a una familia europea (alemana) en lugar de a las grandes familias asiáticas o de los Emiratos Árabes Unidos. Elegante, distinguido y refinado, el Bristol antepone la calidad y la autenticidad de los objetos y materiales. Su restaurante gastronómico atrae a una clientela exigente y amante de la cocina de alta calidad.
El George V hace parte de los palacios parisinos más prestigiosos de la ciudad. Unos pasos dentro el establecimiento son suficientes para darse cuenta que entramos en un hotel donde lujo, perfección y voluptuosidad son la regla. Habitaciones de princesa, salones impresionantes, restaurante el que guía Michelin ha otorgado una estrella, no falta nada al George V para satisfacer a los clientes más exigentes. El diseñador de interior Pierre Yves Rochon se encargo en 1997 de reformar en totalidad el edificio, desde entonces sigue mejorando la decoración de acuerdo con el estilo XVIII siglo.
El último de los palacios parisinos abrió sus puertas el 1 de agosto de 2014. La elegancia y la sofisticación francesa casan a la perfección con el refinamiento asiático en un magnífico edificio de 1908. He aquí el primer establecimiento del grupo Peninsula en Francia y Europa.
Hicieron falta cinco edificios Haussmann para dar vida al Park Hyatt Paris Vendôme, el primer hotel de lujo de la capital concebido con un estilo contemporáneo. En este hotel, la comodidad, la elegancia y un servicio impecable se unen a un diseño más joven y moderno.
Un establecimiento de alta categoría ideal para personajes famosos y estrellas de cine que busquen un poco de discreción. La Réserve Paris se preocupa por la confidencialidad. También se organizan eventos privados.
El Meurice es uno de los mejores establecimientos de París. Su decoración contemporánea y típicamente parisina es obra de Philippe Starck y su hija. Se trata de un lugar exclusivo: el restaurante principal del hotel, Le Meurice, está dirigido por el chef Yannick Alléno, que ha recibido 3 estrellas. No hace falta decir que es uno de los puntos culminantes de la estancia en este hotel. Su ubicación es ideal, justo delante del Jardín de las Tullerías. Las habitaciones están decoradas con gusto y el servicio es impecable.
El W Paris - Opéra finalmente abrió sus puertas el 28 de febrero de 2012. Así, la marca de Starwood ligada a la moda y a las tendencias se asegura un establecimiento de prestigio en París.
El hotel, situado en un edificio del siglo XIX, salta a la vista. Diseño y modernidad se combinan junto con un toque conceptual. Mejor pedir explicaciones al diseñador, ya que es difícil captar el mensaje de otra forma; aunque está claro que el W Paris-Opéra gira alrededor de un tema: The Spark. El establecimiento se define en este "centelleo", creando una unión ficticia entre el primer hotel de Nueva York y su hermano pequeño parisino.
En el corazón de la ópera, el W ya cuenta con los amantes de la marca y espera que el boca a oreja lo convierta en the place to be del barrio, junto con su restaurante y su bar.
Como anuncia el propio eslogan, este hotel es "Votre adresse à Paris" (Tu establecimiento en París): de hecho, no existen demasiados lugares como este en la capital. La diferencia entre una estancia agradable y una memorable reside en los detalles y, sin lugar a dudas, recordarás con emoción tu paso por el Vendôme. Nada más entrar, te recibirán unos porteros tan sonrientes que te sentirás como si fueses el cliente más importante del hotel. Tanto si vas por negocios como por turismo, este hotel boutique satisfará todas tus necesidades con estilo y elegancia.