


El Castille es un hotel con mucho encanto en el corazón del París de la moda. La recepción es elegante, fiel a una filosofía, a un estilo y a una restauración típicamente italianos.
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El Castille es un hotel con mucho encanto en el corazón del París de la moda. La recepción es elegante, fiel a una filosofía, a un estilo y a una restauración típicamente italianos.
Desde el número 33 de la calle Cambon, la ubicación del hotel Castille, todo queda cerca. El hotel está a cinco minutos a pie de la plaza de la Madeleine, en el corazón del barrio parisino más rico y elegante. Los amantes de las compras de alto nivel disfrutarán paseando por las joyerías de la plaza Vendôme y las tiendas de lujo de las calles Faubourg Saint-Honoré y Saint-Honoré. Desde la plaza de la Concordia, a dos pasos, se puede ir al Museo del Louvre y a los Campos Elíseos. Una curiosidad: en 1910, Coco Chanel instaló sus primeros talleres, que continúan activos, en un edificio contiguo al hotel Castille.
Las 107 habitaciones, 21 de ellas suites, se estructuran por los dos pabellones amueblados con estilos diferentes: el Ala Rivoli, fiel a la tradición veneciana, y el Ala Opera, con tendencias más contemporáneas. Todas las habitaciones son cómodas y elegantes. Las de la primera ala son de color rosa salmón, verde manzana o burdeos. Las de la segunda, presentan bonitos tonos blancos, beige y negros que crean líneas refinadas y esenciales. Al llegar, los clientes son recibidos con música y es que la radio se enciende automáticamente al abrirse la puerta. Las habitaciones están insonorizadas y equipadas con climatización individual, caja fuerte, minibar, televisión de pantalla plana, teléfono y escritorio. La decoración de los cuartos de baño es suntuosa. Ya sean de estilo Art Déco o veneciano, todos son muy elegantes, como por ejemplo el lavabo realizado en mármol de Carrara. El hotel ha optado por no proponer bandeja de bienvenida. Las habitaciones de los pisos superiores gozan de unas vistas magníficas de los tejados de París, y las de la quinta planta disponen de balcón.
El hotel Castille nació de la fusión de tres apartamentos privados del siglo XVIII y en 2005 fue comprado por la cadena Starhotel que lo acaba de renovar. Está dividido en dos alas, el Ala Ópera y el Ala Rivoli, cada una con un estilo diferente: la primera es más clásica y recuerda a la Venecia de antaño mientras que la segunda es mucho más moderna. La recepción es un lugar de tránsito entre los dos sectores del edificio, presenta un estilo sólido y elegante con mobiliario de clase y colores antiguos que se complementan de maravilla. El hotel Castille es el último hotel italiano de París: la decoración fue realizada por Andrea Auletta, el arquitecto oficial de todas las estructuras de la cadena.
El nombre del restaurante del hotel Castille, el Assaggio, revela el origen italiano del chef, Vittorio Beltramelli, y de su gastronomía. Nació y creció en Italia y estudió bajo las órdenes de Alain Ducasse en Monte Carlo y de Guartiero Marchesi en Erbusco y en París. Sus platos son sencillos y delicados, le da mucha importancia a las materias primas y siempre prefiere los productos de temporada y de calidad. El restaurante es muy apreciado por sus pastas y sus risottos y al chef le gusta enriquecer la cocina italiana clásica con detalles más internacionales y europeos que le dan a los platos un toque muy original y refinado. El Assaggio es un restaurante más bien íntimo, con un número de plazas bastante reducido que permanece abierto a la clientela exterior. También cabe la posibilidad de comer en el patio que parece una placita con su pared pintada y su fuente.
El hotel Castille está afiliado a la cadena hotelera italiana Starhotel y el estilo veneciano antiguo del mobiliario se mezcla con los tonos de la elegancia parisina, una combinación franco-italiana particularmente lograda. El hotel acoge a muchas personalidades gracias a su ubicación y su clase. Entre los clientes históricos podemos citar a Jean Cocteau, poeta, escritor de obras de teatro y cineasta, y a Jean Lifar, bailarín y coreógrafo de la Ópera de París. La atención prestada a la decoración es visible a primera vista en el vestíbulo y en el bar del hotel: el mobiliario y la elección de los cuadros son fruto de los viajes a todos los rincones del mundo de la propietaria, una apasionada del arte.
masaje, salón de belleza, sauna, puesta en forma, EPA, baño turco
gimnasia, fitness, deportes
Bien mais un peu cher
point fort
point faible
Este establecimiento tiene mucho encanto y se ubica en uno de los barrios más exclusivos de la capital francesa, en la calle de numerosos modistas tal como Chanel que tiene su sede central en la misma calle. El Melía Vendôme te ofrece un marco de calidad con suelos de mármol, tapices antiguos y mobiliario clásico pero bastante lujoso. Dispone de 83 habitaciones y puede acoger a la vez hasta 170 personas. El edificio es típico parisino, fue construido en los años 1900 pero las últimas reformas remonta a unos 8 años.
Esta residencia, cercana a la plaza de la Concordia, no pretende rivalizar con las tiendas de lujo vecinas y te propone humildes habitaciones funcionales, con decoración sencilla.
Magnífico enclave lleno de encanto representado por este hotel de 4 estrellas lujoso y moderno. La decoración nueva integra armoniosamente un toque de diseño con un fondo tradicional, integrando en sí misma lo que convierte a París en esta eterna ciudad histórica y romántica, en un decorado que mira hacia el futuro. Los salones de recepción muestran hasta qué punto ha llegado el establecimiento desde su creación fastuosa. Victor Hugo, el hombre de Los Miserables, festejó el aniversario de sus 80 años en el espectacular salón Imperial.
La residencia Citadines Opéra es un bonito establecimiento de 4 estrellas. Además de los equipamientos habituales de este tipo de residencia hotelera, aquí el confort está asegurado gracias a sus apartamentos de grandes dimensiones. La tranquilidad también es muy apreciable, ya que todos los apartamentos de la residencia dan a una calle peatonal. Hay muchos apartamentos de todos los tamaños, por lo que es casi imposible saber con antelación qué tipo de apartamento nos va a tocar. Por último, destacamos que la mayoría de los residentes se quedan aquí varios meses.
El hotel Continent, situado entre las plazas Vendôme y de la Concordia, goza de una ubicación privilegiada y ofrece un marco mucho más sobrio del que podría esperarse en vista de su entorno. El confort y la limpieza, por el contrario, son palabras mayores en este establecimiento.
Hay numerosos y variados conceptos cuando se habla de hoteles pero, hasta ahora, con la música no pasaba lo mismo. A diferencia de lo que ocurre en el Hôtel du Triangle d'Or, situado muy cerca del Olympia.
Un hotel sorprendente en un barrio histórico. La cercanía de la Concorde y de las Tuileries es uno de los principales atractivos. De este modo es posible dar agradables paseos por los jardines y dirigirse a los monumentos más bellos de París desde el hotel. El Richepanse tiene una personalidad muy marcada, ya que es uno de los pocos hoteles Art Déco de la capital. Hay que observar atentamente todos los detalles decorativos de las habitaciones.
Pequeño hotel de estilo retro refinado, con habitaciones muy coloridas y floridas.
Estamos ante un hotel de elegancia francesa y en el que no se tolera ninguna copia ni reproducción. El Bristol forma parte de los pocos hoteles de lujo parisinos que pertenecen a una familia europea (alemana) en lugar de a las grandes familias asiáticas o de los Emiratos Árabes Unidos. Elegante, distinguido y refinado, el Bristol antepone la calidad y la autenticidad de los objetos y materiales. Su restaurante gastronómico atrae a una clientela exigente y amante de la cocina de alta calidad.
El George V hace parte de los palacios parisinos más prestigiosos de la ciudad. Unos pasos dentro el establecimiento son suficientes para darse cuenta que entramos en un hotel donde lujo, perfección y voluptuosidad son la regla. Habitaciones de princesa, salones impresionantes, restaurante el que guía Michelin ha otorgado una estrella, no falta nada al George V para satisfacer a los clientes más exigentes. El diseñador de interior Pierre Yves Rochon se encargo en 1997 de reformar en totalidad el edificio, desde entonces sigue mejorando la decoración de acuerdo con el estilo XVIII siglo.
El último de los palacios parisinos abrió sus puertas el 1 de agosto de 2014. La elegancia y la sofisticación francesa casan a la perfección con el refinamiento asiático en un magnífico edificio de 1908. He aquí el primer establecimiento del grupo Peninsula en Francia y Europa.
Hicieron falta cinco edificios Haussmann para dar vida al Park Hyatt Paris Vendôme, el primer hotel de lujo de la capital concebido con un estilo contemporáneo. En este hotel, la comodidad, la elegancia y un servicio impecable se unen a un diseño más joven y moderno.
Un establecimiento de alta categoría ideal para personajes famosos y estrellas de cine que busquen un poco de discreción. La Réserve Paris se preocupa por la confidencialidad. También se organizan eventos privados.
El Meurice es uno de los mejores establecimientos de París. Su decoración contemporánea y típicamente parisina es obra de Philippe Starck y su hija. Se trata de un lugar exclusivo: el restaurante principal del hotel, Le Meurice, está dirigido por el chef Yannick Alléno, que ha recibido 3 estrellas. No hace falta decir que es uno de los puntos culminantes de la estancia en este hotel. Su ubicación es ideal, justo delante del Jardín de las Tullerías. Las habitaciones están decoradas con gusto y el servicio es impecable.
El W Paris - Opéra finalmente abrió sus puertas el 28 de febrero de 2012. Así, la marca de Starwood ligada a la moda y a las tendencias se asegura un establecimiento de prestigio en París.
El hotel, situado en un edificio del siglo XIX, salta a la vista. Diseño y modernidad se combinan junto con un toque conceptual. Mejor pedir explicaciones al diseñador, ya que es difícil captar el mensaje de otra forma; aunque está claro que el W Paris-Opéra gira alrededor de un tema: The Spark. El establecimiento se define en este "centelleo", creando una unión ficticia entre el primer hotel de Nueva York y su hermano pequeño parisino.
En el corazón de la ópera, el W ya cuenta con los amantes de la marca y espera que el boca a oreja lo convierta en the place to be del barrio, junto con su restaurante y su bar.
Como anuncia el propio eslogan, este hotel es "Votre adresse à Paris" (Tu establecimiento en París): de hecho, no existen demasiados lugares como este en la capital. La diferencia entre una estancia agradable y una memorable reside en los detalles y, sin lugar a dudas, recordarás con emoción tu paso por el Vendôme. Nada más entrar, te recibirán unos porteros tan sonrientes que te sentirás como si fueses el cliente más importante del hotel. Tanto si vas por negocios como por turismo, este hotel boutique satisfará todas tus necesidades con estilo y elegancia.