


Un 3* muy bien situado.
Un 3* muy bien situado.
El hotel se encuentra en un barrio mítico de la historia de París, al lado de la Universidad de París-La Sorbona, donde tuvieron inicio los sucesos de mayo del '68 que cambiaron el rumbo de Francia. Luego, el barrio ha recuperado su calma, aunque sigue estando muy frecuentado por la juventud parisina. En los alrededores encontrarás numerosos bares y restaurantes y también podrás subir fácilmente al monte de Ste Geneviève y llegar a uno de los puntos de interés del barrio latino, el Panteón. Un poco más allá, encontrarás los jardines más bonitos de París, los de Luxemburgo. Si te apetece dar una vuelta en bici, en frente del hotel encontrarás una estación Vélib'. El metro más cercano es Cluny.
El hotel tiene 37 habitaciones, repartidas en 3 categorías: Estándar, Superior y Luxe. Sólo cambian la superficie y la decoración. Esta última es sobria, casi minimalista. Dos lámparas, dos cuadros, afortunadamente la habitación visitada hace esquina, con dos grandes puertas-ventanas por las que entra mucha luz. Están equipadas con: aire acondicionado individual, frigorífico, la wifi es gratuita, no hay servicio de habitaciones y los cuartos de baño tienen ducha o bañera.
No pasa inadvertido, ya que su imponente fachada roja ilumina todo el barrio. El hotel, uno de los más antiguos del lugar, se encuentra en un antiguo edificio típicamente parisino, de estilo haussmaniano. Una vez pasada la entrada, te espera un gran vestíbulo con grandes y cómodos taburetes de cuero. La decoración es clásica, alfombras, cuadros y luces tamizadas. En las plantas, los pasillos son especialmente estrechos y el parquet hace ruido al pisarlo. El encanto de lo antiguo. En planta hay una sala de Internet totalmente gratuita con varios ordenadores. Se ha renovado la sala del desayuno, todo un éxito.
sauna, EPA
gimnasia
Un establecimiento serio, con habitaciones convencionales.
Una modernización progresiva que no acaba de terminar.
Un hotel bellísimo en un barrio ineludible.
Este pequeño hotel es una grata sorpresa. Algunas habitaciones se han renovado con un estilo moderno y elegante y son encantadoras.
Se trata de un hotel retro-rústico, un poco señorial y muy bien situado en el barrio latino, con habitaciones bien cuidadas pero no demasiado contemporáneas.
Un hotel en pleno centro de París, en el barrio latino, cerca de Nôtre-Dame. Está muy marcado por una decoración de los años 70-80, pero no tiene un aspecto triste ni anticuado.
Precioso hotel con un estilo Belle Époque y un fuerte acento romántico. En él reina un encanto antiguo. Espléndidas vistas de numerosos monumentos importantes.
Este hotel, ubicado en un inmueble construido a finales del siglo XIX e inaugurado en 2001, parece una sala inglesa de fumadores, con sus sillones de cuero y sus tejidos de cuadros. Situado en medio del triángulo dorado de las universidades parisinas, a dos pasos del prestigioso Collège de France, el hotel parece un lugar de paso obligado tanto para los profesores como para los visitantes de la capital. De hecho, su clientela internacional es muy variada, compuesta especialmente por parejas y familias.
Estamos ante un hotel de elegancia francesa y en el que no se tolera ninguna copia ni reproducción. El Bristol forma parte de los pocos hoteles de lujo parisinos que pertenecen a una familia europea (alemana) en lugar de a las grandes familias asiáticas o de los Emiratos Árabes Unidos. Elegante, distinguido y refinado, el Bristol antepone la calidad y la autenticidad de los objetos y materiales. Su restaurante gastronómico atrae a una clientela exigente y amante de la cocina de alta calidad.
El George V hace parte de los palacios parisinos más prestigiosos de la ciudad. Unos pasos dentro el establecimiento son suficientes para darse cuenta que entramos en un hotel donde lujo, perfección y voluptuosidad son la regla. Habitaciones de princesa, salones impresionantes, restaurante el que guía Michelin ha otorgado una estrella, no falta nada al George V para satisfacer a los clientes más exigentes. El diseñador de interior Pierre Yves Rochon se encargo en 1997 de reformar en totalidad el edificio, desde entonces sigue mejorando la decoración de acuerdo con el estilo XVIII siglo.
El último de los palacios parisinos abrió sus puertas el 1 de agosto de 2014. La elegancia y la sofisticación francesa casan a la perfección con el refinamiento asiático en un magnífico edificio de 1908. He aquí el primer establecimiento del grupo Peninsula en Francia y Europa.
Hicieron falta cinco edificios Haussmann para dar vida al Park Hyatt Paris Vendôme, el primer hotel de lujo de la capital concebido con un estilo contemporáneo. En este hotel, la comodidad, la elegancia y un servicio impecable se unen a un diseño más joven y moderno.
El W Paris - Opéra finalmente abrió sus puertas el 28 de febrero de 2012. Así, la marca de Starwood ligada a la moda y a las tendencias se asegura un establecimiento de prestigio en París.
El hotel, situado en un edificio del siglo XIX, salta a la vista. Diseño y modernidad se combinan junto con un toque conceptual. Mejor pedir explicaciones al diseñador, ya que es difícil captar el mensaje de otra forma; aunque está claro que el W Paris-Opéra gira alrededor de un tema: The Spark. El establecimiento se define en este "centelleo", creando una unión ficticia entre el primer hotel de Nueva York y su hermano pequeño parisino.
En el corazón de la ópera, el W ya cuenta con los amantes de la marca y espera que el boca a oreja lo convierta en the place to be del barrio, junto con su restaurante y su bar.
Un establecimiento de alta categoría ideal para personajes famosos y estrellas de cine que busquen un poco de discreción. La Réserve Paris se preocupa por la confidencialidad. También se organizan eventos privados.
El Meurice es uno de los mejores establecimientos de París. Su decoración contemporánea y típicamente parisina es obra de Philippe Starck y su hija. Se trata de un lugar exclusivo: el restaurante principal del hotel, Le Meurice, está dirigido por el chef Yannick Alléno, que ha recibido 3 estrellas. No hace falta decir que es uno de los puntos culminantes de la estancia en este hotel. Su ubicación es ideal, justo delante del Jardín de las Tullerías. Las habitaciones están decoradas con gusto y el servicio es impecable.
Como anuncia el propio eslogan, este hotel es "Votre adresse à Paris" (Tu establecimiento en París): de hecho, no existen demasiados lugares como este en la capital. La diferencia entre una estancia agradable y una memorable reside en los detalles y, sin lugar a dudas, recordarás con emoción tu paso por el Vendôme. Nada más entrar, te recibirán unos porteros tan sonrientes que te sentirás como si fueses el cliente más importante del hotel. Tanto si vas por negocios como por turismo, este hotel boutique satisfará todas tus necesidades con estilo y elegancia.