


Un establecimiento serio cerca de los Grands Boulevards.
Un establecimiento serio cerca de los Grands Boulevards.
El hotel se encuentra en una pequeña calle tranquila, paralela a los Grands Boulevards, situados a pocos minutos a pie. Es una zona bastante animada por la noche y es famosa por sus numerosos bares y restaurantes, sus teatros, cines y discotecas. Es un barrio animado por la noche aunque seguro. Cabe destacar que en las cercanías hay numerosos pasajes cubiertos típicos de París. Dando un paseo, llegarás al reino parisino de las compras, el barrio de los Grandes Almacenes y de la Ópera Garnier. En los alrededores hay numerosos comercios. Estación de metro más cercana: Grands Boulevards.
Las 25 habitaciones del establecimiento son de la misma categoría: Estándar. Las paredes y las camas se están renovando. En las habitaciones recientemente reformadas la decoración es sobria aunque moderna. Disponen de suelo de parqué. Al dar a la calle, los amplios ventanales dan mucha luz a la habitación. Disponen de armarios, un poco de mobiliario y de conexión wifi y caja de seguridad gratuitas, pero en recepción. Frente a la cama está la televisión de pantalla plana, con canales por satélite y Canal +. Los cuartos de baño, en buen estado, disponen de ducha y, las habitaciones triples, de bañera. Buena relación calidad-precio.
Al entrar, la recepción se encuentra a mano izquierda. También dispone de algunos asientos para descansar antes de salir. La decoración es sobria, con algunos objetos de todo tipo, guías de viaje en las estanterías y un ambiente principalmente familiar. La sala del desayuno está en la planta baja y dispone de un jardín de invierno acondicionado que resulta muy agradable. Cabe destacar que hay una sala de reuniones o recepciones en el sótano, en una bonita bodega típicamente parisina. La distancia entre las zonas comunes es sencilla y corta. El hotel data de finales del siglo XIX.
Prestations corrects, Confortable, accueil sympathique. Situation privilégiée (Grands Boulevards).
Prix corrects. Petit déjeuné copieux, salle agréable.
Pas d'inconvénients à signaler.
Un entorno muy prestigioso y un precio razonable para un hotel de esta categoría.
Fuera del ajetreo de las Grandes Avenidas, este hotel con clase apuesta por la discreción y la intimidad.
Este hotel es un valor seguro, situado en uno de los barrios más animados de París, y rinde culto a su tranquilidad.
Un muy agradable 2 estrellas de barrio.
Un hotel magnífico y muy tranquilo
Atmósfera de la sabana africana detrás de la Puerta de Orleans.
Gran hotel con unas magníficas habitaciones renovadas con un estilo sobrio, moderno y refinado.
Un encantador hotel situado en una calle adoquinada muy tranquila y original.
Estamos ante un hotel de elegancia francesa y en el que no se tolera ninguna copia ni reproducción. El Bristol forma parte de los pocos hoteles de lujo parisinos que pertenecen a una familia europea (alemana) en lugar de a las grandes familias asiáticas o de los Emiratos Árabes Unidos. Elegante, distinguido y refinado, el Bristol antepone la calidad y la autenticidad de los objetos y materiales. Su restaurante gastronómico atrae a una clientela exigente y amante de la cocina de alta calidad.
El George V hace parte de los palacios parisinos más prestigiosos de la ciudad. Unos pasos dentro el establecimiento son suficientes para darse cuenta que entramos en un hotel donde lujo, perfección y voluptuosidad son la regla. Habitaciones de princesa, salones impresionantes, restaurante el que guía Michelin ha otorgado una estrella, no falta nada al George V para satisfacer a los clientes más exigentes. El diseñador de interior Pierre Yves Rochon se encargo en 1997 de reformar en totalidad el edificio, desde entonces sigue mejorando la decoración de acuerdo con el estilo XVIII siglo.
El último de los palacios parisinos abrió sus puertas el 1 de agosto de 2014. La elegancia y la sofisticación francesa casan a la perfección con el refinamiento asiático en un magnífico edificio de 1908. He aquí el primer establecimiento del grupo Peninsula en Francia y Europa.
Hicieron falta cinco edificios Haussmann para dar vida al Park Hyatt Paris Vendôme, el primer hotel de lujo de la capital concebido con un estilo contemporáneo. En este hotel, la comodidad, la elegancia y un servicio impecable se unen a un diseño más joven y moderno.
Un establecimiento de alta categoría ideal para personajes famosos y estrellas de cine que busquen un poco de discreción. La Réserve Paris se preocupa por la confidencialidad. También se organizan eventos privados.
El Meurice es uno de los mejores establecimientos de París. Su decoración contemporánea y típicamente parisina es obra de Philippe Starck y su hija. Se trata de un lugar exclusivo: el restaurante principal del hotel, Le Meurice, está dirigido por el chef Yannick Alléno, que ha recibido 3 estrellas. No hace falta decir que es uno de los puntos culminantes de la estancia en este hotel. Su ubicación es ideal, justo delante del Jardín de las Tullerías. Las habitaciones están decoradas con gusto y el servicio es impecable.
El W Paris - Opéra finalmente abrió sus puertas el 28 de febrero de 2012. Así, la marca de Starwood ligada a la moda y a las tendencias se asegura un establecimiento de prestigio en París.
El hotel, situado en un edificio del siglo XIX, salta a la vista. Diseño y modernidad se combinan junto con un toque conceptual. Mejor pedir explicaciones al diseñador, ya que es difícil captar el mensaje de otra forma; aunque está claro que el W Paris-Opéra gira alrededor de un tema: The Spark. El establecimiento se define en este "centelleo", creando una unión ficticia entre el primer hotel de Nueva York y su hermano pequeño parisino.
En el corazón de la ópera, el W ya cuenta con los amantes de la marca y espera que el boca a oreja lo convierta en the place to be del barrio, junto con su restaurante y su bar.
Como anuncia el propio eslogan, este hotel es "Votre adresse à Paris" (Tu establecimiento en París): de hecho, no existen demasiados lugares como este en la capital. La diferencia entre una estancia agradable y una memorable reside en los detalles y, sin lugar a dudas, recordarás con emoción tu paso por el Vendôme. Nada más entrar, te recibirán unos porteros tan sonrientes que te sentirás como si fueses el cliente más importante del hotel. Tanto si vas por negocios como por turismo, este hotel boutique satisfará todas tus necesidades con estilo y elegancia.