


Un establecimiento serio. Su principal encanto: los cuartos de baño.
Un establecimiento serio. Su principal encanto: los cuartos de baño.
El hotel se encuentra en la parte alta del barrio latino, en la animada zona de Montparnasse, a los pies de la cercana y vibrante Torre. El paisaje festivo está compuesto por cines, restaurantes, bares y discotecas. Del otro lado se hallan los jardines más grandes y bonitos de París, los de Luxemburgo, un auténtico pulmón verde para la capital, lugar muy acogedor y a sólo cinco minutos a pie. Para llegar al centro del barrio latino, tendrás que caminar 10 minutos más. En este distrito, cargado de historia y de monumentos arquitectónicos, podrás pasear tranquilamente admirando su belleza y tranquilidad. Estación de metro más cercana: Vavin. La estación de Port-Royal te permitirá además enlazar rápidamente, gracias al RER, con el aeropuerto de Roissy Charles de Gaulle o con el Recinto Ferial de Paris Nord- Villepinte.
Las 15 habitaciones de este pequeño establecimiento se dividen en dos categorías: Estándar y Superior. Las primeras son de tamaño normal. Según el piso en el que se encuentren, están decoradas de forma distinta, unas con colores mejores que otras, depende de los gustos. Se han conservado algunas zonas de las paredes, cubiertas con piedras antiguas. Disponen de cómodos armarios y de todos los servicios: aire acondicionado individual, minibar lleno y conexión wifi gratuita. Dispone de servicio de habitaciones hasta las 22:30 h y, para acceder a la caja fuerte, deberás bajar a la recepción. Todos los cuartos de baño disponen de bañera.
Al entrar, descubrirás un vestíbulo agradable y con una decoración que posee algunos toques modernos. Además, al fondo encontrarás algunos rincones para descansar en un ambiente más íntimo. La sala del desayuno está en el sótano y es relativamente pequeña, por lo que te aconsejamos que evites la hora punta o pidas que te suban el desayuno a la habitación. A modo de información, dicen que Simone de Beauvoir se alojó en el hotel y, en la acera de enfrente, se encuentra una de las curiosidades arquitectónicas de París, un edificio de cerámica blanca construido por Henri Sauvage.
Con una ubicación excelente, el Mercure Raspail se mantiene fiel a un servicio de buena calidad.
Un establecimiento que conserva el encanto de su pasado en el corazón del Montparnasse de los artistas.
Una dirección con encanto en una calle discreta.
He aquí un hotel agradable, cuyas habitaciones se renovaron en 2008. Puede ser práctico para los turistas y para los hombres y mujeres de negocios por su proximidad a la Torre Montparnasse.
Amor a primera vista. Solo faltan los precios.
El delirante encanto de un establecimiento ubicado entre un animado barrio y el pulmón de la capital.
Un ovni conceptual y moderno.
El Villa Luxembourg no está en consonancia con la grandilocuencia de su nombre. Este hotel, que tiene bastantes limitaciones, se basa principalmente en su ubicación, relativamente aventajada. Situado en un triste edificio de los años 70, con un encanto inexistente, aunque cerca de Montparnasse y no muy lejos de los Jardines de Luxemburgo, el hotel interesa solo por sus tarifas si no puedes permitirte nada más.
Estamos ante un hotel de elegancia francesa y en el que no se tolera ninguna copia ni reproducción. El Bristol forma parte de los pocos hoteles de lujo parisinos que pertenecen a una familia europea (alemana) en lugar de a las grandes familias asiáticas o de los Emiratos Árabes Unidos. Elegante, distinguido y refinado, el Bristol antepone la calidad y la autenticidad de los objetos y materiales. Su restaurante gastronómico atrae a una clientela exigente y amante de la cocina de alta calidad.
El George V hace parte de los palacios parisinos más prestigiosos de la ciudad. Unos pasos dentro el establecimiento son suficientes para darse cuenta que entramos en un hotel donde lujo, perfección y voluptuosidad son la regla. Habitaciones de princesa, salones impresionantes, restaurante el que guía Michelin ha otorgado una estrella, no falta nada al George V para satisfacer a los clientes más exigentes. El diseñador de interior Pierre Yves Rochon se encargo en 1997 de reformar en totalidad el edificio, desde entonces sigue mejorando la decoración de acuerdo con el estilo XVIII siglo.
El último de los palacios parisinos abrió sus puertas el 1 de agosto de 2014. La elegancia y la sofisticación francesa casan a la perfección con el refinamiento asiático en un magnífico edificio de 1908. He aquí el primer establecimiento del grupo Peninsula en Francia y Europa.
Hicieron falta cinco edificios Haussmann para dar vida al Park Hyatt Paris Vendôme, el primer hotel de lujo de la capital concebido con un estilo contemporáneo. En este hotel, la comodidad, la elegancia y un servicio impecable se unen a un diseño más joven y moderno.
Un establecimiento de alta categoría ideal para personajes famosos y estrellas de cine que busquen un poco de discreción. La Réserve Paris se preocupa por la confidencialidad. También se organizan eventos privados.
El Meurice es uno de los mejores establecimientos de París. Su decoración contemporánea y típicamente parisina es obra de Philippe Starck y su hija. Se trata de un lugar exclusivo: el restaurante principal del hotel, Le Meurice, está dirigido por el chef Yannick Alléno, que ha recibido 3 estrellas. No hace falta decir que es uno de los puntos culminantes de la estancia en este hotel. Su ubicación es ideal, justo delante del Jardín de las Tullerías. Las habitaciones están decoradas con gusto y el servicio es impecable.
El W Paris - Opéra finalmente abrió sus puertas el 28 de febrero de 2012. Así, la marca de Starwood ligada a la moda y a las tendencias se asegura un establecimiento de prestigio en París.
El hotel, situado en un edificio del siglo XIX, salta a la vista. Diseño y modernidad se combinan junto con un toque conceptual. Mejor pedir explicaciones al diseñador, ya que es difícil captar el mensaje de otra forma; aunque está claro que el W Paris-Opéra gira alrededor de un tema: The Spark. El establecimiento se define en este "centelleo", creando una unión ficticia entre el primer hotel de Nueva York y su hermano pequeño parisino.
En el corazón de la ópera, el W ya cuenta con los amantes de la marca y espera que el boca a oreja lo convierta en the place to be del barrio, junto con su restaurante y su bar.
Como anuncia el propio eslogan, este hotel es "Votre adresse à Paris" (Tu establecimiento en París): de hecho, no existen demasiados lugares como este en la capital. La diferencia entre una estancia agradable y una memorable reside en los detalles y, sin lugar a dudas, recordarás con emoción tu paso por el Vendôme. Nada más entrar, te recibirán unos porteros tan sonrientes que te sentirás como si fueses el cliente más importante del hotel. Tanto si vas por negocios como por turismo, este hotel boutique satisfará todas tus necesidades con estilo y elegancia.