


Las habitaciones y los servicios son un poco tristes
Las habitaciones y los servicios son un poco tristes
El hotel da directamente al bulevar que rodea todo el barrio de Pigalle. Un barrio famoso por sus bares, sus restaurantes y sus cabarés, entre los que se encuentra el más conocido: el Moulin rouge y sus clubs. Aquí, las noches son mejor que los días, a menos que inicies la subida a la colina de Montmartre cercana para llegar a uno de los lugares más conocidos de París, el Sagrado Corazón. Estación de metro más cercana: Blanche.
Las 27 habitaciones del establecimiento son de la misma categoría: Estándar. La que hemos visitado es de un tamaño habitual para su categoría. La decoración, sin embargo, es inexistente en las paredes, un tanto frías. Dispone de un gran ventanal que da al exterior y que ilumina la habitación. Las habitaciones son un poco justas: no disponen de aire acondicionado individual ni minibar, la conexión wifi es de pago y la caja de seguridad gratuita. Los cuartos de baño están equipados con bañera.
La fachada es moderna y el vestíbulo bastante amplio. Dispone de una zona de salón equipada con algunos sillones. La decoración es sobria, con algunos cuadros y plantas. El ambiente es bastante familiar. Pasando la recepción llegarás a la espaciosa sala del desayuno, situada al fondo. Los amplios ventanales aportan luminosidad al espacio y dan a un patio interior, amueblado cuando el tiempo lo permite, donde podrás tomar el café.
La mejor relación calidad-precio de la zona en esa categoría.
Este hotel de 3 estrellas dispone de los equipamientos necesarios pero le falta un poco de encanto.
Para los amantes del confort moderno, a pesar su precio relativamente alto dependiendo de la temporada.
Hotel de tres estrellas con unas zonas comunes renovadas que ostentan con clase un estilo moderno. Las habitaciones son más clásicas.
Un buen punto de partida para descubrir el centro de París.
Un hotel de paso
Originalidad e intimidad en este establecimiento atípico que se codea a la vez con el barrio de la estación Saint Lazare, Pigalle y los Grandes Bulevares.
Un 3*** cómodo, elegante y muy bien situado.
Estamos ante un hotel de elegancia francesa y en el que no se tolera ninguna copia ni reproducción. El Bristol forma parte de los pocos hoteles de lujo parisinos que pertenecen a una familia europea (alemana) en lugar de a las grandes familias asiáticas o de los Emiratos Árabes Unidos. Elegante, distinguido y refinado, el Bristol antepone la calidad y la autenticidad de los objetos y materiales. Su restaurante gastronómico atrae a una clientela exigente y amante de la cocina de alta calidad.
El George V hace parte de los palacios parisinos más prestigiosos de la ciudad. Unos pasos dentro el establecimiento son suficientes para darse cuenta que entramos en un hotel donde lujo, perfección y voluptuosidad son la regla. Habitaciones de princesa, salones impresionantes, restaurante el que guía Michelin ha otorgado una estrella, no falta nada al George V para satisfacer a los clientes más exigentes. El diseñador de interior Pierre Yves Rochon se encargo en 1997 de reformar en totalidad el edificio, desde entonces sigue mejorando la decoración de acuerdo con el estilo XVIII siglo.
El último de los palacios parisinos abrió sus puertas el 1 de agosto de 2014. La elegancia y la sofisticación francesa casan a la perfección con el refinamiento asiático en un magnífico edificio de 1908. He aquí el primer establecimiento del grupo Peninsula en Francia y Europa.
Hicieron falta cinco edificios Haussmann para dar vida al Park Hyatt Paris Vendôme, el primer hotel de lujo de la capital concebido con un estilo contemporáneo. En este hotel, la comodidad, la elegancia y un servicio impecable se unen a un diseño más joven y moderno.
Un establecimiento de alta categoría ideal para personajes famosos y estrellas de cine que busquen un poco de discreción. La Réserve Paris se preocupa por la confidencialidad. También se organizan eventos privados.
El Meurice es uno de los mejores establecimientos de París. Su decoración contemporánea y típicamente parisina es obra de Philippe Starck y su hija. Se trata de un lugar exclusivo: el restaurante principal del hotel, Le Meurice, está dirigido por el chef Yannick Alléno, que ha recibido 3 estrellas. No hace falta decir que es uno de los puntos culminantes de la estancia en este hotel. Su ubicación es ideal, justo delante del Jardín de las Tullerías. Las habitaciones están decoradas con gusto y el servicio es impecable.
El W Paris - Opéra finalmente abrió sus puertas el 28 de febrero de 2012. Así, la marca de Starwood ligada a la moda y a las tendencias se asegura un establecimiento de prestigio en París.
El hotel, situado en un edificio del siglo XIX, salta a la vista. Diseño y modernidad se combinan junto con un toque conceptual. Mejor pedir explicaciones al diseñador, ya que es difícil captar el mensaje de otra forma; aunque está claro que el W Paris-Opéra gira alrededor de un tema: The Spark. El establecimiento se define en este "centelleo", creando una unión ficticia entre el primer hotel de Nueva York y su hermano pequeño parisino.
En el corazón de la ópera, el W ya cuenta con los amantes de la marca y espera que el boca a oreja lo convierta en the place to be del barrio, junto con su restaurante y su bar.
Como anuncia el propio eslogan, este hotel es "Votre adresse à Paris" (Tu establecimiento en París): de hecho, no existen demasiados lugares como este en la capital. La diferencia entre una estancia agradable y una memorable reside en los detalles y, sin lugar a dudas, recordarás con emoción tu paso por el Vendôme. Nada más entrar, te recibirán unos porteros tan sonrientes que te sentirás como si fueses el cliente más importante del hotel. Tanto si vas por negocios como por turismo, este hotel boutique satisfará todas tus necesidades con estilo y elegancia.