


Su ubicación es ideal y cuenta con equipamientos, así que se trata de un establecimiento a tener en cuenta.
- Bien situado
Su ubicación es ideal y cuenta con equipamientos, así que se trata de un establecimiento a tener en cuenta.
Situado entre la Torre Eiffel y los Inválidos, su emplazamiento no podría ser mejor. El barrio de la Escuela Militar es típicamente residencial, bullicioso durante el día y tranquilo por la noche, pero cuenta con algunos restaurantes agradables. Bien comunicado mediante transporte público, cuenta con la estación de metro Ecole Militaire (línea 8) y 5 líneas de autobús. Su ubicación es ideal para visitar los diferentes museos y monumentos de la orilla izquierda del Sena: la Torre Eiffel, el museo Rodin o el museo de Orsay.
Los pasillos de las 6 plantas que permiten acceder a las 54 habitaciones se reformaron en 2009 en un estilo contemporáneo. El estilo de las habitaciones es clásico, con una decoración sencilla y algo desnuda. Las habitaciones se dividen en individuales, dobles/de matrimonio, triples (ducha, bañera y WC independiente) o cuádruples (WC independiente, dos camas de 140 cm). En cuanto a los equipamientos, encontrarás pantalla plana, climatización individual, minibar, caja fuerte (disponible previo pago de un depósito), reposamaletas y escritorio. Todos los cuartos de baño tienen bañera y secador de pelo.
El hotel exhibe una decoración típicamente parisina, en su estilo clásico. A la izquierda de la recepción, hay un agradable salón-biblioteca, con dos puntos de conexión a Internet gratuitos. El hotel no cuenta con bar pero es posible tomar una copa (con la carta del minibar). A la izquierda de la recepción, la sala del desayuno se encuentra tras una gran cristalera. Se trata de una estancia muy luminosa y llena de encanto gracias a su fuente interior.
El hotel dispone de dos aparcamientos privados de pago que deben reservarse al mismo tiempo que la habitación.
EPA
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Aunque no tenga vistas a la Torre Eiffel, el Tourville está situado en un barrio ajardinado y agradable, cerca del famoso monumento. Los alrededores elegantes y tranquilos del hotel harán las delicias de aquellos que busquen lujo y tranquilidad. El hotel, por su parte, es bastante sencillo, con una decoración delicada, femenina, relajante y sobria. Las habitaciones están repletas de color y tienen un agradable ambiente campestre.
Las obras de reforma realizadas cerca de los campos de Marte dejan ver un hotel cuyo encanto y modernidad son sinónimos de felicidad.
Descubre un hotel de coleccionista, con un estilo años 30 muy logrado.
El hotel Prince, situado entre los Inválidos y la Torre Eiffel, propone un hotelito sencillo, con un equipamiento reducido a lo más mínimo.
Este dos estrellas, mientras espera la hora de su renovación, disfruta de su localización cerca del Campo de Marte.
Cerca del la zona de los artistas de Montparnasse, este dos estrellas de gran calidad posee mucho carácter y ha sido recientemente reformado.
Un pequeño hotel sin pretensiones, con una decoración algo apagada, en pleno corazón del distrito siete. Sin embargo, puede resultar adecuado para clientes en viaje de negocios o para turistas.
Este hotel, de los mejores del barrio, es una auténtica joya.
Estamos ante un hotel de elegancia francesa y en el que no se tolera ninguna copia ni reproducción. El Bristol forma parte de los pocos hoteles de lujo parisinos que pertenecen a una familia europea (alemana) en lugar de a las grandes familias asiáticas o de los Emiratos Árabes Unidos. Elegante, distinguido y refinado, el Bristol antepone la calidad y la autenticidad de los objetos y materiales. Su restaurante gastronómico atrae a una clientela exigente y amante de la cocina de alta calidad.
El George V hace parte de los palacios parisinos más prestigiosos de la ciudad. Unos pasos dentro el establecimiento son suficientes para darse cuenta que entramos en un hotel donde lujo, perfección y voluptuosidad son la regla. Habitaciones de princesa, salones impresionantes, restaurante el que guía Michelin ha otorgado una estrella, no falta nada al George V para satisfacer a los clientes más exigentes. El diseñador de interior Pierre Yves Rochon se encargo en 1997 de reformar en totalidad el edificio, desde entonces sigue mejorando la decoración de acuerdo con el estilo XVIII siglo.
El último de los palacios parisinos abrió sus puertas el 1 de agosto de 2014. La elegancia y la sofisticación francesa casan a la perfección con el refinamiento asiático en un magnífico edificio de 1908. He aquí el primer establecimiento del grupo Peninsula en Francia y Europa.
Hicieron falta cinco edificios Haussmann para dar vida al Park Hyatt Paris Vendôme, el primer hotel de lujo de la capital concebido con un estilo contemporáneo. En este hotel, la comodidad, la elegancia y un servicio impecable se unen a un diseño más joven y moderno.
Un establecimiento de alta categoría ideal para personajes famosos y estrellas de cine que busquen un poco de discreción. La Réserve Paris se preocupa por la confidencialidad. También se organizan eventos privados.
El Meurice es uno de los mejores establecimientos de París. Su decoración contemporánea y típicamente parisina es obra de Philippe Starck y su hija. Se trata de un lugar exclusivo: el restaurante principal del hotel, Le Meurice, está dirigido por el chef Yannick Alléno, que ha recibido 3 estrellas. No hace falta decir que es uno de los puntos culminantes de la estancia en este hotel. Su ubicación es ideal, justo delante del Jardín de las Tullerías. Las habitaciones están decoradas con gusto y el servicio es impecable.
El W Paris - Opéra finalmente abrió sus puertas el 28 de febrero de 2012. Así, la marca de Starwood ligada a la moda y a las tendencias se asegura un establecimiento de prestigio en París.
El hotel, situado en un edificio del siglo XIX, salta a la vista. Diseño y modernidad se combinan junto con un toque conceptual. Mejor pedir explicaciones al diseñador, ya que es difícil captar el mensaje de otra forma; aunque está claro que el W Paris-Opéra gira alrededor de un tema: The Spark. El establecimiento se define en este "centelleo", creando una unión ficticia entre el primer hotel de Nueva York y su hermano pequeño parisino.
En el corazón de la ópera, el W ya cuenta con los amantes de la marca y espera que el boca a oreja lo convierta en the place to be del barrio, junto con su restaurante y su bar.
Como anuncia el propio eslogan, este hotel es "Votre adresse à Paris" (Tu establecimiento en París): de hecho, no existen demasiados lugares como este en la capital. La diferencia entre una estancia agradable y una memorable reside en los detalles y, sin lugar a dudas, recordarás con emoción tu paso por el Vendôme. Nada más entrar, te recibirán unos porteros tan sonrientes que te sentirás como si fueses el cliente más importante del hotel. Tanto si vas por negocios como por turismo, este hotel boutique satisfará todas tus necesidades con estilo y elegancia.