


Cerca del Montparnasse de los artistas, un dos estrellas de gran calidad, recientemente renovado y con mucho carácter.
Cerca del Montparnasse de los artistas, un dos estrellas de gran calidad, recientemente renovado y con mucho carácter.
Este hotel, que se encuentra cerca del cruce de los bulevares Raspail y Montparnasse, está en los límites del distrito 6. Del otro lado del bulevar, la coqueta calle Vavin conduce hasta el Jardín de Luxemburgo. Podrás disfrutar aquí de uno de los más bellos sectores de Montparnasse, una huella de su pasado artístico. La Coupole y el Dôme: en esos míticos lugares comían Picasso, Giacometti, Kessel, Man Ray e incluso Hemingway. Visita: la fundación Cartier para el arte contemporáneo y el cementerio de Montparnasse, donde reposan, entre otros, los restos de Charles Baudelaire. Actualmente, este barrio pone el énfasis en el séptimo arte y ofrece un gran abanico de salas. Los restaurantes y tiendas también contribuyen a la efervescente actividad del lugar.
La decoración intimista se mantiene en cada habitación con un mobiliario compuesto de piezas únicas. Por un lado, ambiente de estudio: viejos carteles de escuela colgados de las paredes y un pupitre para las tareas de la tarde. Por el otro, en la planta siguiente, los muebles lacados en tonos pasteles te hacen sentir que ya estás de vacaciones. Una vez más, el estilo está en el detalle de un colgador o de una mesita rescatados del tiempo. El único defecto: los cuartos de baño que no han sido totalmente transformados. Sin embargo aquí también, una vez más, el lavabo o el armario aportan mucho carácter.
Después de haber comprado el edificio el año pasado, la señora Ferrero, propietaria del hotel Sainte-Beuve (distrito 6), dio rienda suelta a sus habilidades como decoradora. El vestíbulo fue agrandado y renovado del suelo al techo; detrás del mostrador de la recepción, una pared de ladrillos rojos. En el suelo, un embaldosado antiguo y, en el salón, un techo de viejas maderas. El resultado es impecable: ambientación acogedora y un toque muy personal aportado por los objetos rescatados. También hay un viejo fonógrafo por aquí. Más allá, un botellón de vino y, en el comedor, mesas de bistró.
Con una ubicación excelente, el Mercure Raspail se mantiene fiel a un servicio de buena calidad.
Un establecimiento que conserva el encanto de su pasado en el corazón del Montparnasse de los artistas.
Una dirección con encanto en una calle discreta.
Amor a primera vista. Solo faltan los precios.
Con una fachada inspirada en el Art Déco, en el Aiglon reina un estilo adaptado a una clientela exigente.
Muy bien ubicado, cerca del distrito 6, este establecimiento artístico te espera para desplegar todo su potencial arquitectónico.
Un ovni conceptual y moderno.
El Villa Luxembourg no está en consonancia con la grandilocuencia de su nombre. Este hotel, que tiene bastantes limitaciones, se basa principalmente en su ubicación, relativamente aventajada. Situado en un triste edificio de los años 70, con un encanto inexistente, aunque cerca de Montparnasse y no muy lejos de los Jardines de Luxemburgo, el hotel interesa solo por sus tarifas si no puedes permitirte nada más.
Estamos ante un hotel de elegancia francesa y en el que no se tolera ninguna copia ni reproducción. El Bristol forma parte de los pocos hoteles de lujo parisinos que pertenecen a una familia europea (alemana) en lugar de a las grandes familias asiáticas o de los Emiratos Árabes Unidos. Elegante, distinguido y refinado, el Bristol antepone la calidad y la autenticidad de los objetos y materiales. Su restaurante gastronómico atrae a una clientela exigente y amante de la cocina de alta calidad.
El George V hace parte de los palacios parisinos más prestigiosos de la ciudad. Unos pasos dentro el establecimiento son suficientes para darse cuenta que entramos en un hotel donde lujo, perfección y voluptuosidad son la regla. Habitaciones de princesa, salones impresionantes, restaurante el que guía Michelin ha otorgado una estrella, no falta nada al George V para satisfacer a los clientes más exigentes. El diseñador de interior Pierre Yves Rochon se encargo en 1997 de reformar en totalidad el edificio, desde entonces sigue mejorando la decoración de acuerdo con el estilo XVIII siglo.
El último de los palacios parisinos abrió sus puertas el 1 de agosto de 2014. La elegancia y la sofisticación francesa casan a la perfección con el refinamiento asiático en un magnífico edificio de 1908. He aquí el primer establecimiento del grupo Peninsula en Francia y Europa.
Hicieron falta cinco edificios Haussmann para dar vida al Park Hyatt Paris Vendôme, el primer hotel de lujo de la capital concebido con un estilo contemporáneo. En este hotel, la comodidad, la elegancia y un servicio impecable se unen a un diseño más joven y moderno.
Un establecimiento de alta categoría ideal para personajes famosos y estrellas de cine que busquen un poco de discreción. La Réserve Paris se preocupa por la confidencialidad. También se organizan eventos privados.
El Meurice es uno de los mejores establecimientos de París. Su decoración contemporánea y típicamente parisina es obra de Philippe Starck y su hija. Se trata de un lugar exclusivo: el restaurante principal del hotel, Le Meurice, está dirigido por el chef Yannick Alléno, que ha recibido 3 estrellas. No hace falta decir que es uno de los puntos culminantes de la estancia en este hotel. Su ubicación es ideal, justo delante del Jardín de las Tullerías. Las habitaciones están decoradas con gusto y el servicio es impecable.
El W Paris - Opéra finalmente abrió sus puertas el 28 de febrero de 2012. Así, la marca de Starwood ligada a la moda y a las tendencias se asegura un establecimiento de prestigio en París.
El hotel, situado en un edificio del siglo XIX, salta a la vista. Diseño y modernidad se combinan junto con un toque conceptual. Mejor pedir explicaciones al diseñador, ya que es difícil captar el mensaje de otra forma; aunque está claro que el W Paris-Opéra gira alrededor de un tema: The Spark. El establecimiento se define en este "centelleo", creando una unión ficticia entre el primer hotel de Nueva York y su hermano pequeño parisino.
En el corazón de la ópera, el W ya cuenta con los amantes de la marca y espera que el boca a oreja lo convierta en the place to be del barrio, junto con su restaurante y su bar.
Como anuncia el propio eslogan, este hotel es "Votre adresse à Paris" (Tu establecimiento en París): de hecho, no existen demasiados lugares como este en la capital. La diferencia entre una estancia agradable y una memorable reside en los detalles y, sin lugar a dudas, recordarás con emoción tu paso por el Vendôme. Nada más entrar, te recibirán unos porteros tan sonrientes que te sentirás como si fueses el cliente más importante del hotel. Tanto si vas por negocios como por turismo, este hotel boutique satisfará todas tus necesidades con estilo y elegancia.