


Un establecimiento que se ha modernizado, situado en un barrio donde todo está cerca, cafés, restaurantes, la Torre Eiffel, los Inválidos...
Un establecimiento que se ha modernizado, situado en un barrio donde todo está cerca, cafés, restaurantes, la Torre Eiffel, los Inválidos...
La proximidad directa del Champ de Mars, de la Escuela Militar, de la cúpula de los Inválidos y, por supuesto, de la Torre Eiffel, es el principal atractivo de este hotel. Además, la plaza de la Escuela Militar está bien equipada con cafés y cervecerías de categoría. Las callejuelas adyacentes, como Clerc, están repletas de buenos establecimientos para comer o cenar.
Las 41 habitaciones del hotel (40 + 1 suite júnior) tienen una nota de color diferente según la planta. La superficie es limitada, pero el espacio está bien pensado, especialmente por el baño que comunica con la habitación. Por supuesto, cuentan con climatización, minibar y pantalla plana (de gran tamaño), así como conexión a Internet wifi. Los fines de semana podrás tomar el desayuno en la habitación hasta las 11:00 h.
El Hôtel du Cadran, tras dos años de reformas, ofrece un aspecto totalmente renovado. Solo la chimenea y un péndulo antiguo, recogido en un rincón, recuerdan el estilo antiguo de la casa. Ahora tiene un toque moderno, con colores vivos como rosas, verdes, naranjas, una iluminación con leds e incluso una chocolatería en la que también podrás degustar bebidas y dulces. También hay un centro de negocios.
masaje, salón de belleza, EPA, baño turco
Hotel destacable y bien equipado según las reglas Best Western. Está bien ubicado, a pesar de que el barrio puede estar un poco desierto por las noches.
Aunque no tenga vistas a la Torre Eiffel, el Tourville está situado en un barrio ajardinado y agradable, cerca del famoso monumento. Los alrededores elegantes y tranquilos del hotel harán las delicias de aquellos que busquen lujo y tranquilidad. El hotel, por su parte, es bastante sencillo, con una decoración delicada, femenina, relajante y sobria. Las habitaciones están repletas de color y tienen un agradable ambiente campestre.
Un tres estrellas de categoría, moderno y recientemente renovado, con unas vistas impresionantes a la Torre Eiffel.
Este hotel de decoración original se encuentra en un barrio comercial.
En un edificio original, descubre un dos estrellas estándar pero bien ubicado en un barrio comercial y cercano a los Inválidos y los Campos Elíseos. Las habitaciones de este tranquilo hotel son pequeñas.
Un establecimiento florido y agradable que está a punto de ganar una estrella.
Este es un hotel destacable tanto por su decoración como por su barrio. Puede resultar adecuado para clientes en viaje de negocios o para turistas.
Este hotel, de los mejores del barrio, es una auténtica joya.
Estamos ante un hotel de elegancia francesa y en el que no se tolera ninguna copia ni reproducción. El Bristol forma parte de los pocos hoteles de lujo parisinos que pertenecen a una familia europea (alemana) en lugar de a las grandes familias asiáticas o de los Emiratos Árabes Unidos. Elegante, distinguido y refinado, el Bristol antepone la calidad y la autenticidad de los objetos y materiales. Su restaurante gastronómico atrae a una clientela exigente y amante de la cocina de alta calidad.
El George V hace parte de los palacios parisinos más prestigiosos de la ciudad. Unos pasos dentro el establecimiento son suficientes para darse cuenta que entramos en un hotel donde lujo, perfección y voluptuosidad son la regla. Habitaciones de princesa, salones impresionantes, restaurante el que guía Michelin ha otorgado una estrella, no falta nada al George V para satisfacer a los clientes más exigentes. El diseñador de interior Pierre Yves Rochon se encargo en 1997 de reformar en totalidad el edificio, desde entonces sigue mejorando la decoración de acuerdo con el estilo XVIII siglo.
El último de los palacios parisinos abrió sus puertas el 1 de agosto de 2014. La elegancia y la sofisticación francesa casan a la perfección con el refinamiento asiático en un magnífico edificio de 1908. He aquí el primer establecimiento del grupo Peninsula en Francia y Europa.
Hicieron falta cinco edificios Haussmann para dar vida al Park Hyatt Paris Vendôme, el primer hotel de lujo de la capital concebido con un estilo contemporáneo. En este hotel, la comodidad, la elegancia y un servicio impecable se unen a un diseño más joven y moderno.
Un establecimiento de alta categoría ideal para personajes famosos y estrellas de cine que busquen un poco de discreción. La Réserve Paris se preocupa por la confidencialidad. También se organizan eventos privados.
El Meurice es uno de los mejores establecimientos de París. Su decoración contemporánea y típicamente parisina es obra de Philippe Starck y su hija. Se trata de un lugar exclusivo: el restaurante principal del hotel, Le Meurice, está dirigido por el chef Yannick Alléno, que ha recibido 3 estrellas. No hace falta decir que es uno de los puntos culminantes de la estancia en este hotel. Su ubicación es ideal, justo delante del Jardín de las Tullerías. Las habitaciones están decoradas con gusto y el servicio es impecable.
El W Paris - Opéra finalmente abrió sus puertas el 28 de febrero de 2012. Así, la marca de Starwood ligada a la moda y a las tendencias se asegura un establecimiento de prestigio en París.
El hotel, situado en un edificio del siglo XIX, salta a la vista. Diseño y modernidad se combinan junto con un toque conceptual. Mejor pedir explicaciones al diseñador, ya que es difícil captar el mensaje de otra forma; aunque está claro que el W Paris-Opéra gira alrededor de un tema: The Spark. El establecimiento se define en este "centelleo", creando una unión ficticia entre el primer hotel de Nueva York y su hermano pequeño parisino.
En el corazón de la ópera, el W ya cuenta con los amantes de la marca y espera que el boca a oreja lo convierta en the place to be del barrio, junto con su restaurante y su bar.
Como anuncia el propio eslogan, este hotel es "Votre adresse à Paris" (Tu establecimiento en París): de hecho, no existen demasiados lugares como este en la capital. La diferencia entre una estancia agradable y una memorable reside en los detalles y, sin lugar a dudas, recordarás con emoción tu paso por el Vendôme. Nada más entrar, te recibirán unos porteros tan sonrientes que te sentirás como si fueses el cliente más importante del hotel. Tanto si vas por negocios como por turismo, este hotel boutique satisfará todas tus necesidades con estilo y elegancia.