


Hermoso tres estrellas, de dimensiones reducidas, íntimo y con habitaciones llenas de encanto. La decoración juega con grandes flores y colores agradables que aportan dinamismo y transmiten buen humor.
- Encanto
Hermoso tres estrellas, de dimensiones reducidas, íntimo y con habitaciones llenas de encanto. La decoración juega con grandes flores y colores agradables que aportan dinamismo y transmiten buen humor.
Este hotel se encuentra a pocas decenas de metros de la estación de Montparnasse. Por lo tanto, resulta muy práctico para los viajeros que llegan desde el oeste de Francia o que acuden a trabajar a la torre. Asimismo, se trata de un emplazamiento estratégico desde el punto de vista del transporte público, ya que por allí pasan 4 líneas de metro. Las ventanas del hotel dan a una pequeña plaza en la que se disputan diversos juegos infantiles y una pista de petanca. Es un pequeño espacio verde que no resulta nada desagradable y que se encuentra justo a la salida del hotel. No se trata de un barrio demasiado turístico. En el norte, el distrito 6 es más interesante en este aspecto, y los Jardines de Luxemburgo no quedan demasiado lejos, con sus zonas de césped, por las que podrás dar agradables paseos. Las callejuelas del barrio Latino también quedan cerca del hotel, un poco más arriba, en el mismo distrito 6.
Las 32 habitaciones dobles y triples de este hotel tienen cierta elegancia, Están decoradas en el mismo espíritu natural y bruto que el vestíbulo y la sala del desayuno. Un hermoso parqué oscuro recubre el suelo y contrasta con el blanco de las paredes. En casi todas las habitaciones encontrarás en la cabecera de la cama un gran fresco mural de rosas. Esta decoración, aunque es relativamente sencilla, es muy eficaz, ya que aporta mucha frescura, transmite buen humor y fantasía, y llena la habitación de la belleza sencilla de una flor y la idea de la naturaleza. Los colores cálidos como el púrpura o el chocolate aportan un gran encanto a las habitaciones. Los cuartos de baño son muy modernos, con un revestimiento de mosaico gris. Climatización, Canal+ y wifi.
El establecimiento se ha renovado recientemente con mucho gusto. El hotel du Parc es muy moderno, su decoración interior está cuidada, es refinada y rebosa de pequeños detalles, objetos de decoración, lámparas originales y colores vivos. Nada más llegar el visitante se siente a gusto, gracias a los colores y los materiales, que transmiten encanto y buen humor. El espíritu es llamativo y cercano a la naturaleza. Las paredes de las diversas estancias son de colores diferentes, los suelos son de parqué oscuro o baldosas chocolate, algo que incrementa la fuerza de la naturaleza, y las banquetas y los cojines invitan a sentarse en un universo suave y acogedor. La sala del desayuno, en la primera planta, es muy luminosa y permite contemplar los árboles de la plaza. Este hotel, con sus estancias de formas irregulares, posee un gran encanto. El único contratiempo es que no hay ascensor para acceder a la recepción, situada en la primera planta.
Es la segunda vez que me hospedo en el hotel y su relación calidad precio teniendo en cuenta que estamos en París es muy buena,Destacó sobre todo la amabilidad en la recepción
A cinco minutos de la estación Montparnasse, éste es un hotel clásico y confortable que no decepciona (pero tampoco entusiasma demasiado).
Hotel muy sencillo, sin encanto, situado cerca de la estación de Montparnasse. El precio de las habitaciones es interesante, pero no debes esperar un gran confort.
Un dos estrellas de buena calidad en pleno barrio de Montparnasse.
El Apollinaire, cuyo nombre se debe al famoso artista que vivió allí, es un hotel sencillo y bien equipado.
Un homenaje personal al barrio de los pintores, en una calle animada y por lo tanto muy conocida.
El hotel Abba Montparnasse, que pertenece a un grupo español, ostenta una moderna decoración muy agradable y disfruta de una situación práctica.
Un establecimiento recién renovado en pleno Montparnasse
A dos pasos de la estación y del animado barrio de Montparnasse, un concepto de apartotel a la espera de ser renovado.
Estamos ante un hotel de elegancia francesa y en el que no se tolera ninguna copia ni reproducción. El Bristol forma parte de los pocos hoteles de lujo parisinos que pertenecen a una familia europea (alemana) en lugar de a las grandes familias asiáticas o de los Emiratos Árabes Unidos. Elegante, distinguido y refinado, el Bristol antepone la calidad y la autenticidad de los objetos y materiales. Su restaurante gastronómico atrae a una clientela exigente y amante de la cocina de alta calidad.
El George V hace parte de los palacios parisinos más prestigiosos de la ciudad. Unos pasos dentro el establecimiento son suficientes para darse cuenta que entramos en un hotel donde lujo, perfección y voluptuosidad son la regla. Habitaciones de princesa, salones impresionantes, restaurante el que guía Michelin ha otorgado una estrella, no falta nada al George V para satisfacer a los clientes más exigentes. El diseñador de interior Pierre Yves Rochon se encargo en 1997 de reformar en totalidad el edificio, desde entonces sigue mejorando la decoración de acuerdo con el estilo XVIII siglo.
El último de los palacios parisinos abrió sus puertas el 1 de agosto de 2014. La elegancia y la sofisticación francesa casan a la perfección con el refinamiento asiático en un magnífico edificio de 1908. He aquí el primer establecimiento del grupo Peninsula en Francia y Europa.
Hicieron falta cinco edificios Haussmann para dar vida al Park Hyatt Paris Vendôme, el primer hotel de lujo de la capital concebido con un estilo contemporáneo. En este hotel, la comodidad, la elegancia y un servicio impecable se unen a un diseño más joven y moderno.
Un establecimiento de alta categoría ideal para personajes famosos y estrellas de cine que busquen un poco de discreción. La Réserve Paris se preocupa por la confidencialidad. También se organizan eventos privados.
El Meurice es uno de los mejores establecimientos de París. Su decoración contemporánea y típicamente parisina es obra de Philippe Starck y su hija. Se trata de un lugar exclusivo: el restaurante principal del hotel, Le Meurice, está dirigido por el chef Yannick Alléno, que ha recibido 3 estrellas. No hace falta decir que es uno de los puntos culminantes de la estancia en este hotel. Su ubicación es ideal, justo delante del Jardín de las Tullerías. Las habitaciones están decoradas con gusto y el servicio es impecable.
El W Paris - Opéra finalmente abrió sus puertas el 28 de febrero de 2012. Así, la marca de Starwood ligada a la moda y a las tendencias se asegura un establecimiento de prestigio en París.
El hotel, situado en un edificio del siglo XIX, salta a la vista. Diseño y modernidad se combinan junto con un toque conceptual. Mejor pedir explicaciones al diseñador, ya que es difícil captar el mensaje de otra forma; aunque está claro que el W Paris-Opéra gira alrededor de un tema: The Spark. El establecimiento se define en este "centelleo", creando una unión ficticia entre el primer hotel de Nueva York y su hermano pequeño parisino.
En el corazón de la ópera, el W ya cuenta con los amantes de la marca y espera que el boca a oreja lo convierta en the place to be del barrio, junto con su restaurante y su bar.
Como anuncia el propio eslogan, este hotel es "Votre adresse à Paris" (Tu establecimiento en París): de hecho, no existen demasiados lugares como este en la capital. La diferencia entre una estancia agradable y una memorable reside en los detalles y, sin lugar a dudas, recordarás con emoción tu paso por el Vendôme. Nada más entrar, te recibirán unos porteros tan sonrientes que te sentirás como si fueses el cliente más importante del hotel. Tanto si vas por negocios como por turismo, este hotel boutique satisfará todas tus necesidades con estilo y elegancia.