


La jovialidad y la sencillez están presentes. Un hotel sencillo pero que invita a quedarse. Sin lugar a dudas el buen humor del personal tiene mucho que ver. Es muy agradable oír risas y un poco de sinceridad.
La jovialidad y la sencillez están presentes. Un hotel sencillo pero que invita a quedarse. Sin lugar a dudas el buen humor del personal tiene mucho que ver. Es muy agradable oír risas y un poco de sinceridad.
Se puede acceder rápidamente al hotel, situado a dos pasos de la Porte Maillot, desde la circunvalación y con el RER C. El Arco de Triunfo está a sólo 10 minutos a pie. Existe transporte directo desde los aeropuertos a Porte Maillot.
Se ofrecen cuatro categorías de habitaciones: Las "estándar", con una superficie de 16 m2. Todas están revestidas de moqueta bicolor. La cama es confortable. Las habitaciones superiores (23 m2) están equipadas con pantalla plana y un pequeño vestidor muy funcional. En un hueco junto a la cama, se encuentra el espacio del escritorio. Las lámparas de formas depuradas y rectilíneas desprenden una luz suave y cálida. El cuarto de baño recibe la luz natural. Los lavabos grises, en un gres trabajado, confieren mucha elegancia a este espacio. Las suites, con sus dos espacios separados, tienen acceso a un balcón y están equipadas con sofás convertibles. Las habitaciones dan a una calle un poco ruidosa pero el doble acristalamiento es de calidad.
El vestíbulo de diseño contemporáneo y acogedor es agradable. Es obra del arquitecto de interiores Arnaud de Petiville. La madera oscura está adornada por los revestimientos de tela de los sofás. La disposición del vestíbulo, con sus rincones, crea espacios más íntimos. El bar -de surtido reducido- está abierto las 24 horas. En la planta baja también encontramos una sala de reunión con capacidad para 8 personas. El salón es funcional - como en casa - con su inmensa pantalla plana y acceso a Internet. El desayuno (buffet frío o continental) puede tomarse en mesas individuales o en una "gran mesa" que invita a los clientes a compartir el momento.
Alrededores: 17/20 Numerosos restaurantes - no necesariamente caros - y excelentes panaderías y pastelerías inundan el barrio.
Este pequeño hotel de 27 habitaciones ha sabido fidelizar a su clientela, principalmente de negocios y extranjera. No exageramos si decimos que no se escatima en la mercancía. Las suites tienen un salón separado por un auténtico tabique... En 2011, el hotel debería disponer de Canal+ en todas las habitaciones. Uno de los pisos está reservado a los fumadores. No hay restaurante, ya que se trata de un pequeño hotel. Tampoco dispone de servicio de habitaciones. En cambio, se sirve un estupendo y copioso desayuno. El hotel trabaja en colaboración con la excelente panadería de al lado.
Un hotel con decoración étnica y elegante que está situado en el corazón de un barrio relativamente animado.
En resumen: un buen establecimiento.
El hotel, renovado a finales de 2009, es sencillo y dispone de lo necesario. El barrio es bastante agradable.
Un 3 estrellas familiar con precios razonables.
Este hotel discreto posee un anticuado encanto. Aunque no ofrezca numerosas prestaciones, la calidad de los servicios es impecable y el personal amable.
Un hotel con aspecto moderno.
El punte fuerte del Méridien Étoile, uno de los hoteles más grandes de París, siempre ha sido su amor por el arte, el confort y el refinamiento.
El ambiente se caracteriza por la sensualidad, el terciopelo y una luz tamizada. En este establecimiento de espíritu moderno (no ha cambiado desde 2008), incluso la sala de masajes, el spa y el hammam están sumidos en la oscuridad.
Este establecimiento, nada fuera de lo común, no te dejará un recuerdo imperecedero de tu estancia. O quizás sí, el del toque apagado de un París gris. La luminosidad deja mucho que desear... Con una clientela principalmente de negocios, el Exclusive Montfleuri no es el hotel ideal para alojarte en vacaciones.
Estamos ante un hotel de elegancia francesa y en el que no se tolera ninguna copia ni reproducción. El Bristol forma parte de los pocos hoteles de lujo parisinos que pertenecen a una familia europea (alemana) en lugar de a las grandes familias asiáticas o de los Emiratos Árabes Unidos. Elegante, distinguido y refinado, el Bristol antepone la calidad y la autenticidad de los objetos y materiales. Su restaurante gastronómico atrae a una clientela exigente y amante de la cocina de alta calidad.
El George V hace parte de los palacios parisinos más prestigiosos de la ciudad. Unos pasos dentro el establecimiento son suficientes para darse cuenta que entramos en un hotel donde lujo, perfección y voluptuosidad son la regla. Habitaciones de princesa, salones impresionantes, restaurante el que guía Michelin ha otorgado una estrella, no falta nada al George V para satisfacer a los clientes más exigentes. El diseñador de interior Pierre Yves Rochon se encargo en 1997 de reformar en totalidad el edificio, desde entonces sigue mejorando la decoración de acuerdo con el estilo XVIII siglo.
El último de los palacios parisinos abrió sus puertas el 1 de agosto de 2014. La elegancia y la sofisticación francesa casan a la perfección con el refinamiento asiático en un magnífico edificio de 1908. He aquí el primer establecimiento del grupo Peninsula en Francia y Europa.
Hicieron falta cinco edificios Haussmann para dar vida al Park Hyatt Paris Vendôme, el primer hotel de lujo de la capital concebido con un estilo contemporáneo. En este hotel, la comodidad, la elegancia y un servicio impecable se unen a un diseño más joven y moderno.
El W Paris - Opéra finalmente abrió sus puertas el 28 de febrero de 2012. Así, la marca de Starwood ligada a la moda y a las tendencias se asegura un establecimiento de prestigio en París.
El hotel, situado en un edificio del siglo XIX, salta a la vista. Diseño y modernidad se combinan junto con un toque conceptual. Mejor pedir explicaciones al diseñador, ya que es difícil captar el mensaje de otra forma; aunque está claro que el W Paris-Opéra gira alrededor de un tema: The Spark. El establecimiento se define en este "centelleo", creando una unión ficticia entre el primer hotel de Nueva York y su hermano pequeño parisino.
En el corazón de la ópera, el W ya cuenta con los amantes de la marca y espera que el boca a oreja lo convierta en the place to be del barrio, junto con su restaurante y su bar.
Un establecimiento de alta categoría ideal para personajes famosos y estrellas de cine que busquen un poco de discreción. La Réserve Paris se preocupa por la confidencialidad. También se organizan eventos privados.
El Meurice es uno de los mejores establecimientos de París. Su decoración contemporánea y típicamente parisina es obra de Philippe Starck y su hija. Se trata de un lugar exclusivo: el restaurante principal del hotel, Le Meurice, está dirigido por el chef Yannick Alléno, que ha recibido 3 estrellas. No hace falta decir que es uno de los puntos culminantes de la estancia en este hotel. Su ubicación es ideal, justo delante del Jardín de las Tullerías. Las habitaciones están decoradas con gusto y el servicio es impecable.
Como anuncia el propio eslogan, este hotel es "Votre adresse à Paris" (Tu establecimiento en París): de hecho, no existen demasiados lugares como este en la capital. La diferencia entre una estancia agradable y una memorable reside en los detalles y, sin lugar a dudas, recordarás con emoción tu paso por el Vendôme. Nada más entrar, te recibirán unos porteros tan sonrientes que te sentirás como si fueses el cliente más importante del hotel. Tanto si vas por negocios como por turismo, este hotel boutique satisfará todas tus necesidades con estilo y elegancia.