


Este agradable dos estrellas apuesta por su situación y su bar recientemente renovado.
Este agradable dos estrellas apuesta por su situación y su bar recientemente renovado.
Este hotel, situado en el bulevar Garibaldi a la altura de la estación Sèvres Lecourbe (línea 6), disfruta de la proximidad de los comercios de la calle Lecourbe. Esta zona es la sede de la UNESCO, pero también alberga monumentos de envergadura como los Inválidos y la Escuela Militar. Y cómo no, la Torre Eiffel, que nunca está demasiado lejos. La línea 6 te llevará a orillas del Sena en cuatro paradas.
La falta de espacio de los pasillos se prolonga un poco en la habitación. La puerta del baño toca con el pie de la cama. En cambio, nada a destacar sobre la limpieza o la calidad de la cama. Habría que retocar los marcos para mejorar la insonorización. No disponen de minibar ni de climatización, pero al menos tienen una pantalla plana grande y conexión wifi gratuita.
La entrada por la sala del restaurante ofrece una original visión. El bar recientemente renovado también destaca. Está abierto hasta las 2:00 de la madrugada y organiza noches de conciertos. La recepción, situada en la prolongación, marca el acceso a las plantas. Es una pena que el hueco de la escalera y los pasillos sean tan estrechos. ¡Te resultará difícil abrir la puerta si tu vecino de rellano llega al mismo tiempo que tú!
EPA
Très bon hôtel, très bien desservi et chambre confortable.
Localisation, très bien situé
Prix un peu cher, mais prix parisiens
Hotel acogedor,limpio,centrico,desayuno bufett,conexion a internet,suelos de moqueta,baño privado,recepcion 24h y trato amable del personal
cerca del metro y de la torre eiffel,bar de comida rapida y barata muy cerca,limpieza diaria, buena calefaccion.
habitaciones antiguas,el papel de la pared estaba despegado,la television no funciono en toda la estancia, armario muy pequeño
Un ambiente exótico y de color ligeramente mexicano, cerca de la UNESCO.
Disfruta de la localización de una dirección con encanto y de su patio en verano.
Este hotel con encanto rinde homenaje al Almirante Pierre André de Suffren.
Este tres estrellas se ubica en uno de los barrios más exclusivo de la capital: el séptimo distrito de Paris. Esta justo en frente de la Unesco y en su calles hay varias embajadas por ello la zona es muy segura dado que es una parte de París bien vigilada. La torre Eiffel, el campo de Marte y los inválidos están al lado sin embargo el barrio es muy tranquilo, además el hotel se ubica al fondo de un patio. Es un verdadero remanso de paz donde no hay ruido? Un sitio perfecto para las parejas que quieren pasar un fin de semana romántico sin arruinarse.
Este Ibis, siempre bien equipado, es sobre todo un hotel de grupo. Puede acoger hasta 1.000 personas, lo que es mucha gente para un hotel.
Un hotel en pleno cambio que pronto debería convertirse en un establecimiento moderno y de categoría.
Un dos estrellas clásico, moderno y elegante instalado en una calle comercial.
Una nave futurista con hammam y gimnasio ha aterrizado al lado de los Inválidos.
Estamos ante un hotel de elegancia francesa y en el que no se tolera ninguna copia ni reproducción. El Bristol forma parte de los pocos hoteles de lujo parisinos que pertenecen a una familia europea (alemana) en lugar de a las grandes familias asiáticas o de los Emiratos Árabes Unidos. Elegante, distinguido y refinado, el Bristol antepone la calidad y la autenticidad de los objetos y materiales. Su restaurante gastronómico atrae a una clientela exigente y amante de la cocina de alta calidad.
El George V hace parte de los palacios parisinos más prestigiosos de la ciudad. Unos pasos dentro el establecimiento son suficientes para darse cuenta que entramos en un hotel donde lujo, perfección y voluptuosidad son la regla. Habitaciones de princesa, salones impresionantes, restaurante el que guía Michelin ha otorgado una estrella, no falta nada al George V para satisfacer a los clientes más exigentes. El diseñador de interior Pierre Yves Rochon se encargo en 1997 de reformar en totalidad el edificio, desde entonces sigue mejorando la decoración de acuerdo con el estilo XVIII siglo.
El último de los palacios parisinos abrió sus puertas el 1 de agosto de 2014. La elegancia y la sofisticación francesa casan a la perfección con el refinamiento asiático en un magnífico edificio de 1908. He aquí el primer establecimiento del grupo Peninsula en Francia y Europa.
Hicieron falta cinco edificios Haussmann para dar vida al Park Hyatt Paris Vendôme, el primer hotel de lujo de la capital concebido con un estilo contemporáneo. En este hotel, la comodidad, la elegancia y un servicio impecable se unen a un diseño más joven y moderno.
Un establecimiento de alta categoría ideal para personajes famosos y estrellas de cine que busquen un poco de discreción. La Réserve Paris se preocupa por la confidencialidad. También se organizan eventos privados.
El Meurice es uno de los mejores establecimientos de París. Su decoración contemporánea y típicamente parisina es obra de Philippe Starck y su hija. Se trata de un lugar exclusivo: el restaurante principal del hotel, Le Meurice, está dirigido por el chef Yannick Alléno, que ha recibido 3 estrellas. No hace falta decir que es uno de los puntos culminantes de la estancia en este hotel. Su ubicación es ideal, justo delante del Jardín de las Tullerías. Las habitaciones están decoradas con gusto y el servicio es impecable.
El W Paris - Opéra finalmente abrió sus puertas el 28 de febrero de 2012. Así, la marca de Starwood ligada a la moda y a las tendencias se asegura un establecimiento de prestigio en París.
El hotel, situado en un edificio del siglo XIX, salta a la vista. Diseño y modernidad se combinan junto con un toque conceptual. Mejor pedir explicaciones al diseñador, ya que es difícil captar el mensaje de otra forma; aunque está claro que el W Paris-Opéra gira alrededor de un tema: The Spark. El establecimiento se define en este "centelleo", creando una unión ficticia entre el primer hotel de Nueva York y su hermano pequeño parisino.
En el corazón de la ópera, el W ya cuenta con los amantes de la marca y espera que el boca a oreja lo convierta en the place to be del barrio, junto con su restaurante y su bar.
Como anuncia el propio eslogan, este hotel es "Votre adresse à Paris" (Tu establecimiento en París): de hecho, no existen demasiados lugares como este en la capital. La diferencia entre una estancia agradable y una memorable reside en los detalles y, sin lugar a dudas, recordarás con emoción tu paso por el Vendôme. Nada más entrar, te recibirán unos porteros tan sonrientes que te sentirás como si fueses el cliente más importante del hotel. Tanto si vas por negocios como por turismo, este hotel boutique satisfará todas tus necesidades con estilo y elegancia.