


Este hotel es una joya que solamente propone habitaciones dobles decoradas con una sutil mezcla de estilo Segundo Imperio y otro más moderno. Cuenta con muchos atractivos y encantos, como un magnífico patio interior.
Este hotel es una joya que solamente propone habitaciones dobles decoradas con una sutil mezcla de estilo Segundo Imperio y otro más moderno. Cuenta con muchos atractivos y encantos, como un magnífico patio interior.
Este hotel está muy bien ubicado en la esquina de la calle Archives con la calle de la Verrerie, en pleno corazón del Marais. El barrio goza de una ubicación estratégica y es precioso. Desde el hotel se puede visitar el centro histórico de París a pie: Notre-Dame, el Centro Georges Pompidou, la isla de San Luis o el Hôtel de Ville, todos ellos a pocos minutos. La Plaza des Vosges, uno de los lugares más pintorescos de París, está muy cerca. Las callejuelas históricas del Marais se extienden desde la misma entrada del hotel. Además, el Louvre, el Museo de Orsay o el Barrio Latino están a pocas paradas de metro. Cuando se cierran las orillas del Sena a la circulación de los coches, son magníficos lugares para dar paseos. La Villa Mazarine está al lado del metro Hotel de Ville por el que pasa la línea 1 que cruza todo París y presenta un monumento mundialmente conocido en cada parada.
El hotel se compone de habitaciones dobles, estándar y superiores, habitaciones dúplex y un apartamento. Las categorías básicas cuentan con una decoración tan elegante como las más lujosas. La diferencia entre las categorías es el tamaño. Un punto original del hotel es que cada planta está decorada de manera diferente, aunque todas comparten el mismo espíritu. Los colores de las habitaciones y de los pasillos cambian de una planta a la otra. Algunas son verdes, otras azules o incluso negras, pero cada planta presenta un color vivo, profundo y con mucha personalidad. Según el gusto de la persona, se preferirá una decoración u otra, pero todas las habitaciones son muy agradables y acogedoras. El mobiliario de madera blanca es muy bonito, hay sillones en todas las habitaciones y algunas incluso tienen estatuas hindúes. Los cuartos de baño son de embaldosado gris oscuro y muy moderno. En la entrada de cada habitación hay un espacio de "cortesía" con fregadero, vajilla y minibar. Las habitaciones de la 5ª planta disponen de un gran balcón. Las dúplex son las más bonitas con un agradable salón en la parte inferior y la habitación en la superior, muy acogedora y rebosante de encanto. Conexión wifi gratuita.
El hotel está instalado en la esquina de una calle, encima de un restaurante. Las ventanas de este bonito hotel en ángulo ofrecen unas bonitas vistas. La Villa Mazarine es una magnífica joya llena de encanto y de personalidad. Ofrece una fabulosa mezcla entre una decoración moderna y estilizada, y un mobiliario y elementos decorativos más tradiciones. Por ejemplo, los pasillos de colores acidulados contemporáneos están decorados con espejos trabajados, el mobiliario estilo imperio está cubierto de tela blanca muy moderna y las paredes ancestrales de piedra están bañadas por una luz rosa. Se mezclan audazmente códigos, épocas y tendencias. Uno de los puntos fuertes del hotel es su patio interior cubierto por una terraza de madera acondicionada con mesas y sillas. Allí podrás desayunar. Si no, se puede desayunar en el subsuelo, en una magnífica sala abovedada en la que también se encuentra el bar del hotel. El sofisticado mobiliario de mesas cubiertas con manteles blancos le da mucho refinamiento al lugar.
El Hotel Beaubourg está muy cerca del Centro Pompidou y ofrece un alojamiento tradicional y acogedor, ideal para ir a pasear por este animado barrio.
Un hotel con una decoración a la antigua, rústica y pasada de moda. En pleno centro de París y con una acogida de lo más agradable.
El encanto del De Lutèce reside en su ubicación. Se trata de un buen hotelito en la isla de Saint Louis, en pleno centro de París. Este establecimiento a orillas del Sena y a dos minutos a pie de Notre Dame, es sin duda un lugar que vale la pena visitar durante una estancia en la capital. El hotel no ofrece ni comida ni cena, aunque, estando en el centro de París, ¿quién querría quedarse en el hotel?
Este hotel, antiguo palacete del Marais, seduce por el mítico barrio en el que se encuentra enclavado y por su entorno tradicional.
En este hotel familiar situado en la histórica isla de Saint Louis, el entorno y el trato personalizado atenúan la decepción que se experimenta al entrar en las anticuadas habitaciones.
El Hotel Paris Rivoli está a dos pasos del barrio de Saint Paul. Se ofrece un alojamiento cómodo y bien mantenido, aunque no se ha llevado a cabo ningún esfuerzo en la decoración.
A dos pasos del Ayuntamiento, el Duo apuesta por el diseño para seducir a sus clientes.
La Villa Saint Germain, escondida en una callejuela detrás de la iglesia de Saint-Germain-des-Prés, era muy conocida por su club de jazz. Se trataba del lugar de encuentro de muchos aficionados a este estilo de música, aunque ahora hace tiempo que cerró sus puertas. Sin embargo, el hotel ha conservado su fama. Se reformó completamente en 2001 y exhibe un estilo moderno de líneas esenciales. Este pequeño establecimiento, que incluye pocas zonas comunes, pertenece a una familia; como reivindicación del barrio en el que se inscribe, anima claramente a los clientes a sacar partido de las numerosas atracciones de la Ciudad de la Luz.
Estamos ante un hotel de elegancia francesa y en el que no se tolera ninguna copia ni reproducción. El Bristol forma parte de los pocos hoteles de lujo parisinos que pertenecen a una familia europea (alemana) en lugar de a las grandes familias asiáticas o de los Emiratos Árabes Unidos. Elegante, distinguido y refinado, el Bristol antepone la calidad y la autenticidad de los objetos y materiales. Su restaurante gastronómico atrae a una clientela exigente y amante de la cocina de alta calidad.
El George V hace parte de los palacios parisinos más prestigiosos de la ciudad. Unos pasos dentro el establecimiento son suficientes para darse cuenta que entramos en un hotel donde lujo, perfección y voluptuosidad son la regla. Habitaciones de princesa, salones impresionantes, restaurante el que guía Michelin ha otorgado una estrella, no falta nada al George V para satisfacer a los clientes más exigentes. El diseñador de interior Pierre Yves Rochon se encargo en 1997 de reformar en totalidad el edificio, desde entonces sigue mejorando la decoración de acuerdo con el estilo XVIII siglo.
El último de los palacios parisinos abrió sus puertas el 1 de agosto de 2014. La elegancia y la sofisticación francesa casan a la perfección con el refinamiento asiático en un magnífico edificio de 1908. He aquí el primer establecimiento del grupo Peninsula en Francia y Europa.
Hicieron falta cinco edificios Haussmann para dar vida al Park Hyatt Paris Vendôme, el primer hotel de lujo de la capital concebido con un estilo contemporáneo. En este hotel, la comodidad, la elegancia y un servicio impecable se unen a un diseño más joven y moderno.
El Meurice es uno de los mejores establecimientos de París. Su decoración contemporánea y típicamente parisina es obra de Philippe Starck y su hija. Se trata de un lugar exclusivo: el restaurante principal del hotel, Le Meurice, está dirigido por el chef Yannick Alléno, que ha recibido 3 estrellas. No hace falta decir que es uno de los puntos culminantes de la estancia en este hotel. Su ubicación es ideal, justo delante del Jardín de las Tullerías. Las habitaciones están decoradas con gusto y el servicio es impecable.
El W Paris - Opéra finalmente abrió sus puertas el 28 de febrero de 2012. Así, la marca de Starwood ligada a la moda y a las tendencias se asegura un establecimiento de prestigio en París.
El hotel, situado en un edificio del siglo XIX, salta a la vista. Diseño y modernidad se combinan junto con un toque conceptual. Mejor pedir explicaciones al diseñador, ya que es difícil captar el mensaje de otra forma; aunque está claro que el W Paris-Opéra gira alrededor de un tema: The Spark. El establecimiento se define en este "centelleo", creando una unión ficticia entre el primer hotel de Nueva York y su hermano pequeño parisino.
En el corazón de la ópera, el W ya cuenta con los amantes de la marca y espera que el boca a oreja lo convierta en the place to be del barrio, junto con su restaurante y su bar.
Un establecimiento de alta categoría ideal para personajes famosos y estrellas de cine que busquen un poco de discreción. La Réserve Paris se preocupa por la confidencialidad. También se organizan eventos privados.
Como anuncia el propio eslogan, este hotel es "Votre adresse à Paris" (Tu establecimiento en París): de hecho, no existen demasiados lugares como este en la capital. La diferencia entre una estancia agradable y una memorable reside en los detalles y, sin lugar a dudas, recordarás con emoción tu paso por el Vendôme. Nada más entrar, te recibirán unos porteros tan sonrientes que te sentirás como si fueses el cliente más importante del hotel. Tanto si vas por negocios como por turismo, este hotel boutique satisfará todas tus necesidades con estilo y elegancia.