


Un hotel con un nivel de confort adecuado, pero con unas habitaciones pequeñas bien cuidadas a las que les falta un poco de encanto y originalidad.
- Cultura
- Familia
- Bien situado
Un hotel con un nivel de confort adecuado, pero con unas habitaciones pequeñas bien cuidadas a las que les falta un poco de encanto y originalidad.
El hotel está al sur del barrio de Pigalle, barrio famoso por las noches de excesos en sus bares, restaurantes y discotecas. Un poco más abajo en la calle, en la plaza de Saint-Georges, hay una agradable plaza ajardinada que permite respirar un poco de aire puro. El barrio es tranquilo y cuenta con muchas zonas invadidas por pequeños restaurantes y cafés modernos, jóvenes y dinámicos. Con una ubicación ideal, estás a unos minutos de la Butte Montmartre y de una visita ineludible al Sagrado Corazón, uno de los lugares más emblemáticos de la capital. El metro más cercano es Saint-Georges, línea 12, que permite llegar rápidamente a la plaza de la Concordia, y desde ahí, con la línea 1, atravesar todo París y visitar los espléndidos monumentos del centro.
El hotel cuenta con 44 habitaciones estándar y superiores. Todas están decoradas de la misma manera, con matices de gris topo. El mobiliario es sencillo y funcional, y las camas están cubiertas con unos cómodos edredones. Las habitaciones disponen de caja fuerte y conexión wifi a Internet gratuita. La única diferencia entre las habitaciones es el tamaño. La decoración global es bastante sobria y sencilla, sin elementos que le confieran ningún toque de encanto.
Una parte de la planta baja ocupa un antiguo café, Le Tartuffe. La entrada del hotel es más original, porque se abre a un espacio largo, que antiguamente era un bar, y que hoy en día se ha transformado en un gran salón muy acogedor, amueblado con unos cómodos sillones Club de piel. En la prolongación se encuentra la sala del desayuno, decorada de forma muy moderna en tonos chocolate y claros. El hotel está decorado en casi todas partes con un mobiliario de madera muy elegante. La arquitectura de algunas zonas del hotel es totalmente irregular, lo que no le aporta nada de clase al hotel.
La sala de desayunos tiene el mismo estilo que el hotel: acogedora, alegre, lúdica y agradable. La decoración es muy original: lámparas de araña con forma de tetera, espejos, originales tulipas, cojines de colores... Son algunos de los toques decorativos que te pondrán de buen humor al levantarte. El mobiliario es de bambú lacado. Un detalle importante es la zona de juegos para niños, que permite a los padres tomar el desayuno con calma. Allí encontrarán juegos, libros, zona para comer y muebles adaptados a su tamaño. El desayuno es un bufé frío y caliente, dulce y salado.
El George Opéra pertenece al grupo hotelero Astolet, que gestiona hoteles de gran calidad.
salón de belleza, baño turco
El Trocadéro es un hotel bien mantenido y bien ubicado.
Es un hotel cómodo, aunque sin especiales detalles, en el que destaca el servicio, capaz de satisfacer a una clientela internacional.
El Garden Elysée se encuentra en una calle cerca de los Campos Elíseos. Es un hotel agradable con unas habitaciones luminosas y amplias, que cuenta con numerosos equipamientos, como un patio exterior abierto en verano, así como una veranda. Este establecimiento es ideal para las personas que viajan por negocios y las parejas y familias que buscan un alojamiento sencillo.
¿Estás buscando algo distinto y nuevas sensaciones? Entonces el Sezz es tu hotel. En la penumbra, el hotel se ríe de los cánones y flirtea con la combinación del estilo fashion del bar con la elegancia y la clase de las habitaciones.
Un espíritu zen en un entorno Art Nouveau, a dos pasos del muelle Branly y de su museo de las civilizaciones.
Un bonito hotel, de estilo Art Decó
Si quieres un consejo, te diremos que pases de largo. Exceptuando la cercanía inmediata al Trocadéro y a sus jardines, es difícil encontrar atractivos a este establecimiento que no apuesta fuerte por la calidad de sus servicios. La falta de organización y el desacuerdo del personal se notan demasiado...
Muy bien situado al lado de Champ de Mars y de la Torre Eiffel, este hotel de la cadena Mercure ofrece un confort clásico, digno de los mejores hoteles Accor. Es notable el contraste entre las habitaciones, sencillas y sobrias, y las zonas comunes, como el restaurante y el bar, decorados de forma más osada.
Estamos ante un hotel de elegancia francesa y en el que no se tolera ninguna copia ni reproducción. El Bristol forma parte de los pocos hoteles de lujo parisinos que pertenecen a una familia europea (alemana) en lugar de a las grandes familias asiáticas o de los Emiratos Árabes Unidos. Elegante, distinguido y refinado, el Bristol antepone la calidad y la autenticidad de los objetos y materiales. Su restaurante gastronómico atrae a una clientela exigente y amante de la cocina de alta calidad.
El George V hace parte de los palacios parisinos más prestigiosos de la ciudad. Unos pasos dentro el establecimiento son suficientes para darse cuenta que entramos en un hotel donde lujo, perfección y voluptuosidad son la regla. Habitaciones de princesa, salones impresionantes, restaurante el que guía Michelin ha otorgado una estrella, no falta nada al George V para satisfacer a los clientes más exigentes. El diseñador de interior Pierre Yves Rochon se encargo en 1997 de reformar en totalidad el edificio, desde entonces sigue mejorando la decoración de acuerdo con el estilo XVIII siglo.
El último de los palacios parisinos abrió sus puertas el 1 de agosto de 2014. La elegancia y la sofisticación francesa casan a la perfección con el refinamiento asiático en un magnífico edificio de 1908. He aquí el primer establecimiento del grupo Peninsula en Francia y Europa.
Hicieron falta cinco edificios Haussmann para dar vida al Park Hyatt Paris Vendôme, el primer hotel de lujo de la capital concebido con un estilo contemporáneo. En este hotel, la comodidad, la elegancia y un servicio impecable se unen a un diseño más joven y moderno.
Un establecimiento de alta categoría ideal para personajes famosos y estrellas de cine que busquen un poco de discreción. La Réserve Paris se preocupa por la confidencialidad. También se organizan eventos privados.
El Meurice es uno de los mejores establecimientos de París. Su decoración contemporánea y típicamente parisina es obra de Philippe Starck y su hija. Se trata de un lugar exclusivo: el restaurante principal del hotel, Le Meurice, está dirigido por el chef Yannick Alléno, que ha recibido 3 estrellas. No hace falta decir que es uno de los puntos culminantes de la estancia en este hotel. Su ubicación es ideal, justo delante del Jardín de las Tullerías. Las habitaciones están decoradas con gusto y el servicio es impecable.
El W Paris - Opéra finalmente abrió sus puertas el 28 de febrero de 2012. Así, la marca de Starwood ligada a la moda y a las tendencias se asegura un establecimiento de prestigio en París.
El hotel, situado en un edificio del siglo XIX, salta a la vista. Diseño y modernidad se combinan junto con un toque conceptual. Mejor pedir explicaciones al diseñador, ya que es difícil captar el mensaje de otra forma; aunque está claro que el W Paris-Opéra gira alrededor de un tema: The Spark. El establecimiento se define en este "centelleo", creando una unión ficticia entre el primer hotel de Nueva York y su hermano pequeño parisino.
En el corazón de la ópera, el W ya cuenta con los amantes de la marca y espera que el boca a oreja lo convierta en the place to be del barrio, junto con su restaurante y su bar.
Como anuncia el propio eslogan, este hotel es "Votre adresse à Paris" (Tu establecimiento en París): de hecho, no existen demasiados lugares como este en la capital. La diferencia entre una estancia agradable y una memorable reside en los detalles y, sin lugar a dudas, recordarás con emoción tu paso por el Vendôme. Nada más entrar, te recibirán unos porteros tan sonrientes que te sentirás como si fueses el cliente más importante del hotel. Tanto si vas por negocios como por turismo, este hotel boutique satisfará todas tus necesidades con estilo y elegancia.