


Lo tiene todo para gustar. No te lo puedes perder.
Lo tiene todo para gustar. No te lo puedes perder.
El hotel Montréal se encuentra en el cruce de los placeres parisinos, en una pequeña y bulliciosa calle comercial con numerosos bares y restaurantes, a destacar algunos famosos restaurantes típicos y bares de vinos. Está cerca de la estación St Lazare. Podrás elegir en las inmediaciones entre ir de compras a los grandes almacenes cercanos o visitar los monumentos históricos, empezando por la Ópera Garnier, a sólo unos pasos. Para pasar de inmediato al histórico "París nocturno", la mítica sala de conciertos L'Olympia te espera con los brazos abiertos. Metro más cercano: Madeleine.
Las habitaciones son grandes, limpias y luminosas. Las habitaciones, de techo alto, reciben luz directa a través de grandes puertas-ventanas. La gran cama parece muy cómoda, está decorada con un imponente cabecero de madera con sus lámparas personales y un mando a distancia incrustado para la radio. La decoración es impecable y destaca el esmero en los detalles: un ejemplo de ello son el periódico y los caramelos que esperan sobre la cama la llegada de los nuevos huéspedes. Las prestaciones son sorprendentes: televisión de plasma conectada vía satélite y Canal +, climatización individual, minibar surtido y conexión wifi gratuita. Tampoco falta una bandeja de bienvenida con todo lo necesario para preparar un té o un café. El cuarto de baño es impresionante. Es grande, todo de madera, con bañera, secador de pelo y todos los accesorios básicos. El precio es asequible para este nivel de confort. Un punto a su favor.
El hotel y sus 20 habitaciones fueron renovados totalmente hace unos años. Por lo que todo está impecable, realizado con gusto, con un ligero espíritu viajero-chic y sobre todo una referencia marcada al escritor Georges Sand que dio su nombre al establecimiento después del nacimiento de su hijo en dichas instalaciones. Madera, matices de beige-marrón, algunos objetos sorprendentes y por supuesto una biblioteca en la que encontramos una parte de las obras del escritor así como referencias al París histórico. El trato es especialmente acogedor, un punto a favor de esta dirección con encanto.
Bon rapport qualité prix, accueil sympathique et professionnel.
Bien placé, confort, originalité. beau dépaysement.
Un peu de bruit, mais je viens de la compagne alors ce n'est peut-être pas pertinent.
Un cuatro estrellas muy elegante que alberga unas obras originales como una gran vidriera bajo la que se ha acondicionado un salón muy refinado. Las habitaciones ostentan una magnífica decoración contemporánea.
El hotel es ideal para los jóvenes que no quieran dedicar todo su presupuesto al alojamiento. El barrio es perfecto y el hotel tiene realmente una buena decoración, ideal para un fin de semana en la ciudad.
La modernidad de los materiales, el gusto por la decoración de tendencia sin una sobredosis de diseño y un pequeño hotel muy agradable, de estilo refinado.
Un hotel muy práctico.
Un establecimiento con un encanto atemporal situado en el barrio de los Grandes Almacenes.
El hotel Opal cuenta con varias ventajas: una decoración agradable, un barrio animado, un trato dinámico y tarifas atractivas.
Un establecimiento familiar con una decoración neoclásica
Residencia hotelera constituida por apartamentos y estudios. Destaca la magnífica decoración muy moderna, con colores y materiales de una gran finura. Un lugar precioso.
Estamos ante un hotel de elegancia francesa y en el que no se tolera ninguna copia ni reproducción. El Bristol forma parte de los pocos hoteles de lujo parisinos que pertenecen a una familia europea (alemana) en lugar de a las grandes familias asiáticas o de los Emiratos Árabes Unidos. Elegante, distinguido y refinado, el Bristol antepone la calidad y la autenticidad de los objetos y materiales. Su restaurante gastronómico atrae a una clientela exigente y amante de la cocina de alta calidad.
El George V hace parte de los palacios parisinos más prestigiosos de la ciudad. Unos pasos dentro el establecimiento son suficientes para darse cuenta que entramos en un hotel donde lujo, perfección y voluptuosidad son la regla. Habitaciones de princesa, salones impresionantes, restaurante el que guía Michelin ha otorgado una estrella, no falta nada al George V para satisfacer a los clientes más exigentes. El diseñador de interior Pierre Yves Rochon se encargo en 1997 de reformar en totalidad el edificio, desde entonces sigue mejorando la decoración de acuerdo con el estilo XVIII siglo.
El último de los palacios parisinos abrió sus puertas el 1 de agosto de 2014. La elegancia y la sofisticación francesa casan a la perfección con el refinamiento asiático en un magnífico edificio de 1908. He aquí el primer establecimiento del grupo Peninsula en Francia y Europa.
Hicieron falta cinco edificios Haussmann para dar vida al Park Hyatt Paris Vendôme, el primer hotel de lujo de la capital concebido con un estilo contemporáneo. En este hotel, la comodidad, la elegancia y un servicio impecable se unen a un diseño más joven y moderno.
Un establecimiento de alta categoría ideal para personajes famosos y estrellas de cine que busquen un poco de discreción. La Réserve Paris se preocupa por la confidencialidad. También se organizan eventos privados.
El Meurice es uno de los mejores establecimientos de París. Su decoración contemporánea y típicamente parisina es obra de Philippe Starck y su hija. Se trata de un lugar exclusivo: el restaurante principal del hotel, Le Meurice, está dirigido por el chef Yannick Alléno, que ha recibido 3 estrellas. No hace falta decir que es uno de los puntos culminantes de la estancia en este hotel. Su ubicación es ideal, justo delante del Jardín de las Tullerías. Las habitaciones están decoradas con gusto y el servicio es impecable.
El W Paris - Opéra finalmente abrió sus puertas el 28 de febrero de 2012. Así, la marca de Starwood ligada a la moda y a las tendencias se asegura un establecimiento de prestigio en París.
El hotel, situado en un edificio del siglo XIX, salta a la vista. Diseño y modernidad se combinan junto con un toque conceptual. Mejor pedir explicaciones al diseñador, ya que es difícil captar el mensaje de otra forma; aunque está claro que el W Paris-Opéra gira alrededor de un tema: The Spark. El establecimiento se define en este "centelleo", creando una unión ficticia entre el primer hotel de Nueva York y su hermano pequeño parisino.
En el corazón de la ópera, el W ya cuenta con los amantes de la marca y espera que el boca a oreja lo convierta en the place to be del barrio, junto con su restaurante y su bar.
Como anuncia el propio eslogan, este hotel es "Votre adresse à Paris" (Tu establecimiento en París): de hecho, no existen demasiados lugares como este en la capital. La diferencia entre una estancia agradable y una memorable reside en los detalles y, sin lugar a dudas, recordarás con emoción tu paso por el Vendôme. Nada más entrar, te recibirán unos porteros tan sonrientes que te sentirás como si fueses el cliente más importante del hotel. Tanto si vas por negocios como por turismo, este hotel boutique satisfará todas tus necesidades con estilo y elegancia.