


El Powers es uno de los iconos de la hotelería clásica parisina.
- Cultura
- Bien situado
- Encanto
- Bienestar
El Powers es uno de los iconos de la hotelería clásica parisina.
El hotel está situado en pleno Triángulo de Oro, donde se encuentran las mejores boutiques de lujo, los Campos Elíseos y las cervecerías típicas parisinas. Encontrarás varias estaciones de metro y paradas de autobús a unos pocos metros del hotel. En los Campos Elíseos abundan las atracciones turísticas, los museos, cines, bares, discotecas y tiendas. Pero, ojo, la zona está plagada de turistas...
Las 50 habitaciones y suites son amplias (entre 27 y 45 m²) y tienen mucho encanto, con una decoración clásica que les da un aspecto antiguo muy encantador: grandes sofás de terciopelo, espejo patinado, chimenea de mármol. Y por supuesto, su equipamiento es de lo más moderno con pantalla plana y televisión de pago, caja fuerte, una botella de agua Wattwiller de regalo, aire acondicionado individual, secador de pelo, albornoces y productos de tocador Bulgari. Las suites júnior son muy agradables gracias a su terraza o mirador, balcón interior con ventanas antiguas, un pequeño espacio para tomar su desayuno de la manera más romántica. Las habitaciones de la 6ª planta son abuhardilladas lo cual les concede un estilo de lo más encantador. El hotel contiene 5 habitaciones de diferentes categorías en un pasillo bastante apartado del resto del establecimiento con sofás en el pasillo; es una buena opción para las familias numerosas que quieran alojarse todas juntas.
Se trata de un hotel con la más pura tradición clásica. El propietario es un apasionado de las antigüedades y prácticamente todos los muebles del hotel son de segunda mano, cada uno de ellos con su propia historia. El edificio ha conservado su hueco de escalera y sus ventanales de origen, cosa que le da un aspecto muy singular al conjunto. Frente a la recepción está el bar que abre de 6:30 h a medianoche en el que disfrutarás de un ambiente acogedor gracias a su decoración clásica de inspiración marina. El bar pone música brasileña por las noches y dispone de un gran abanico de whiskys para elegir. El hotel cuenta con un servicio de habitaciones de 12:00 a 23:00 h que sirve una cocina francesa y libanesa. Asimismo, el hotel dispone de una sala de juntas de 30 m² que recibe luz natural. Cuenta con una decoración original puramente clásica (moqueta, molduras, etc.) que contrasta con los típicos salones insípidos que solemos encontrar en los hoteles. En esta misma planta se encuentra la sala del desayuno, muy bien decorada aunque algo pequeña, y una sauna a disposición de los clientes que quieran relajarse.
¿De dónde viene el nombre del hotel? En el momento de su creación, en 1919, tener un nombre inglés era de lo más elegante.
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El Prince de Galles se beneficia de una situación excelente, a cinco minutos a pie de los Campos Elíseos. Este hotel de lujo carece de personalidad y ostenta una decoración normal. Es perfecto para los clientes que deseen ser autónomos. Las habitaciones son muy cómodas y las mullidas camas con sus cojines y sus sábanas delicadas invitan a los clientes a tumbarse en ellas.
El hotel Chambiges Elysées, perfecto para un fin de semana cultural, tiene una decoración realmente clásica y se encuentra muy cerca de los museos más interesantes.
El hotel, totalmente renovado en 2009, vuelve a los años locos, con una decoración de los años '20 que no escatima en esfuerzos ni detalles.
"La mejor solución a un problema es hacer una pausa", y la pausa será de lo más agradable si tiene lugar en el hotel Claridge: en el pequeño y acogedor restaurante, en el hall reformado recientemente o en las habitaciones neoclásicas.
El George V hace parte de los palacios parisinos más prestigiosos de la ciudad. Unos pasos dentro el establecimiento son suficientes para darse cuenta que entramos en un hotel donde lujo, perfección y voluptuosidad son la regla. Habitaciones de princesa, salones impresionantes, restaurante el que guía Michelin ha otorgado una estrella, no falta nada al George V para satisfacer a los clientes más exigentes. El diseñador de interior Pierre Yves Rochon se encargo en 1997 de reformar en totalidad el edificio, desde entonces sigue mejorando la decoración de acuerdo con el estilo XVIII siglo.
Un ambiente lujoso en un barrio no menos lujoso y una encantadora decoración Art Decó hacen de La Trémoille un hotel ideal.
Este bonito hotel-boutique tiene algunas ventajas: una refinada decoración y una excelente ubicación.
En los años 30, este hotel era una pensión familiar. El grupo ha conseguido renovarlo y evolucionar (durante muchos años fue de 2 ó 3 estrellas), pero su espíritu se ha mantenido intacto: un personal fiel, una decoración muy clásica...
Estamos ante un hotel de elegancia francesa y en el que no se tolera ninguna copia ni reproducción. El Bristol forma parte de los pocos hoteles de lujo parisinos que pertenecen a una familia europea (alemana) en lugar de a las grandes familias asiáticas o de los Emiratos Árabes Unidos. Elegante, distinguido y refinado, el Bristol antepone la calidad y la autenticidad de los objetos y materiales. Su restaurante gastronómico atrae a una clientela exigente y amante de la cocina de alta calidad.
El George V hace parte de los palacios parisinos más prestigiosos de la ciudad. Unos pasos dentro el establecimiento son suficientes para darse cuenta que entramos en un hotel donde lujo, perfección y voluptuosidad son la regla. Habitaciones de princesa, salones impresionantes, restaurante el que guía Michelin ha otorgado una estrella, no falta nada al George V para satisfacer a los clientes más exigentes. El diseñador de interior Pierre Yves Rochon se encargo en 1997 de reformar en totalidad el edificio, desde entonces sigue mejorando la decoración de acuerdo con el estilo XVIII siglo.
El último de los palacios parisinos abrió sus puertas el 1 de agosto de 2014. La elegancia y la sofisticación francesa casan a la perfección con el refinamiento asiático en un magnífico edificio de 1908. He aquí el primer establecimiento del grupo Peninsula en Francia y Europa.
Hicieron falta cinco edificios Haussmann para dar vida al Park Hyatt Paris Vendôme, el primer hotel de lujo de la capital concebido con un estilo contemporáneo. En este hotel, la comodidad, la elegancia y un servicio impecable se unen a un diseño más joven y moderno.
El W Paris - Opéra finalmente abrió sus puertas el 28 de febrero de 2012. Así, la marca de Starwood ligada a la moda y a las tendencias se asegura un establecimiento de prestigio en París.
El hotel, situado en un edificio del siglo XIX, salta a la vista. Diseño y modernidad se combinan junto con un toque conceptual. Mejor pedir explicaciones al diseñador, ya que es difícil captar el mensaje de otra forma; aunque está claro que el W Paris-Opéra gira alrededor de un tema: The Spark. El establecimiento se define en este "centelleo", creando una unión ficticia entre el primer hotel de Nueva York y su hermano pequeño parisino.
En el corazón de la ópera, el W ya cuenta con los amantes de la marca y espera que el boca a oreja lo convierta en the place to be del barrio, junto con su restaurante y su bar.
Un establecimiento de alta categoría ideal para personajes famosos y estrellas de cine que busquen un poco de discreción. La Réserve Paris se preocupa por la confidencialidad. También se organizan eventos privados.
El Meurice es uno de los mejores establecimientos de París. Su decoración contemporánea y típicamente parisina es obra de Philippe Starck y su hija. Se trata de un lugar exclusivo: el restaurante principal del hotel, Le Meurice, está dirigido por el chef Yannick Alléno, que ha recibido 3 estrellas. No hace falta decir que es uno de los puntos culminantes de la estancia en este hotel. Su ubicación es ideal, justo delante del Jardín de las Tullerías. Las habitaciones están decoradas con gusto y el servicio es impecable.
Como anuncia el propio eslogan, este hotel es "Votre adresse à Paris" (Tu establecimiento en París): de hecho, no existen demasiados lugares como este en la capital. La diferencia entre una estancia agradable y una memorable reside en los detalles y, sin lugar a dudas, recordarás con emoción tu paso por el Vendôme. Nada más entrar, te recibirán unos porteros tan sonrientes que te sentirás como si fueses el cliente más importante del hotel. Tanto si vas por negocios como por turismo, este hotel boutique satisfará todas tus necesidades con estilo y elegancia.