


Un hotel bellísimo en un barrio ineludible.
Un hotel bellísimo en un barrio ineludible.
Situado en un bulevar que lleva directamente al Panteón, uno de los lugares más destacados de París. El hotel Henri IV está a dos pasos del Sena y de otra gran atracción parisina: la catedral de Notre-Dame. Las habitaciones que dan a la calle disfrutan, además, de una vista panorámica sobre las iglesias góticas que hay delante del hotel. Es un barrio animado, tanto para ir de compras como de visita turística. Hay muchos restaurantes en las proximidades del establecimiento. Desde la estación más cercana (Saint Michel) es fácil enlazar con las líneas B y C del tren regional (RER), que llevan a Versalles o al aeropuerto Roissy Charles de Gaulle.
Dispone de 23 habitaciones totalmente renovadas, amplias y con una decoración clásica. También hay grandes ventanales que dejan entrar mucha luz natural. Las habitaciones que dan a la calle tienen una panorámica frontal de la imponente iglesia de San Severino. Hay todo tipo de comodidades: aire acondicionado individual, un completo minibar y conexión a Internet inalámbrica gratis. No dispone de servicio de habitaciones. Los cuartos de baño están equipados con bañera. También hay una habitación disponible para personas con movilidad reducida. Los precios se sitúan en la franja alta de su categoría.
Nada más atravesar la puerta de entrada, un gran retrato del rey Enrique IV (origen del nombre del hotel) da la bienvenida al huésped. Aunque se ha reformado recientemente, la dirección ha sabido conservar los detalles que caracterizan el barrio, las referencias a la historia francesa, la piedra antigua, las chimeneas de otros tiempos y el encanto de una decoración clásica y burguesa. Todo ello ofrece un ambiente acogedor e íntimo. La sala del desayuno se encuentra a continuación de los salones.
El desayuno continental se sirve de 7:00 a 11:00 h. Deberás avisar si quieres tomarlo en el hotel, ya que la mayoría de clientes prefiere desayunar por su cuenta en uno de los encantadores cafés de la isla. No dispone de servicio de habitaciones. Si tomas el desayuno en el hotel, deberás dirigirte a la sala del subsuelo. Está compuesto por bollería variada, una selección de embutidos y quesos, cereales, zumo de naranja, té y café. Al contrario que en el Lutèce y en el Des 2 Iles, aquí puedes tomar el desayuno en la habitación, solo tienes que avisar el día antes.
El hotel pertenece al mismo propietario que el del Lutèce y Des 2 Iles en la isla Saint Louis en el distrito 4 y del Galiléo en el distrito 8 (ver la descripción de los hoteles). El director, que está a cargo de los cuatro establecimientos, es una persona muy organizada y exigente que se ocupa de que los servicios que se ofrecen en estos lugares sean de muy buena calidad. Su lema es, el cliente es el rey. El Henri IV, abierto desde hace ocho años, es la última adquisición de esta "mini cadena". Está abierto todo el año y su personal se encarga de ir a buscar Le Figaro y el International Herald Tribune todas las mañanas, así como otros periódicos si lo deseas. Además, en el vestíbulo encontrarás numerosas revistas como "Where Magazine" en la que encontrarás buenas ideas de visitas y actividades para hacer en París. El personal es muy servicial y atento a los deseos de los clientes. La clientela del establecimiento se compone principalmente de parejas procedentes de Estados Unidos y del Reino Unido, pero puede llegar a ser muy diversa (a los italianos y los japoneses también les gusta especialmente el Henri IV). Se trata de una clientela que conoce bien París y pasa poco tiempo en el hotel. Pide la habitación 402, es la que tiene las vistas más hermosas. El Henri IV también dispone de dos habitaciones accesibles para las personas en silla de ruedas. Hay que destacar que las habitaciones se tienen que dejar a mediodía.
masaje, wellness
golf
Este es uno de los tres hoteles de París decorados por Christian Lacroix. Luce una osadía de colores y de materiales, reunidos en esta extravagante decoración que maravillarán la mirada de visitantes curiosos. Materiales lisos o que engañan a la vista, terciopelos y moquetas, colores dinámicos, todo en este hotel rebosa de fantasía.
Un establecimiento con encanto situado en un antiguo inmueble. Con muros de piedra vista y una elegante decoración entre moderna y tradicional. La ubicación es excepcional, en pleno casco histórico de París.
Se trata de un hotel retro-rústico, un poco señorial y muy bien situado en el barrio latino, con habitaciones bien cuidadas pero no demasiado contemporáneas.
Un hotel en pleno centro de París, en el barrio latino, cerca de Nôtre-Dame. Está muy marcado por una decoración de los años 70-80, pero no tiene un aspecto triste ni anticuado.
Un hotel recomendado para los amantes del arte contemporáneo.
Muy céntrico: estas son las primeras palabras que vienen a la mente al ver el Best Western Saint-Michel. Situado frente a la famosa fuente del Barrio Latino, un lugar histórico de encuentro de los estudiantes parisinos, el hotel forma parte de la colección "Premier" de la marca Best Western, una garantía de prestaciones de gama alta. El sello cumple sus promesas y el hotel ofrece habitaciones agradables, aunque no muy originales. El Royal Saint-Michel goza de una situación ideal para una primera visita a París (o segunda, o tercera...) y es un buen establecimiento si nos podemos permitir pagar un poco más sin llegar a los precios astronómicos de los demás establecimientos del barrio.
Un bonito establecimiento en el corazón del barrio latino
Este establecimiento de 4 estrellas forma parte de nuestras corazonadas en Paris. ¡Ubicado a proximidad de Notre Dame en el corazón del barrio « latin», este hotel es de los más románticos para pasar una estancia en la ciudad del amor! Encantador gracias a una sutil mezcla de tradición y de modernidad, el establecimiento supo hacer una verdadera síntesis del patrimonio histórico del edificio y de las necesarias adaptaciones al mundo del lujo hostelero.
Estamos ante un hotel de elegancia francesa y en el que no se tolera ninguna copia ni reproducción. El Bristol forma parte de los pocos hoteles de lujo parisinos que pertenecen a una familia europea (alemana) en lugar de a las grandes familias asiáticas o de los Emiratos Árabes Unidos. Elegante, distinguido y refinado, el Bristol antepone la calidad y la autenticidad de los objetos y materiales. Su restaurante gastronómico atrae a una clientela exigente y amante de la cocina de alta calidad.
El George V hace parte de los palacios parisinos más prestigiosos de la ciudad. Unos pasos dentro el establecimiento son suficientes para darse cuenta que entramos en un hotel donde lujo, perfección y voluptuosidad son la regla. Habitaciones de princesa, salones impresionantes, restaurante el que guía Michelin ha otorgado una estrella, no falta nada al George V para satisfacer a los clientes más exigentes. El diseñador de interior Pierre Yves Rochon se encargo en 1997 de reformar en totalidad el edificio, desde entonces sigue mejorando la decoración de acuerdo con el estilo XVIII siglo.
El último de los palacios parisinos abrió sus puertas el 1 de agosto de 2014. La elegancia y la sofisticación francesa casan a la perfección con el refinamiento asiático en un magnífico edificio de 1908. He aquí el primer establecimiento del grupo Peninsula en Francia y Europa.
Hicieron falta cinco edificios Haussmann para dar vida al Park Hyatt Paris Vendôme, el primer hotel de lujo de la capital concebido con un estilo contemporáneo. En este hotel, la comodidad, la elegancia y un servicio impecable se unen a un diseño más joven y moderno.
Un establecimiento de alta categoría ideal para personajes famosos y estrellas de cine que busquen un poco de discreción. La Réserve Paris se preocupa por la confidencialidad. También se organizan eventos privados.
El Meurice es uno de los mejores establecimientos de París. Su decoración contemporánea y típicamente parisina es obra de Philippe Starck y su hija. Se trata de un lugar exclusivo: el restaurante principal del hotel, Le Meurice, está dirigido por el chef Yannick Alléno, que ha recibido 3 estrellas. No hace falta decir que es uno de los puntos culminantes de la estancia en este hotel. Su ubicación es ideal, justo delante del Jardín de las Tullerías. Las habitaciones están decoradas con gusto y el servicio es impecable.
El W Paris - Opéra finalmente abrió sus puertas el 28 de febrero de 2012. Así, la marca de Starwood ligada a la moda y a las tendencias se asegura un establecimiento de prestigio en París.
El hotel, situado en un edificio del siglo XIX, salta a la vista. Diseño y modernidad se combinan junto con un toque conceptual. Mejor pedir explicaciones al diseñador, ya que es difícil captar el mensaje de otra forma; aunque está claro que el W Paris-Opéra gira alrededor de un tema: The Spark. El establecimiento se define en este "centelleo", creando una unión ficticia entre el primer hotel de Nueva York y su hermano pequeño parisino.
En el corazón de la ópera, el W ya cuenta con los amantes de la marca y espera que el boca a oreja lo convierta en the place to be del barrio, junto con su restaurante y su bar.
Como anuncia el propio eslogan, este hotel es "Votre adresse à Paris" (Tu establecimiento en París): de hecho, no existen demasiados lugares como este en la capital. La diferencia entre una estancia agradable y una memorable reside en los detalles y, sin lugar a dudas, recordarás con emoción tu paso por el Vendôme. Nada más entrar, te recibirán unos porteros tan sonrientes que te sentirás como si fueses el cliente más importante del hotel. Tanto si vas por negocios como por turismo, este hotel boutique satisfará todas tus necesidades con estilo y elegancia.