


Una garantía de calidad en el norte del barrio de los pintores, directamente accesible desde la estación de Montparnasse.
Una garantía de calidad en el norte del barrio de los pintores, directamente accesible desde la estación de Montparnasse.
A dos pasos de la estación Montparnasse, ésta es una buena opción para aquellos que vienen o se dirigen hacia el oeste de Francia. Además de la torre Montparnasse y sus galerías comerciales, en este barrio hay una amplia selección de restaurantes y muchas creperías que te recuerdan que Bretaña está a dos horitas de París... También hay varias salas de cine en el bulevar Montparnasse, a unos escasos quince minutos andando. El barrio debe gran parte de su prestigio a los pintores famosos que vivieron allí en el período de entreguerras, como Gauguin, Matisse o Henri Rousseau. Por último, algunas celebridades reposan en paz en el cementerio Montparnasse.
Desde la misma entrada, una suave moqueta garantiza una atmósfera acogedora. Y las camas confirman esa pincelada de confort. Los espacios ganan mucho estilo gracias a los tonos cálidos de las cortinas o los bajos de las camas, así como a un austero y elegante mobiliario de madera negra. El cuarto de baño, con baldosas negras, refuerza ese toque chic. Otro equipamiento a destacar: una pequeña terraza con una mesa y dos sillas te permite desayunar mientras admiras, dependiendo de la dirección, el famoso cementerio de Montparnasse o la no menos famosa torre homónima.
Bajo la dirección del grupo Intercontinental, Holiday Inn respeta una determinada imagen de marca. Un rigor que se percibe desde el inmenso vestíbulo de cristal y mármol negro. Renovado en 2007, se emplearon materiales y colores a la última, plexiglás rojo para el bar y taburetes de piel en negro o blanco. La sala de desayunos se abre a este gran vestíbulo y goza de una gran claridad, que entra a través de unos grandes ventanales. Si quieres subir a tu habitación no encontrarás embotellamientos: hay 2 ascensores que van a las 8 plantas.
EPA
tenis
Hotel muy sencillo, sin encanto, situado cerca de la estación de Montparnasse. El precio de las habitaciones es interesante, pero no debes esperar un gran confort.
Un homenaje personal al barrio de los pintores, en una calle animada y por lo tanto muy conocida.
El hotel Abba Montparnasse, que pertenece a un grupo español, ostenta una moderna decoración muy agradable y disfruta de una situación práctica.
Muy cerca del ayuntamiento del distrito 14, este hotel no tiene grandes pretensiones pero está bien cuidado.
Este agradable hotel de tres estrellas, sin historia, posee un elegante estilo que recuerda a la Francia de otros tiempos. Las habitaciones clásicas, típicas de un buen padre de familia o de un yerno ideal, se alejan de los actuales estándares de decoración de moda.
Una pequeña joya, con un patio interior con jardín, acondicionado para poder comer en él. Unas zonas comunes cuidadas y acogedoras, y algunas habitaciones muy modernas que no tienen nada que envidiarle a las de los hoteles de tres estrellas.
A dos pasos de la estación y del animado barrio de Montparnasse, un concepto de apartotel a la espera de ser renovado.
El Pullman reina en un gran inmueble, a la sombra de la estación Montparnasse. A pesar de que su aspecto exterior queda lejos del término atractivo, todo está pensado para elevar el interior del edificio a la altura del confort de la marca. El diseño contemporáneo del vestíbulo, su céntrica posición, la proximidad de la estación y el confort internacional caracterizan a este hotel fundamentalmente frecuentado por una clientela de negocios. Esto no impide que también reciba a familias o parejas de paso en la capital.
Estamos ante un hotel de elegancia francesa y en el que no se tolera ninguna copia ni reproducción. El Bristol forma parte de los pocos hoteles de lujo parisinos que pertenecen a una familia europea (alemana) en lugar de a las grandes familias asiáticas o de los Emiratos Árabes Unidos. Elegante, distinguido y refinado, el Bristol antepone la calidad y la autenticidad de los objetos y materiales. Su restaurante gastronómico atrae a una clientela exigente y amante de la cocina de alta calidad.
El George V hace parte de los palacios parisinos más prestigiosos de la ciudad. Unos pasos dentro el establecimiento son suficientes para darse cuenta que entramos en un hotel donde lujo, perfección y voluptuosidad son la regla. Habitaciones de princesa, salones impresionantes, restaurante el que guía Michelin ha otorgado una estrella, no falta nada al George V para satisfacer a los clientes más exigentes. El diseñador de interior Pierre Yves Rochon se encargo en 1997 de reformar en totalidad el edificio, desde entonces sigue mejorando la decoración de acuerdo con el estilo XVIII siglo.
El último de los palacios parisinos abrió sus puertas el 1 de agosto de 2014. La elegancia y la sofisticación francesa casan a la perfección con el refinamiento asiático en un magnífico edificio de 1908. He aquí el primer establecimiento del grupo Peninsula en Francia y Europa.
Hicieron falta cinco edificios Haussmann para dar vida al Park Hyatt Paris Vendôme, el primer hotel de lujo de la capital concebido con un estilo contemporáneo. En este hotel, la comodidad, la elegancia y un servicio impecable se unen a un diseño más joven y moderno.
Un establecimiento de alta categoría ideal para personajes famosos y estrellas de cine que busquen un poco de discreción. La Réserve Paris se preocupa por la confidencialidad. También se organizan eventos privados.
El Meurice es uno de los mejores establecimientos de París. Su decoración contemporánea y típicamente parisina es obra de Philippe Starck y su hija. Se trata de un lugar exclusivo: el restaurante principal del hotel, Le Meurice, está dirigido por el chef Yannick Alléno, que ha recibido 3 estrellas. No hace falta decir que es uno de los puntos culminantes de la estancia en este hotel. Su ubicación es ideal, justo delante del Jardín de las Tullerías. Las habitaciones están decoradas con gusto y el servicio es impecable.
El W Paris - Opéra finalmente abrió sus puertas el 28 de febrero de 2012. Así, la marca de Starwood ligada a la moda y a las tendencias se asegura un establecimiento de prestigio en París.
El hotel, situado en un edificio del siglo XIX, salta a la vista. Diseño y modernidad se combinan junto con un toque conceptual. Mejor pedir explicaciones al diseñador, ya que es difícil captar el mensaje de otra forma; aunque está claro que el W Paris-Opéra gira alrededor de un tema: The Spark. El establecimiento se define en este "centelleo", creando una unión ficticia entre el primer hotel de Nueva York y su hermano pequeño parisino.
En el corazón de la ópera, el W ya cuenta con los amantes de la marca y espera que el boca a oreja lo convierta en the place to be del barrio, junto con su restaurante y su bar.
Como anuncia el propio eslogan, este hotel es "Votre adresse à Paris" (Tu establecimiento en París): de hecho, no existen demasiados lugares como este en la capital. La diferencia entre una estancia agradable y una memorable reside en los detalles y, sin lugar a dudas, recordarás con emoción tu paso por el Vendôme. Nada más entrar, te recibirán unos porteros tan sonrientes que te sentirás como si fueses el cliente más importante del hotel. Tanto si vas por negocios como por turismo, este hotel boutique satisfará todas tus necesidades con estilo y elegancia.