


Un hotel moderno y sobrio, aunque un poco caro.
Un hotel moderno y sobrio, aunque un poco caro.
Situado en una calle tranquila, el hotel está cerca de un eje viario que va directo a la Estación del Norte, desde la cual puedes ir con tren (RER B) al aeropuerto internacional de Roissy Charles de Gaulle y al Parque de Exposiciones de Paris-Nord Villepinte. A varios metros hay una bonita plazoleta, típicamente parisina. Y si bajas la calle, llegas a un animado barrio, muy noctámbulo, el de los Grandes Bulevares, famoso también por sus pasajes parisinos. Cerca del hotel hay algunos restaurantes de cocina tradicional. Metro más cercano: Cadet.
Esta bonita finca antigua data de 1865 y tiene dos grandes ventanales que dan a la calle. En el interior, te espera un vestíbulo pequeño, con el mostrador de recepción, un sofá y algunos sillones. Su atmósfera es moderna, tiende hacia un toque de diseño. En la primera planta hay un espacio para relajarte, con un ordenador con acceso a Internet gratis. La sala de los desayunos está en el sótano, en una bodega abovedada típica.
Las 37 habitaciones del hotel tienen la misma categoría: estándar. La decoración es moderna y sobria al mismo tiempo: algunos muebles, un espejo, lámparas de colores... Enfrente de la cama hay un televisor de pantalla plana con canales vía satélite. La climatización es individual y reversible. No dispone de minibar, pero sí hay un pequeño frigorífico en la habitación. La conexión wifi es gratuita. El cuarto de baño es amplio y chic. Dispone de ducha o bañera y de algunos productos de aseo. A pesar de todo, las tarifas son un pelín caras.
baño turco, EPA, salón de belleza
Habitaciones clásicas pero con algunos atractivos excepcionales.
Un hotel de 3 estrellas con encanto
Un 3 estrellas de barrio con precios razonables.
Un establecimiento muy bonito para los amantes del diseño en pleno corazón del París turístico.
Agradable hotel con decoración marina y espacios comunes muy logrados. Las habitaciones se dividen en dos temáticas de color, a cuál más acogedora.
Este establecimiento perteneciente a la prestigiosa cadena es un lugar con encanto.
Un valor seguro en el barrio, con una buena relación calidad-precio.
Un hotel de 3*** bien situado, frente a la bonita plaza Montholon.
Estamos ante un hotel de elegancia francesa y en el que no se tolera ninguna copia ni reproducción. El Bristol forma parte de los pocos hoteles de lujo parisinos que pertenecen a una familia europea (alemana) en lugar de a las grandes familias asiáticas o de los Emiratos Árabes Unidos. Elegante, distinguido y refinado, el Bristol antepone la calidad y la autenticidad de los objetos y materiales. Su restaurante gastronómico atrae a una clientela exigente y amante de la cocina de alta calidad.
El George V hace parte de los palacios parisinos más prestigiosos de la ciudad. Unos pasos dentro el establecimiento son suficientes para darse cuenta que entramos en un hotel donde lujo, perfección y voluptuosidad son la regla. Habitaciones de princesa, salones impresionantes, restaurante el que guía Michelin ha otorgado una estrella, no falta nada al George V para satisfacer a los clientes más exigentes. El diseñador de interior Pierre Yves Rochon se encargo en 1997 de reformar en totalidad el edificio, desde entonces sigue mejorando la decoración de acuerdo con el estilo XVIII siglo.
El último de los palacios parisinos abrió sus puertas el 1 de agosto de 2014. La elegancia y la sofisticación francesa casan a la perfección con el refinamiento asiático en un magnífico edificio de 1908. He aquí el primer establecimiento del grupo Peninsula en Francia y Europa.
Hicieron falta cinco edificios Haussmann para dar vida al Park Hyatt Paris Vendôme, el primer hotel de lujo de la capital concebido con un estilo contemporáneo. En este hotel, la comodidad, la elegancia y un servicio impecable se unen a un diseño más joven y moderno.
El W Paris - Opéra finalmente abrió sus puertas el 28 de febrero de 2012. Así, la marca de Starwood ligada a la moda y a las tendencias se asegura un establecimiento de prestigio en París.
El hotel, situado en un edificio del siglo XIX, salta a la vista. Diseño y modernidad se combinan junto con un toque conceptual. Mejor pedir explicaciones al diseñador, ya que es difícil captar el mensaje de otra forma; aunque está claro que el W Paris-Opéra gira alrededor de un tema: The Spark. El establecimiento se define en este "centelleo", creando una unión ficticia entre el primer hotel de Nueva York y su hermano pequeño parisino.
En el corazón de la ópera, el W ya cuenta con los amantes de la marca y espera que el boca a oreja lo convierta en the place to be del barrio, junto con su restaurante y su bar.
Un establecimiento de alta categoría ideal para personajes famosos y estrellas de cine que busquen un poco de discreción. La Réserve Paris se preocupa por la confidencialidad. También se organizan eventos privados.
El Meurice es uno de los mejores establecimientos de París. Su decoración contemporánea y típicamente parisina es obra de Philippe Starck y su hija. Se trata de un lugar exclusivo: el restaurante principal del hotel, Le Meurice, está dirigido por el chef Yannick Alléno, que ha recibido 3 estrellas. No hace falta decir que es uno de los puntos culminantes de la estancia en este hotel. Su ubicación es ideal, justo delante del Jardín de las Tullerías. Las habitaciones están decoradas con gusto y el servicio es impecable.
Como anuncia el propio eslogan, este hotel es "Votre adresse à Paris" (Tu establecimiento en París): de hecho, no existen demasiados lugares como este en la capital. La diferencia entre una estancia agradable y una memorable reside en los detalles y, sin lugar a dudas, recordarás con emoción tu paso por el Vendôme. Nada más entrar, te recibirán unos porteros tan sonrientes que te sentirás como si fueses el cliente más importante del hotel. Tanto si vas por negocios como por turismo, este hotel boutique satisfará todas tus necesidades con estilo y elegancia.