


El hotel es ideal para los jóvenes que no quieran dedicar todo su presupuesto al alojamiento. El barrio es perfecto y el hotel tiene realmente una buena decoración, ideal para un fin de semana en la ciudad.
- Cultura
- Fiesta
- Bien situado
El hotel es ideal para los jóvenes que no quieran dedicar todo su presupuesto al alojamiento. El barrio es perfecto y el hotel tiene realmente una buena decoración, ideal para un fin de semana en la ciudad.
A caballo entre los distritos 8 y 9 de París, el hotel está en un barrio animado. La calle está repleta de excelentes comercios y restaurantes variados. La ventaja de su ubicación es que podrás ir a pie a todas partes: a los centros comerciales, a la Place de la Madeleine, a la Ópera, a la Concordia...
Las 28 habitaciones se dividen en tres categorías: clásicas, superiores y deluxe. No son demasiado grandes en general, aunque la decoración te hará olvidar este pequeño detalle: con su moqueta rayada de vivos colores, sus cortinas floridas, la mesilla de noche lacada en rojo... Cada habitación es un auténtico cuadro de pop-art. Y resulta bastante agradable... En cuanto a equipamiento, cuentan con aire acondicionado individual, minibar con bandeja de bienvenida y una caja de seguridad. Todos los cuartos de baño disponen de bañera, productos de tocador de la marca Anne Semonin, secador de pelo y albornoces, y zapatillas para las habitaciones de clase superior y deluxe. El hotel cuenta con su propio servicio de habitaciones desde las 12:00 h hasta las 21:00 h; y hasta las 02:00 h se encarga un servicio externo. Asimismo dispone de una carta más elaborada del restaurante Terres de Truffes, donde todos sus platos están elaborados a base de trufa.
Se trata de un hotel fresco, en su auténtico sentido, con paredes amarillas, muebles de color rojo, flores frescas y madera bruta, con tonalidades ácidas que te harán muy agradable el alojamiento. Al hotel le falta un poco de equipamiento (no tiene bar ni instalaciones deportivas), aunque la alegre decoración hará que te olvides de todo eso. La conexión wifi es gratuita, y el centro de negocios solo lo es los 15 primeros minutos. Aunque no haya bar, podrás tomar una copa en el vestíbulo.
No es aconsejable venir en coche hasta París, y mucho menos a este barrio. Sin embargo, el hotel tiene un acuerdo con un aparcamiento público, situado a cinco minutos a pie, donde podrás dejar el coche durante tu estancia.
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El Folkestone, un hotel clásico y cálido a dos pasos de la plaza de la Madeleine, propone habitaciones funcionales y cómodas.
Ven a sentirte como un estudiante parisino en las habitaciones abuhardilladas...
El encanto británico ha llegado a una ubicación real del corazón de París, entre la Ópera y los Grandes Almacenes.
Atmósfera relajada en este hotel pequeño, acogedor y funcional, situado entre la Madeleine y la Ópera.
Lo tiene todo para gustar. No te lo puedes perder.
El hotel Opal cuenta con varias ventajas: una decoración agradable, un barrio animado, un trato dinámico y tarifas atractivas.
Pequeño hotel de estilo retro refinado, con habitaciones muy coloridas y floridas.
Un establecimiento familiar con una decoración neoclásica
Estamos ante un hotel de elegancia francesa y en el que no se tolera ninguna copia ni reproducción. El Bristol forma parte de los pocos hoteles de lujo parisinos que pertenecen a una familia europea (alemana) en lugar de a las grandes familias asiáticas o de los Emiratos Árabes Unidos. Elegante, distinguido y refinado, el Bristol antepone la calidad y la autenticidad de los objetos y materiales. Su restaurante gastronómico atrae a una clientela exigente y amante de la cocina de alta calidad.
El George V hace parte de los palacios parisinos más prestigiosos de la ciudad. Unos pasos dentro el establecimiento son suficientes para darse cuenta que entramos en un hotel donde lujo, perfección y voluptuosidad son la regla. Habitaciones de princesa, salones impresionantes, restaurante el que guía Michelin ha otorgado una estrella, no falta nada al George V para satisfacer a los clientes más exigentes. El diseñador de interior Pierre Yves Rochon se encargo en 1997 de reformar en totalidad el edificio, desde entonces sigue mejorando la decoración de acuerdo con el estilo XVIII siglo.
El último de los palacios parisinos abrió sus puertas el 1 de agosto de 2014. La elegancia y la sofisticación francesa casan a la perfección con el refinamiento asiático en un magnífico edificio de 1908. He aquí el primer establecimiento del grupo Peninsula en Francia y Europa.
Hicieron falta cinco edificios Haussmann para dar vida al Park Hyatt Paris Vendôme, el primer hotel de lujo de la capital concebido con un estilo contemporáneo. En este hotel, la comodidad, la elegancia y un servicio impecable se unen a un diseño más joven y moderno.
Un establecimiento de alta categoría ideal para personajes famosos y estrellas de cine que busquen un poco de discreción. La Réserve Paris se preocupa por la confidencialidad. También se organizan eventos privados.
El Meurice es uno de los mejores establecimientos de París. Su decoración contemporánea y típicamente parisina es obra de Philippe Starck y su hija. Se trata de un lugar exclusivo: el restaurante principal del hotel, Le Meurice, está dirigido por el chef Yannick Alléno, que ha recibido 3 estrellas. No hace falta decir que es uno de los puntos culminantes de la estancia en este hotel. Su ubicación es ideal, justo delante del Jardín de las Tullerías. Las habitaciones están decoradas con gusto y el servicio es impecable.
El W Paris - Opéra finalmente abrió sus puertas el 28 de febrero de 2012. Así, la marca de Starwood ligada a la moda y a las tendencias se asegura un establecimiento de prestigio en París.
El hotel, situado en un edificio del siglo XIX, salta a la vista. Diseño y modernidad se combinan junto con un toque conceptual. Mejor pedir explicaciones al diseñador, ya que es difícil captar el mensaje de otra forma; aunque está claro que el W Paris-Opéra gira alrededor de un tema: The Spark. El establecimiento se define en este "centelleo", creando una unión ficticia entre el primer hotel de Nueva York y su hermano pequeño parisino.
En el corazón de la ópera, el W ya cuenta con los amantes de la marca y espera que el boca a oreja lo convierta en the place to be del barrio, junto con su restaurante y su bar.
Como anuncia el propio eslogan, este hotel es "Votre adresse à Paris" (Tu establecimiento en París): de hecho, no existen demasiados lugares como este en la capital. La diferencia entre una estancia agradable y una memorable reside en los detalles y, sin lugar a dudas, recordarás con emoción tu paso por el Vendôme. Nada más entrar, te recibirán unos porteros tan sonrientes que te sentirás como si fueses el cliente más importante del hotel. Tanto si vas por negocios como por turismo, este hotel boutique satisfará todas tus necesidades con estilo y elegancia.