


El estándar de los dos estrellas de Accor, cercano a Montparnasse y a la Porte d'Orléans.
El estándar de los dos estrellas de Accor, cercano a Montparnasse y a la Porte d'Orléans.
La rue du Château, al sur de la avenue du Maine, a la altura del ayuntamiento del distrito 14, es una calle poco animada. En dirección a Montparnasse, en la pequeña plaza Moro-Glafferi hay un bar y una bodega. Si lo que quieres es un poco más de actividad, es mejor ir hasta el cruce d'Alesia donde encontrarás cervecerías, comercios e incluso un cine. Un poco antes, en el cruce de la rue des Plantes dos grandes cafés recuerdan a St Germain. Hay un único inconveniente: la propia avenida, un eje principal que une la Porte d'Orléans con Montparnasse, donde el tráfico es bastante intenso.
Las pequeñas habitaciones sólo dejan una pequeña zona de paso a los pies de la cama. Evita los pisos inferiores, ya que no tienen nada de luz. A pesar de ese inconveniente, el Ibis garantiza un estándar de limpieza y de servicios (conexión wifi gratuita, canales vía satélite). Algunas habitaciones están climatizadas, aunque las reformas que se están llevando a cabo harán que se equiparen todas las habitaciones.
El formato Ibis se puede notar desde el vestíbulo de entrada. Sin sorpresas, aunque con un amplio espacio, dispone de un pequeño espacio de salón con sillas y mesas. La sala del desayuno se encuentra en el sótano, sin ventanas y se accede mediante una estrecha escalera. Hay un bar donde podrás pedir refrescos, cervezas y aperitivos las 24 horas. Además, el hotel tiene un aparcamiento privado (10 ? por noche). Otra ventaja es que se permite el acceso a los animales abonando una tarifa suplementaria.
bien pour une nuit. Le lit est très confortable. Mon amie qui travaille dans un hôtel et fait toujours une inspection de la chambre pour voir si c'est bien propre n'a pas eu de remarques à faire. Donc bravo à la femme de ménage!
chambre propre, lit très confortable
chambre très exigue. J'ai eu un peu de mal à trouver l'hôtel (3 ibis dans le quartier!)
Dans l'ensemble assez bon hotel
Proximité transport en commun
Pas d'inconvénients a noter
Séjour d'une nuit en couple. L'hôtel est propre et nous n'avons pas été ennuyé par le bruit ou quoi que ce soit. Le buffet du petit déjeuner était bon et suffisant en quantité.
La situation de l'hôtel, le budget et les horaires.
Aucun inconvénient particulier n'est à signaler sur cet établissement pour ma part.
Quartier agréable, les grands sites touristiques sont facilement et rapidement accessible depuis le métro Montparnasse, proche rue de rennes pour le shopping, jardin du luxembourg pour flâner. Mauvais rapport qualité prix
bien situé, calme et tranquille
trop cher, chambre un peu petite
La chambre nous a servit d'escale entre une arrivée en avion et un départ en train le lendemain. Dans cette situation, cet hotel est super. Confortable, bien que la chambre soit petite. Cependant, je n'y aurais pas passé une semaine entiere
Proximité de la gare montparnasse restaurant pas loin
taille de la chambre bruit de la rue
Un très bon hôtel, parfait niveau qualité prix et une propreté irréprochable
A proximité de tous commerces et des métro à pieds
Petit déjeuner un peu cher à mon goût
Accueil chaleureux, bien situé et facile d'accès
Petit déjeuner à volonté
Parking privé payant
Très bonne situation, parfaite pour moi. Chambre propre et calme. Salle de bains pratique, agréable et propre (tout comme les toilettes) Petit déjeuner très bien et en de grande quantité.
Chambre propre et calme et petit déjeuner copieux
Chambre un peu petite
hotel pour 1 nuite, reunion à Paris
pas loin de la gare de paris montparnasse tarif correct, l'accueil sympha
hotel simple, pas trop de service petit dejeuner pas offert,
Hotel simple mais confortable, propre, calme, non fumeur. Super petit déjeuner.
Calme et très bien situé
Peu de place autour du lit
Este establecimiento que durante nuestra visita estaba siendo renovando, ofrece habitaciones familiares con estilo y originales.
Muy cerca del ayuntamiento del distrito 14, este hotel no tiene grandes pretensiones pero está bien cuidado.
Se trata de un hotel de categoría estándar con una ubicación estratégica, entre la Porte d'Orléans y la Gare Montparnasse.
Un establecimiento tranquilo, sin grandes pretensiones pero con habitaciones espaciosas.
Este agradable hotel de tres estrellas, sin historia, posee un elegante estilo que recuerda a la Francia de otros tiempos. Las habitaciones clásicas, típicas de un buen padre de familia o de un yerno ideal, se alejan de los actuales estándares de decoración de moda.
Se trata de un hotel correcto. El trato es personalizado gracias a la simpática pareja de propietarios.
Entre Alesia y Pernety, un establecimiento al que le vendría bien un lavado de cara.
Una pequeña joya, con un patio interior con jardín, acondicionado para poder comer en él. Unas zonas comunes cuidadas y acogedoras, y algunas habitaciones muy modernas que no tienen nada que envidiarle a las de los hoteles de tres estrellas.
Estamos ante un hotel de elegancia francesa y en el que no se tolera ninguna copia ni reproducción. El Bristol forma parte de los pocos hoteles de lujo parisinos que pertenecen a una familia europea (alemana) en lugar de a las grandes familias asiáticas o de los Emiratos Árabes Unidos. Elegante, distinguido y refinado, el Bristol antepone la calidad y la autenticidad de los objetos y materiales. Su restaurante gastronómico atrae a una clientela exigente y amante de la cocina de alta calidad.
El George V hace parte de los palacios parisinos más prestigiosos de la ciudad. Unos pasos dentro el establecimiento son suficientes para darse cuenta que entramos en un hotel donde lujo, perfección y voluptuosidad son la regla. Habitaciones de princesa, salones impresionantes, restaurante el que guía Michelin ha otorgado una estrella, no falta nada al George V para satisfacer a los clientes más exigentes. El diseñador de interior Pierre Yves Rochon se encargo en 1997 de reformar en totalidad el edificio, desde entonces sigue mejorando la decoración de acuerdo con el estilo XVIII siglo.
El último de los palacios parisinos abrió sus puertas el 1 de agosto de 2014. La elegancia y la sofisticación francesa casan a la perfección con el refinamiento asiático en un magnífico edificio de 1908. He aquí el primer establecimiento del grupo Peninsula en Francia y Europa.
Hicieron falta cinco edificios Haussmann para dar vida al Park Hyatt Paris Vendôme, el primer hotel de lujo de la capital concebido con un estilo contemporáneo. En este hotel, la comodidad, la elegancia y un servicio impecable se unen a un diseño más joven y moderno.
El Meurice es uno de los mejores establecimientos de París. Su decoración contemporánea y típicamente parisina es obra de Philippe Starck y su hija. Se trata de un lugar exclusivo: el restaurante principal del hotel, Le Meurice, está dirigido por el chef Yannick Alléno, que ha recibido 3 estrellas. No hace falta decir que es uno de los puntos culminantes de la estancia en este hotel. Su ubicación es ideal, justo delante del Jardín de las Tullerías. Las habitaciones están decoradas con gusto y el servicio es impecable.
El W Paris - Opéra finalmente abrió sus puertas el 28 de febrero de 2012. Así, la marca de Starwood ligada a la moda y a las tendencias se asegura un establecimiento de prestigio en París.
El hotel, situado en un edificio del siglo XIX, salta a la vista. Diseño y modernidad se combinan junto con un toque conceptual. Mejor pedir explicaciones al diseñador, ya que es difícil captar el mensaje de otra forma; aunque está claro que el W Paris-Opéra gira alrededor de un tema: The Spark. El establecimiento se define en este "centelleo", creando una unión ficticia entre el primer hotel de Nueva York y su hermano pequeño parisino.
En el corazón de la ópera, el W ya cuenta con los amantes de la marca y espera que el boca a oreja lo convierta en the place to be del barrio, junto con su restaurante y su bar.
Un establecimiento de alta categoría ideal para personajes famosos y estrellas de cine que busquen un poco de discreción. La Réserve Paris se preocupa por la confidencialidad. También se organizan eventos privados.
Como anuncia el propio eslogan, este hotel es "Votre adresse à Paris" (Tu establecimiento en París): de hecho, no existen demasiados lugares como este en la capital. La diferencia entre una estancia agradable y una memorable reside en los detalles y, sin lugar a dudas, recordarás con emoción tu paso por el Vendôme. Nada más entrar, te recibirán unos porteros tan sonrientes que te sentirás como si fueses el cliente más importante del hotel. Tanto si vas por negocios como por turismo, este hotel boutique satisfará todas tus necesidades con estilo y elegancia.