


Un hermoso hotel, muy cuidado desde la sala del desayuno hasta las habitaciones. Todo es muy elegante. La decoración oscila entre lo tradicional y lo más contemporáneo en función del lujo de las habitaciones escogidas.
Un hermoso hotel, muy cuidado desde la sala del desayuno hasta las habitaciones. Todo es muy elegante. La decoración oscila entre lo tradicional y lo más contemporáneo en función del lujo de las habitaciones escogidas.
El hotel Français está situado en el distrito 10 de París, justo en frente de la estación del Este. El hotel está comunicado por tres líneas de metro. Se accede muy rápida y fácilmente al centro de París, a la Plaza de Italia, o al barrio muy turístico del Louvre, sin tener que hacer transbordo. También está cerca de la estación del Norte.
El hotel cuenta con 72 habitaciones climatizadas y equipadas con conexión wifi gratuita. Se reparten de individuales a cuádruples. Las dobles se dividen en 3 categorías de lujo, más o menos grande y decorada con un lujo y un refinamiento diferentes. Todas las habitaciones son bonitas, de la más sencilla a la más lujosa. El mobiliario de madera de gama alta envuelve a las habitaciones en un ambiente de dulzura que las vuelve muy acogedoras. Las habitaciones superiores son muy grandes y cuentan con unos armarios grandes, camas, escritorios de madera noble y reproducciones de lienzos de los grandes maestros. Los colores cambian de una habitación a otra, las más sencillas ostentan unos colores acogedores mientras que las más elegantes unos más modernos y de tendencia. Lo mismo ocurre con los cuartos de baño, que tienen unos acabados, unos azulejos y unas dimensiones más elegantes en las habitaciones más caras. La bienvenida se hace en varios idiomas, con una gran amabilidad.
El hotel está instalado en un viejo edificio con una hermosa fachada de piedras esculpidas. Todas las ventanas de la fachada están provistas de balcones más o menos grandes, con unas balaustradas artísticamente trabajadas en hierro forjado. El hotel es muy elegante y refinado. En la planta baja hay un salón que resulta muy acogedor gracias al sofá que han colocado. Al fondo el hotel alberga una extravagancia: una campesina sala de desayuno. Francamente, vale la pena porque reproduce en un divertido decorado un patio de pueblo. Podrás comer en medio de este decorado de balcón y de techado, un decorado de teatro un poco kitsch, pero fresco y agradable. El hotel solo tiene dos estrellas, pero la verdad es que podría reivindicar tres porque tiene cierta clase.
baño turco
fitness
très bon hotel.
A proximité de tous .
Chère .
La única ventaja de este establecimiento es su ubicación cerca de la Estación del Este.
Un 2* superior cerca de las Estaciones du Nord y de l'Est. Un "negocio" ideal.
Servicios modestos para un hotel encantador y precios que merecen un vistazo.
Situado frente a la estación del Este y con una buena relación calidad-precio.
Un 2* superior cerca de las Estaciones del Norte y del Este. Es un buen "plan".
Un ambiente retro frente a la Estación del Este y una buena relación calidad-precio.
Pequeño hotel sin grandes pretensiones con zonas comunes insignificantes pero habitaciones más atractivas.
Un hotel poco agradable, incluso se podría decir que bastante deprimente. Las habitaciones son bastante grandes, pero cuentan con una decoración anticuada, básica, y algunas no tienen baño. Ideal para los presupuestos reducidos.
Estamos ante un hotel de elegancia francesa y en el que no se tolera ninguna copia ni reproducción. El Bristol forma parte de los pocos hoteles de lujo parisinos que pertenecen a una familia europea (alemana) en lugar de a las grandes familias asiáticas o de los Emiratos Árabes Unidos. Elegante, distinguido y refinado, el Bristol antepone la calidad y la autenticidad de los objetos y materiales. Su restaurante gastronómico atrae a una clientela exigente y amante de la cocina de alta calidad.
El George V hace parte de los palacios parisinos más prestigiosos de la ciudad. Unos pasos dentro el establecimiento son suficientes para darse cuenta que entramos en un hotel donde lujo, perfección y voluptuosidad son la regla. Habitaciones de princesa, salones impresionantes, restaurante el que guía Michelin ha otorgado una estrella, no falta nada al George V para satisfacer a los clientes más exigentes. El diseñador de interior Pierre Yves Rochon se encargo en 1997 de reformar en totalidad el edificio, desde entonces sigue mejorando la decoración de acuerdo con el estilo XVIII siglo.
El último de los palacios parisinos abrió sus puertas el 1 de agosto de 2014. La elegancia y la sofisticación francesa casan a la perfección con el refinamiento asiático en un magnífico edificio de 1908. He aquí el primer establecimiento del grupo Peninsula en Francia y Europa.
Hicieron falta cinco edificios Haussmann para dar vida al Park Hyatt Paris Vendôme, el primer hotel de lujo de la capital concebido con un estilo contemporáneo. En este hotel, la comodidad, la elegancia y un servicio impecable se unen a un diseño más joven y moderno.
Un establecimiento de alta categoría ideal para personajes famosos y estrellas de cine que busquen un poco de discreción. La Réserve Paris se preocupa por la confidencialidad. También se organizan eventos privados.
El Meurice es uno de los mejores establecimientos de París. Su decoración contemporánea y típicamente parisina es obra de Philippe Starck y su hija. Se trata de un lugar exclusivo: el restaurante principal del hotel, Le Meurice, está dirigido por el chef Yannick Alléno, que ha recibido 3 estrellas. No hace falta decir que es uno de los puntos culminantes de la estancia en este hotel. Su ubicación es ideal, justo delante del Jardín de las Tullerías. Las habitaciones están decoradas con gusto y el servicio es impecable.
El W Paris - Opéra finalmente abrió sus puertas el 28 de febrero de 2012. Así, la marca de Starwood ligada a la moda y a las tendencias se asegura un establecimiento de prestigio en París.
El hotel, situado en un edificio del siglo XIX, salta a la vista. Diseño y modernidad se combinan junto con un toque conceptual. Mejor pedir explicaciones al diseñador, ya que es difícil captar el mensaje de otra forma; aunque está claro que el W Paris-Opéra gira alrededor de un tema: The Spark. El establecimiento se define en este "centelleo", creando una unión ficticia entre el primer hotel de Nueva York y su hermano pequeño parisino.
En el corazón de la ópera, el W ya cuenta con los amantes de la marca y espera que el boca a oreja lo convierta en the place to be del barrio, junto con su restaurante y su bar.
Como anuncia el propio eslogan, este hotel es "Votre adresse à Paris" (Tu establecimiento en París): de hecho, no existen demasiados lugares como este en la capital. La diferencia entre una estancia agradable y una memorable reside en los detalles y, sin lugar a dudas, recordarás con emoción tu paso por el Vendôme. Nada más entrar, te recibirán unos porteros tan sonrientes que te sentirás como si fueses el cliente más importante del hotel. Tanto si vas por negocios como por turismo, este hotel boutique satisfará todas tus necesidades con estilo y elegancia.