


Este es un hotel destacable tanto por su decoración como por su barrio. Puede resultar adecuado para clientes en viaje de negocios o para turistas.
- Bien situado
- Corazón
Este es un hotel destacable tanto por su decoración como por su barrio. Puede resultar adecuado para clientes en viaje de negocios o para turistas.
En pleno corazón del distrito 7, el hotel te ofrece la posibilidad de dar un paseo a pie para visitar la Torre Eiffel o los Inválidos. Barrio residencial y especialmente apreciado por los expatriados anglosajones. En él encontrarás la típica vida de barrio con numerosos comercios de alimentación, cafeterías y restaurantes, museos... La parada de metro La Tour Maubourg (línea 8) se encuentra a unos minutos a pie.
Las 81 habitaciones se ofrecen en dos categorías diferentes, estándar y Privilège (más grande o con vistas a la Torre Eiffel), con dos estilos de decoración diferentes. Las habitaciones tradicionales ostentan un estilo clásico, con un toque Luis XV, con moqueta en el suelo y tejidos de flores (cortinas, colchas). Las habitaciones modernas son cómodas y están limpias, pero su decoración no está a la altura ya que los colores salen directamente de los años 90. Una pena. Aunque, afortunadamente, tienen previsto renovarlas. Todas están equipadas con un televisor de pantalla plana, aire acondicionado individual, minibar y caja fuerte. Muchas hasta tienen un balcón, aunque hay que destacar que la distancia que los separa de las habitaciones del edificio de en frente era de esperar... En lo que se refiere a los cuartos de baño, todos tienen secador de pelo y bañera. Solo las habitaciones Privilège proponen zapatillas y albornoces.
El hotel consiste en una agrupación de 3 edificios: uno de principios del siglo pasado y los otros dos restantes que datan de 1995. Desde la última renovación de las zonas comunes en junio de 2010, la recepción ha adoptado una combinación de madera y unos claroscuros de un azul dinámico y acogedor. Una gran tela en azul Klein llama la atención detrás de la recepción. A la derecha, se encuentra la zona del salón y la biblioteca, donde un juego de cojines verdes y violetas realza el color madera de las sillas. Ha quedado claro, la decoración es sobria pero eficaz. La sala de los desayunos se ha concebido en el mismo estilo, con una pequeña terraza acondicionada. El hotel dispone de conexión wifi y de dos web corners gratuitos.
El hotel dispone de un aparcamiento privado de pago, la mejor solución si deseas dejar el vehículo y desplazarte en transporte público (RER, autobús y metro) por París, es lo más práctico.
baño turco
Agreable hotel. J'ai pris une chambre avec vu pour la tour eiffel, pas trés moderne, mais propre.
la localisation, proche des principales points de Paris.
un peu cher, il y a des moquettes (j'ai de l'allergie)
Hotel destacable y bien equipado según las reglas Best Western. Está bien ubicado, a pesar de que el barrio puede estar un poco desierto por las noches.
Las obras de reforma realizadas cerca de los campos de Marte dejan ver un hotel cuyo encanto y modernidad son sinónimos de felicidad.
Un dos estrellas que no dispone de ascensor y donde el espacio de las habitaciones, sin grandes equipamientos, es modesto. Sin embargo, se encuentra en un barrio seguro.
En un edificio original, descubre un dos estrellas estándar pero bien ubicado en un barrio comercial y cercano a los Inválidos y los Campos Elíseos. Las habitaciones de este tranquilo hotel son pequeñas.
Cerca del la zona de los artistas de Montparnasse, este dos estrellas de gran calidad posee mucho carácter y ha sido recientemente reformado.
Un pequeño hotel sin pretensiones, con una decoración algo apagada, en pleno corazón del distrito siete. Sin embargo, puede resultar adecuado para clientes en viaje de negocios o para turistas.
Un establecimiento florido y agradable que está a punto de ganar una estrella.
Este hotel, de los mejores del barrio, es una auténtica joya.
Estamos ante un hotel de elegancia francesa y en el que no se tolera ninguna copia ni reproducción. El Bristol forma parte de los pocos hoteles de lujo parisinos que pertenecen a una familia europea (alemana) en lugar de a las grandes familias asiáticas o de los Emiratos Árabes Unidos. Elegante, distinguido y refinado, el Bristol antepone la calidad y la autenticidad de los objetos y materiales. Su restaurante gastronómico atrae a una clientela exigente y amante de la cocina de alta calidad.
El George V hace parte de los palacios parisinos más prestigiosos de la ciudad. Unos pasos dentro el establecimiento son suficientes para darse cuenta que entramos en un hotel donde lujo, perfección y voluptuosidad son la regla. Habitaciones de princesa, salones impresionantes, restaurante el que guía Michelin ha otorgado una estrella, no falta nada al George V para satisfacer a los clientes más exigentes. El diseñador de interior Pierre Yves Rochon se encargo en 1997 de reformar en totalidad el edificio, desde entonces sigue mejorando la decoración de acuerdo con el estilo XVIII siglo.
El último de los palacios parisinos abrió sus puertas el 1 de agosto de 2014. La elegancia y la sofisticación francesa casan a la perfección con el refinamiento asiático en un magnífico edificio de 1908. He aquí el primer establecimiento del grupo Peninsula en Francia y Europa.
Hicieron falta cinco edificios Haussmann para dar vida al Park Hyatt Paris Vendôme, el primer hotel de lujo de la capital concebido con un estilo contemporáneo. En este hotel, la comodidad, la elegancia y un servicio impecable se unen a un diseño más joven y moderno.
Un establecimiento de alta categoría ideal para personajes famosos y estrellas de cine que busquen un poco de discreción. La Réserve Paris se preocupa por la confidencialidad. También se organizan eventos privados.
El Meurice es uno de los mejores establecimientos de París. Su decoración contemporánea y típicamente parisina es obra de Philippe Starck y su hija. Se trata de un lugar exclusivo: el restaurante principal del hotel, Le Meurice, está dirigido por el chef Yannick Alléno, que ha recibido 3 estrellas. No hace falta decir que es uno de los puntos culminantes de la estancia en este hotel. Su ubicación es ideal, justo delante del Jardín de las Tullerías. Las habitaciones están decoradas con gusto y el servicio es impecable.
El W Paris - Opéra finalmente abrió sus puertas el 28 de febrero de 2012. Así, la marca de Starwood ligada a la moda y a las tendencias se asegura un establecimiento de prestigio en París.
El hotel, situado en un edificio del siglo XIX, salta a la vista. Diseño y modernidad se combinan junto con un toque conceptual. Mejor pedir explicaciones al diseñador, ya que es difícil captar el mensaje de otra forma; aunque está claro que el W Paris-Opéra gira alrededor de un tema: The Spark. El establecimiento se define en este "centelleo", creando una unión ficticia entre el primer hotel de Nueva York y su hermano pequeño parisino.
En el corazón de la ópera, el W ya cuenta con los amantes de la marca y espera que el boca a oreja lo convierta en the place to be del barrio, junto con su restaurante y su bar.
Como anuncia el propio eslogan, este hotel es "Votre adresse à Paris" (Tu establecimiento en París): de hecho, no existen demasiados lugares como este en la capital. La diferencia entre una estancia agradable y una memorable reside en los detalles y, sin lugar a dudas, recordarás con emoción tu paso por el Vendôme. Nada más entrar, te recibirán unos porteros tan sonrientes que te sentirás como si fueses el cliente más importante del hotel. Tanto si vas por negocios como por turismo, este hotel boutique satisfará todas tus necesidades con estilo y elegancia.