


Un pequeño hotel de barrio, serio y bien situado.
Un pequeño hotel de barrio, serio y bien situado.
El hotel está ubicado en una pequeña calle tranquila en cuyo extremo, de un lado, está el famosísimo cabaré Folies Bergère y, del otro, el barrio especialmente animado de los Grands Boulevards, famoso por sus numerosos pasajes parisinos, sus bares, restaurantes, teatros y discotecas. Los alrededores, aunque animados por la noche, no son inseguros. El hotel también está muy cerca del barrio judío de París, donde encontrarás excelentes restaurantes. Estación de metro más cercana: Grands Boulevards.
Todas se han renovado recientemente. Las 26 habitaciones del establecimiento son de la misma categoría: estándar. Las situadas en los pisos 4 y 5 disponen de un pequeño balcón con vistas a los tejados de la ciudad. La habitación que visitamos, bastante luminosa, tiene una puerta-ventana en el dormitorio y otra en el cuarto de baño. Está muy limpio y es moderno; cuenta con una ducha grande y de diseño. Algunos cuartos de baño están equipados con bañera. La conexión wifi y la caja fuerte son gratuitas, pero en recepción.
Es un pequeño hotel, ubicado entre un comercio y una farmacia. La entrada también es pequeña y, por las mañanas, el vestíbulo hace las funciones de sala de desayunos. Durante nuestra visita se estaban llevando a cabo obras de reforma. No obstante, la decoración está bastante cuidada y es acogedora, representativa del ambiente familiar del establecimiento. Las zonas comunes son un poco estrechas, con unos pasillos largos y sinuosos. En las cercanías hay un aparcamiento público de pago.
bon avis general, je n'ai fait que des chambres renovées
proche des grands boulevard chambres renovées propres bon accueil petit dejeuner ok
environnement bruyant ascenseur petit certains lits sont vieux
Un 3*** contemporáneo con la calidad de un Best Western.
Un lugar con encanto en un barrio animado.
De "gran hotel" le queda poco más que el nombre: un trato que deja mucho que desear, instalaciones poco cuidadas...
El Villa Opéra Drouot no es la villa más chic de este grupo hotelero, pero su decoración retro le da una gran personalidad. En este recargado hotel, alejado del diseño y de todo artificio, se dan cita terciopelos, tejidos de colores, mobiliario de madera tintada y una bodega abovedada. Si te alojas aquí es por el barrio en el que está, para vivir algunas noches de desconexión total en una atmósfera un poco rebuscada, ajena al paso del tiempo.
Un establecimiento con buenos servicios situado cerca de los Grands Boulevards.
Un hotel familiar, un 3*** de barrio.
Un precioso lugar en el corazón del París nocturno.
Un 3*** acogedor y cómodo con amplias habitaciones y que suele estar lleno.
Estamos ante un hotel de elegancia francesa y en el que no se tolera ninguna copia ni reproducción. El Bristol forma parte de los pocos hoteles de lujo parisinos que pertenecen a una familia europea (alemana) en lugar de a las grandes familias asiáticas o de los Emiratos Árabes Unidos. Elegante, distinguido y refinado, el Bristol antepone la calidad y la autenticidad de los objetos y materiales. Su restaurante gastronómico atrae a una clientela exigente y amante de la cocina de alta calidad.
El George V hace parte de los palacios parisinos más prestigiosos de la ciudad. Unos pasos dentro el establecimiento son suficientes para darse cuenta que entramos en un hotel donde lujo, perfección y voluptuosidad son la regla. Habitaciones de princesa, salones impresionantes, restaurante el que guía Michelin ha otorgado una estrella, no falta nada al George V para satisfacer a los clientes más exigentes. El diseñador de interior Pierre Yves Rochon se encargo en 1997 de reformar en totalidad el edificio, desde entonces sigue mejorando la decoración de acuerdo con el estilo XVIII siglo.
El último de los palacios parisinos abrió sus puertas el 1 de agosto de 2014. La elegancia y la sofisticación francesa casan a la perfección con el refinamiento asiático en un magnífico edificio de 1908. He aquí el primer establecimiento del grupo Peninsula en Francia y Europa.
Hicieron falta cinco edificios Haussmann para dar vida al Park Hyatt Paris Vendôme, el primer hotel de lujo de la capital concebido con un estilo contemporáneo. En este hotel, la comodidad, la elegancia y un servicio impecable se unen a un diseño más joven y moderno.
Un establecimiento de alta categoría ideal para personajes famosos y estrellas de cine que busquen un poco de discreción. La Réserve Paris se preocupa por la confidencialidad. También se organizan eventos privados.
El Meurice es uno de los mejores establecimientos de París. Su decoración contemporánea y típicamente parisina es obra de Philippe Starck y su hija. Se trata de un lugar exclusivo: el restaurante principal del hotel, Le Meurice, está dirigido por el chef Yannick Alléno, que ha recibido 3 estrellas. No hace falta decir que es uno de los puntos culminantes de la estancia en este hotel. Su ubicación es ideal, justo delante del Jardín de las Tullerías. Las habitaciones están decoradas con gusto y el servicio es impecable.
El W Paris - Opéra finalmente abrió sus puertas el 28 de febrero de 2012. Así, la marca de Starwood ligada a la moda y a las tendencias se asegura un establecimiento de prestigio en París.
El hotel, situado en un edificio del siglo XIX, salta a la vista. Diseño y modernidad se combinan junto con un toque conceptual. Mejor pedir explicaciones al diseñador, ya que es difícil captar el mensaje de otra forma; aunque está claro que el W Paris-Opéra gira alrededor de un tema: The Spark. El establecimiento se define en este "centelleo", creando una unión ficticia entre el primer hotel de Nueva York y su hermano pequeño parisino.
En el corazón de la ópera, el W ya cuenta con los amantes de la marca y espera que el boca a oreja lo convierta en the place to be del barrio, junto con su restaurante y su bar.
Como anuncia el propio eslogan, este hotel es "Votre adresse à Paris" (Tu establecimiento en París): de hecho, no existen demasiados lugares como este en la capital. La diferencia entre una estancia agradable y una memorable reside en los detalles y, sin lugar a dudas, recordarás con emoción tu paso por el Vendôme. Nada más entrar, te recibirán unos porteros tan sonrientes que te sentirás como si fueses el cliente más importante del hotel. Tanto si vas por negocios como por turismo, este hotel boutique satisfará todas tus necesidades con estilo y elegancia.