


En un edificio original, descubre un dos estrellas estándar pero bien ubicado en un barrio comercial y cercano a los Inválidos y los Campos Elíseos. Las habitaciones de este tranquilo hotel son pequeñas.
- Bien situado
En un edificio original, descubre un dos estrellas estándar pero bien ubicado en un barrio comercial y cercano a los Inválidos y los Campos Elíseos. Las habitaciones de este tranquilo hotel son pequeñas.
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Esta parte de la calle Saint-Dominique tiene dos ventajas. La primera que es muy comercial y que está llena de restaurantes. Y la segunda, que lleva directamente a la explanada de los Inválidos. En la otra orilla del Sena, podrás acceder rápidamente a los museos del Grand y el Petit Palais. Los Campos Elíseos tampoco están demasiado lejos. Y además, a la torre Eiffel, que destaca notablemente a la altura de la calle, se llega también en unos quince minutos.
La arquitectura alargada del edificio confiere a las habitaciones un aspecto estrecho. Así que no esperes poder moverte alrededor de la cama. Una mesa de bar y una silla de terciopelo rojo hacen las veces de escritorio. La conexión wifi es gratuita, igual que Canal+. También podrás disfrutar de un minibar, un ventilador y una caja fuerte. Te sorprenderás al entrar en el cuarto de baño, ya que su superficie iguala la de la habitación. El color rosa de las baldosas (a juego con el del cubrecamas) le da cierta originalidad...
Situado al fondo de un patio, este edificio de dos plantas y con fachada roja formaba parte de un antiguo convento. Pero una vez franqueamos la escalinata, que domina unas cuantas mesas situadas entre las plantas del patio, te olvidarás rápido de ello. El vestíbulo, que también funciona como sala del desayuno, exhibe colores muy primaverales. Las escaleras son el único medio para llegar a las quince habitaciones, y los pasillos son estrechos.
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Hotel destacable y bien equipado según las reglas Best Western. Está bien ubicado, a pesar de que el barrio puede estar un poco desierto por las noches.
Las obras de reforma realizadas cerca de los campos de Marte dejan ver un hotel cuyo encanto y modernidad son sinónimos de felicidad.
Un establecimiento que se ha modernizado, situado en un barrio donde todo está cerca, cafés, restaurantes, la Torre Eiffel, los Inválidos...
Se trata de unos de los hoteles preferidos de nuestro equipo. Este hotel es un remanso de paz en el corazón de París. La decoración es tan agradable y original que podríamos pasar días enteros en él.
Un dos estrellas que no dispone de ascensor y donde el espacio de las habitaciones, sin grandes equipamientos, es modesto. Sin embargo, se encuentra en un barrio seguro.
Un establecimiento florido y agradable que está a punto de ganar una estrella.
Este es un hotel destacable tanto por su decoración como por su barrio. Puede resultar adecuado para clientes en viaje de negocios o para turistas.
Este hotel, de los mejores del barrio, es una auténtica joya.
Estamos ante un hotel de elegancia francesa y en el que no se tolera ninguna copia ni reproducción. El Bristol forma parte de los pocos hoteles de lujo parisinos que pertenecen a una familia europea (alemana) en lugar de a las grandes familias asiáticas o de los Emiratos Árabes Unidos. Elegante, distinguido y refinado, el Bristol antepone la calidad y la autenticidad de los objetos y materiales. Su restaurante gastronómico atrae a una clientela exigente y amante de la cocina de alta calidad.
El George V hace parte de los palacios parisinos más prestigiosos de la ciudad. Unos pasos dentro el establecimiento son suficientes para darse cuenta que entramos en un hotel donde lujo, perfección y voluptuosidad son la regla. Habitaciones de princesa, salones impresionantes, restaurante el que guía Michelin ha otorgado una estrella, no falta nada al George V para satisfacer a los clientes más exigentes. El diseñador de interior Pierre Yves Rochon se encargo en 1997 de reformar en totalidad el edificio, desde entonces sigue mejorando la decoración de acuerdo con el estilo XVIII siglo.
El último de los palacios parisinos abrió sus puertas el 1 de agosto de 2014. La elegancia y la sofisticación francesa casan a la perfección con el refinamiento asiático en un magnífico edificio de 1908. He aquí el primer establecimiento del grupo Peninsula en Francia y Europa.
Hicieron falta cinco edificios Haussmann para dar vida al Park Hyatt Paris Vendôme, el primer hotel de lujo de la capital concebido con un estilo contemporáneo. En este hotel, la comodidad, la elegancia y un servicio impecable se unen a un diseño más joven y moderno.
El W Paris - Opéra finalmente abrió sus puertas el 28 de febrero de 2012. Así, la marca de Starwood ligada a la moda y a las tendencias se asegura un establecimiento de prestigio en París.
El hotel, situado en un edificio del siglo XIX, salta a la vista. Diseño y modernidad se combinan junto con un toque conceptual. Mejor pedir explicaciones al diseñador, ya que es difícil captar el mensaje de otra forma; aunque está claro que el W Paris-Opéra gira alrededor de un tema: The Spark. El establecimiento se define en este "centelleo", creando una unión ficticia entre el primer hotel de Nueva York y su hermano pequeño parisino.
En el corazón de la ópera, el W ya cuenta con los amantes de la marca y espera que el boca a oreja lo convierta en the place to be del barrio, junto con su restaurante y su bar.
Un establecimiento de alta categoría ideal para personajes famosos y estrellas de cine que busquen un poco de discreción. La Réserve Paris se preocupa por la confidencialidad. También se organizan eventos privados.
El Meurice es uno de los mejores establecimientos de París. Su decoración contemporánea y típicamente parisina es obra de Philippe Starck y su hija. Se trata de un lugar exclusivo: el restaurante principal del hotel, Le Meurice, está dirigido por el chef Yannick Alléno, que ha recibido 3 estrellas. No hace falta decir que es uno de los puntos culminantes de la estancia en este hotel. Su ubicación es ideal, justo delante del Jardín de las Tullerías. Las habitaciones están decoradas con gusto y el servicio es impecable.
Como anuncia el propio eslogan, este hotel es "Votre adresse à Paris" (Tu establecimiento en París): de hecho, no existen demasiados lugares como este en la capital. La diferencia entre una estancia agradable y una memorable reside en los detalles y, sin lugar a dudas, recordarás con emoción tu paso por el Vendôme. Nada más entrar, te recibirán unos porteros tan sonrientes que te sentirás como si fueses el cliente más importante del hotel. Tanto si vas por negocios como por turismo, este hotel boutique satisfará todas tus necesidades con estilo y elegancia.