


El Louvre Piémont es un hotelito básico y tranquilo situado en el magnífico barrio del Louvre.
- Cultura
- Bien situado
- Encanto
El Louvre Piémont es un hotelito básico y tranquilo situado en el magnífico barrio del Louvre.
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No podemos imaginar una ubicación mejor para visitar el Louvre. Cerca de los metros de Palais Royal y Pyramides, el Louvre Piémont está también a pocos metros de los suntuosos Jardines del Palacio Real y de las lujosas tiendas de la Plaza Vendôme. En este barrio podrás ir a mirar los escaparates de los grandes modistos y visitar las tiendas de souvenirs bajo las arcadas de la calle de Rivoli. Si has venido en coche para poder llevarte todas tus compras, cerca del hotel encontrarás los parkings de Pyramide y de la Bourse.
El Louvre Piémont no se esfuerza en combinar los colores de la moqueta con los de las sábanas o los de las cortinas. Por el contrario, todas las habitaciones disponen de climatización y televisión con varios canales. Aparte del minibar, se ofrece una bandeja con facilidades para hacer té y café. Las habitaciones son bastante estrechas, como en la mayoría de hoteles de París de esta categoría, pero los cuartos de baño con wc tienen un tamaño aceptable y están equipados con secador de pelo.
El Louvre Piémont solamente dispone de veinte habitaciones; se trata de un hotelito en el que podrás disfrutar de un trato personal y acogedor. Su marco es bastante básico, del vestíbulo a la sala del desayuno, como para darles un descanso a tus ojos rebosantes de las riquezas del barrio del Louvre. Por la mañana dispondrás de un buffet con embutidos, quesos, fruta, bebidas, cereales, panes y bollos con un suplemento de 13 euros. Asimismo, puedes pedir un desayuno continental en la habitación. El hotel está equipado con wifi gratuito y un ordenador con Internet.
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J'ai adoré cet hôtel, très bien situé et très calme.
Hôtel agréable où on y fait bon vivre.
Salle de bain un peu étroite avec wc.
Situado entre el Louvre y la Ópera, este hotel, pequeño, cómodo y sencillo, es ideal para visitar los principales lugares turísticos de la capital con tus piernas como único medio de transporte.
Ambiente acogedor en este cómodo hotel con decoración elegante. La calle Thérèse es ideal para satisfacer la sed de conocimiento gracias a su situación dentro de un barrio clave de la cultura parisina, en el que se concentran los museos del Louvre y de Artes Decorativas y la Ópera Garnier.
Hotel de una estrella, sencillo y sin encanto, cercano al Louvre.
Cómodo hotelito sin pretensiones. Lo mejor de este establecimiento es su ubicación de ensueño, cerca del Louvre y del Palais Royal.
Hotel muy bien situado al lado del Louvre La decoración es tradicional pero algo anticuada. Los cuartos de baño renovados son magníficos.
Hotel de un refinamiento extremo, romántico y tradicional. Posee unas referencias evidentes a la literatura, unas zonas comunes cuidadas y unas habitaciones de alta categoría, todas decoradas de una manera original y única.
Los estudios y apartamentos Citadines adoptan el estilo parisino tradicional en una localización de ensueño, frente al museo del Louvre.
Un hotel renovado hace poco pero que conserva su estilo clásico característico, fiel a los orígenes multicentenarios del edificio.
Estamos ante un hotel de elegancia francesa y en el que no se tolera ninguna copia ni reproducción. El Bristol forma parte de los pocos hoteles de lujo parisinos que pertenecen a una familia europea (alemana) en lugar de a las grandes familias asiáticas o de los Emiratos Árabes Unidos. Elegante, distinguido y refinado, el Bristol antepone la calidad y la autenticidad de los objetos y materiales. Su restaurante gastronómico atrae a una clientela exigente y amante de la cocina de alta calidad.
El George V hace parte de los palacios parisinos más prestigiosos de la ciudad. Unos pasos dentro el establecimiento son suficientes para darse cuenta que entramos en un hotel donde lujo, perfección y voluptuosidad son la regla. Habitaciones de princesa, salones impresionantes, restaurante el que guía Michelin ha otorgado una estrella, no falta nada al George V para satisfacer a los clientes más exigentes. El diseñador de interior Pierre Yves Rochon se encargo en 1997 de reformar en totalidad el edificio, desde entonces sigue mejorando la decoración de acuerdo con el estilo XVIII siglo.
El último de los palacios parisinos abrió sus puertas el 1 de agosto de 2014. La elegancia y la sofisticación francesa casan a la perfección con el refinamiento asiático en un magnífico edificio de 1908. He aquí el primer establecimiento del grupo Peninsula en Francia y Europa.
Hicieron falta cinco edificios Haussmann para dar vida al Park Hyatt Paris Vendôme, el primer hotel de lujo de la capital concebido con un estilo contemporáneo. En este hotel, la comodidad, la elegancia y un servicio impecable se unen a un diseño más joven y moderno.
Un establecimiento de alta categoría ideal para personajes famosos y estrellas de cine que busquen un poco de discreción. La Réserve Paris se preocupa por la confidencialidad. También se organizan eventos privados.
El Meurice es uno de los mejores establecimientos de París. Su decoración contemporánea y típicamente parisina es obra de Philippe Starck y su hija. Se trata de un lugar exclusivo: el restaurante principal del hotel, Le Meurice, está dirigido por el chef Yannick Alléno, que ha recibido 3 estrellas. No hace falta decir que es uno de los puntos culminantes de la estancia en este hotel. Su ubicación es ideal, justo delante del Jardín de las Tullerías. Las habitaciones están decoradas con gusto y el servicio es impecable.
El W Paris - Opéra finalmente abrió sus puertas el 28 de febrero de 2012. Así, la marca de Starwood ligada a la moda y a las tendencias se asegura un establecimiento de prestigio en París.
El hotel, situado en un edificio del siglo XIX, salta a la vista. Diseño y modernidad se combinan junto con un toque conceptual. Mejor pedir explicaciones al diseñador, ya que es difícil captar el mensaje de otra forma; aunque está claro que el W Paris-Opéra gira alrededor de un tema: The Spark. El establecimiento se define en este "centelleo", creando una unión ficticia entre el primer hotel de Nueva York y su hermano pequeño parisino.
En el corazón de la ópera, el W ya cuenta con los amantes de la marca y espera que el boca a oreja lo convierta en the place to be del barrio, junto con su restaurante y su bar.
Como anuncia el propio eslogan, este hotel es "Votre adresse à Paris" (Tu establecimiento en París): de hecho, no existen demasiados lugares como este en la capital. La diferencia entre una estancia agradable y una memorable reside en los detalles y, sin lugar a dudas, recordarás con emoción tu paso por el Vendôme. Nada más entrar, te recibirán unos porteros tan sonrientes que te sentirás como si fueses el cliente más importante del hotel. Tanto si vas por negocios como por turismo, este hotel boutique satisfará todas tus necesidades con estilo y elegancia.