


Hotel de una estrella, sencillo y sin encanto, cercano al Louvre.
- Bien situado
Hotel de una estrella, sencillo y sin encanto, cercano al Louvre.
El hotel Louvre Richelieu está situado en la calle Richelieu, en uno de los barrios más bonitos de París, en el distrito 1. El extremo de la calle da a la plaza André Malraux, que tiene por vecina a la plaza del Carrusel y, por tanto, al Louvre. Así pues, el famoso museo está a las puertas del hotel. Y la Ópera Garnier también está relativamente cerca. El hotel está accesible por las líneas de metro 1, 7 y 14, que permiten llegar a todos los lugares emblemáticos de la capital, de la Bastilla a los Campos Elíseos, de la plaza de Italia a la estación del Norte. Los deportistas madrugadores que salen a desentumecer las piernas encontrarán un gran espacio abierto ya que el jardín de las Tullerías se extiende a sus pies.
El hotel dispone de habitaciones dobles y triples. Son todas prácticamente idénticas, no han hecho un esfuerzo de decoración particular. Las habitaciones cuentan con lo mínimo indispensable: cama, armario y escritorio. Un mobiliario sin encanto y unas habitaciones sin gracia ni romanticismo. La conexión wifi es gratuita en todas las habitaciones. Te darán una acogida de lo más agradable en varios idiomas. Todas las habitaciones tienen cuarto de baño.
El Louvre Richelieu, a pesar de su prestigioso nombre, es de hecho un hotelito de solo una estrella. Por tanto no disfruta de una comodidad y unas prestaciones extraordinarias, pero los precios son correctos. No hay ascensor y la recepción se encuentra en lo alto de una escalera. Este modesto vestíbulo de recepción acoge también, por las mañanas, el desayuno. De hecho, hay tres mesas dispuestas en esta estancia alrededor de unas banquetas para comer. No resulta realmente confidencial ni especialmente íntimo desayunar en medio de toda la gente que entra y sale del hotel a primera hora. Además, la estancia no tiene ventanas a la calle, de modo que el ambiente no es muy alegre. Hay un ordenador a disposición de los clientes, pero es de pago.
El Louvre Piémont es un hotelito básico y tranquilo situado en el magnífico barrio del Louvre.
Situado entre el Louvre y la Ópera, este hotel, pequeño, cómodo y sencillo, es ideal para visitar los principales lugares turísticos de la capital con tus piernas como único medio de transporte.
Ambiente acogedor en este cómodo hotel con decoración elegante. La calle Thérèse es ideal para satisfacer la sed de conocimiento gracias a su situación dentro de un barrio clave de la cultura parisina, en el que se concentran los museos del Louvre y de Artes Decorativas y la Ópera Garnier.
Cómodo hotelito sin pretensiones. Lo mejor de este establecimiento es su ubicación de ensueño, cerca del Louvre y del Palais Royal.
Hotel de un refinamiento extremo, romántico y tradicional. Posee unas referencias evidentes a la literatura, unas zonas comunes cuidadas y unas habitaciones de alta categoría, todas decoradas de una manera original y única.
Este lugar mágico ofrece una excelente relación calidad-precio.
Pequeño hotel de dos estrellas que, bajo una apariencia clásica, esconde habitaciones de decoración elegante, sobria y refinada.
Un hotel renovado hace poco pero que conserva su estilo clásico característico, fiel a los orígenes multicentenarios del edificio.
Estamos ante un hotel de elegancia francesa y en el que no se tolera ninguna copia ni reproducción. El Bristol forma parte de los pocos hoteles de lujo parisinos que pertenecen a una familia europea (alemana) en lugar de a las grandes familias asiáticas o de los Emiratos Árabes Unidos. Elegante, distinguido y refinado, el Bristol antepone la calidad y la autenticidad de los objetos y materiales. Su restaurante gastronómico atrae a una clientela exigente y amante de la cocina de alta calidad.
El George V hace parte de los palacios parisinos más prestigiosos de la ciudad. Unos pasos dentro el establecimiento son suficientes para darse cuenta que entramos en un hotel donde lujo, perfección y voluptuosidad son la regla. Habitaciones de princesa, salones impresionantes, restaurante el que guía Michelin ha otorgado una estrella, no falta nada al George V para satisfacer a los clientes más exigentes. El diseñador de interior Pierre Yves Rochon se encargo en 1997 de reformar en totalidad el edificio, desde entonces sigue mejorando la decoración de acuerdo con el estilo XVIII siglo.
El último de los palacios parisinos abrió sus puertas el 1 de agosto de 2014. La elegancia y la sofisticación francesa casan a la perfección con el refinamiento asiático en un magnífico edificio de 1908. He aquí el primer establecimiento del grupo Peninsula en Francia y Europa.
Hicieron falta cinco edificios Haussmann para dar vida al Park Hyatt Paris Vendôme, el primer hotel de lujo de la capital concebido con un estilo contemporáneo. En este hotel, la comodidad, la elegancia y un servicio impecable se unen a un diseño más joven y moderno.
Un establecimiento de alta categoría ideal para personajes famosos y estrellas de cine que busquen un poco de discreción. La Réserve Paris se preocupa por la confidencialidad. También se organizan eventos privados.
El Meurice es uno de los mejores establecimientos de París. Su decoración contemporánea y típicamente parisina es obra de Philippe Starck y su hija. Se trata de un lugar exclusivo: el restaurante principal del hotel, Le Meurice, está dirigido por el chef Yannick Alléno, que ha recibido 3 estrellas. No hace falta decir que es uno de los puntos culminantes de la estancia en este hotel. Su ubicación es ideal, justo delante del Jardín de las Tullerías. Las habitaciones están decoradas con gusto y el servicio es impecable.
El W Paris - Opéra finalmente abrió sus puertas el 28 de febrero de 2012. Así, la marca de Starwood ligada a la moda y a las tendencias se asegura un establecimiento de prestigio en París.
El hotel, situado en un edificio del siglo XIX, salta a la vista. Diseño y modernidad se combinan junto con un toque conceptual. Mejor pedir explicaciones al diseñador, ya que es difícil captar el mensaje de otra forma; aunque está claro que el W Paris-Opéra gira alrededor de un tema: The Spark. El establecimiento se define en este "centelleo", creando una unión ficticia entre el primer hotel de Nueva York y su hermano pequeño parisino.
En el corazón de la ópera, el W ya cuenta con los amantes de la marca y espera que el boca a oreja lo convierta en the place to be del barrio, junto con su restaurante y su bar.
Como anuncia el propio eslogan, este hotel es "Votre adresse à Paris" (Tu establecimiento en París): de hecho, no existen demasiados lugares como este en la capital. La diferencia entre una estancia agradable y una memorable reside en los detalles y, sin lugar a dudas, recordarás con emoción tu paso por el Vendôme. Nada más entrar, te recibirán unos porteros tan sonrientes que te sentirás como si fueses el cliente más importante del hotel. Tanto si vas por negocios como por turismo, este hotel boutique satisfará todas tus necesidades con estilo y elegancia.