


Este cuatro estrellas se encuentra en un espléndido barrio de París, a la vez animado e histórico. Su decoración completamente refinada con un toque de diseño en las zonas comunes debería contentar a todo tipo de turistas.
- Encanto
Este cuatro estrellas se encuentra en un espléndido barrio de París, a la vez animado e histórico. Su decoración completamente refinada con un toque de diseño en las zonas comunes debería contentar a todo tipo de turistas.
El hotel Louvre Saint Honoré disfruta de un emplazamiento que hará soñar a más de un cliente. Solo el nombre ya evoca los palacios más grandiosos, la cultura y la historia y París. Su situación en pleno centro del distrito 1 hace que el hotel sea vecino del Louvre, pero también de otro museo de los más prestigiosos, el centro Pompidou. El jardín de las Tullerías o el parque de Châtelet son unos lugares agradables para pasear y relajarse accesibles a pie. Tampoco hay que irse muy lejos para apreciar la vida cultural y artística parisina: los teatros de Châtelet o la Comedia Francesa montan sus escenarios a solo unas calles. En cuanto al transporte público, la línea 1 del metro permite unir París de este a oeste, de los Campos Elíseos al castillo de Vincennes.
Este cuatro estrellas posee únicamente 37 habitaciones, repartidas en clásicas, superiores, deluxe y una única suite júnior. Las habitaciones ofrecen una cara más clásica e inteligente que las zonas comunes. Esta extravagancia retro-chic no se observa, pero se empapan de un ambiente muy íntimo, sedoso, uniforme y repleto de un tierno encanto. Percibirás en seguida cómo se instala una especie de perfecta dulzura, ideal para relajarse. Todas las habitaciones están revestidas de telas colgadas de las paredes (perfecto para la insonorización), en unos tonos suaves y cálidos verdes, rosas, rojos, violetas o amarillos. Todo ello crea un ambiente muy armonioso. Un mobiliario moderno con líneas marcadas ocupa discretamente el espacio. Hay una habitación que llama la atención, la que está decorada con una tela amarilla, rayada con un laberinto psicodélico naranja, un poco menos zen que las demás, pero que debería hechizar a los huéspedes. Los cuartos de baño son todos idénticos. Son bonitos, sobrios y agradables, y contrastan con las habitaciones más coloridas. Están equipados con productos Lanvin. En las mejores categorías de habitaciones hay camas king size, edredones y sobrecolchón, para obtener un confort máximo. Conexión wifi gratuita. Si se desea, se ofrece una bandeja de cortesía gratuita.
El Louvre Saint Honoré está instalado en un antiguo edificio estrecho y alto con una fachada que data del siglo XIX. En su interior, la decoración está especialmente cuidada y ostenta un refinamiento magnífico. El hotel es relativamente pequeño y, por tanto, de lo más íntimo. Las zonas comunes se limitan a una sala de desayuno en el sótano y una zona de salón instalada bajo una vidriera, en un antiguo patio interior. Los sillones Chesterfield de un negro noble y profundo, y la lámpara de araña de Murano le confieren un aspecto retro que resulta ser finalmente muy contemporáneo, en el límite de un diseño elegante. Hay una barra haciendo esquina en este salón, pero se utiliza poco. La chimenea de gas funciona. En el sótano se encuentra la hermosa sala del desayuno, tamizada con una dulce luz roja, unas sillas diseñadas por Philippe Stark increíblemente originales, caladas como las ramas de un árbol que envuelve al cliente, quien tranquilamente empieza su día con un abrazo amoroso. Bufé con huevos revueltos caseros, embutido, macedonia hecha con fruta fresca de temporada.
salón de belleza, baño turco, EPA
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La arquitectura histórica del Tonic da carácter a sus pequeñas habitaciones, amuebladas a la antigua, en una tranquila calle entre el Ayuntamiento y el Louvre
El Relais du Louvre, pensado especialmente para las estancias en familia, está a dos pasos del museo del Louvre y tiene una decoración acogedora y distendida.
Con cada una de sus pequeñas habitaciones decorada en los tonos de un famoso pintor, este hotel te sumergirá en un ambiente artístico del que podrás seguir empapándote en el museo del Louvre, que se encuentra casi justo enfrente.
Cargado de historia, el hotel Louvre Bons Enfants ha sabido transportar el confort moderno y a la vez conservar un espíritu parisino de tradición.
Para negocios o turismo, este elegante y funcional hotel brilla por su ubicación en el barrio histórico de la capital.
El Empire Paris goza de una situación óptima, muy cerca del museo del Louvre y de la Comedia Francesa. Es un hotel relativamente reciente, de estilo contemporáneo, impecable, modesto y acogedor.
Este establecimiento, en plena fase de cambio, debería estar listo para finales de primavera y ofrecer a los clientes un estilo menos clásico, en el que los muebles de anticuario convivirán con el parqué y las vigas a la vista.
¿Quién ha dicho que dormir en el distrito 1 de París era un lujo? La redacción ha ido a probar por ti este hotelito 1*, presente en numerosas guías de París...
Estamos ante un hotel de elegancia francesa y en el que no se tolera ninguna copia ni reproducción. El Bristol forma parte de los pocos hoteles de lujo parisinos que pertenecen a una familia europea (alemana) en lugar de a las grandes familias asiáticas o de los Emiratos Árabes Unidos. Elegante, distinguido y refinado, el Bristol antepone la calidad y la autenticidad de los objetos y materiales. Su restaurante gastronómico atrae a una clientela exigente y amante de la cocina de alta calidad.
El George V hace parte de los palacios parisinos más prestigiosos de la ciudad. Unos pasos dentro el establecimiento son suficientes para darse cuenta que entramos en un hotel donde lujo, perfección y voluptuosidad son la regla. Habitaciones de princesa, salones impresionantes, restaurante el que guía Michelin ha otorgado una estrella, no falta nada al George V para satisfacer a los clientes más exigentes. El diseñador de interior Pierre Yves Rochon se encargo en 1997 de reformar en totalidad el edificio, desde entonces sigue mejorando la decoración de acuerdo con el estilo XVIII siglo.
El último de los palacios parisinos abrió sus puertas el 1 de agosto de 2014. La elegancia y la sofisticación francesa casan a la perfección con el refinamiento asiático en un magnífico edificio de 1908. He aquí el primer establecimiento del grupo Peninsula en Francia y Europa.
Hicieron falta cinco edificios Haussmann para dar vida al Park Hyatt Paris Vendôme, el primer hotel de lujo de la capital concebido con un estilo contemporáneo. En este hotel, la comodidad, la elegancia y un servicio impecable se unen a un diseño más joven y moderno.
Un establecimiento de alta categoría ideal para personajes famosos y estrellas de cine que busquen un poco de discreción. La Réserve Paris se preocupa por la confidencialidad. También se organizan eventos privados.
El Meurice es uno de los mejores establecimientos de París. Su decoración contemporánea y típicamente parisina es obra de Philippe Starck y su hija. Se trata de un lugar exclusivo: el restaurante principal del hotel, Le Meurice, está dirigido por el chef Yannick Alléno, que ha recibido 3 estrellas. No hace falta decir que es uno de los puntos culminantes de la estancia en este hotel. Su ubicación es ideal, justo delante del Jardín de las Tullerías. Las habitaciones están decoradas con gusto y el servicio es impecable.
El W Paris - Opéra finalmente abrió sus puertas el 28 de febrero de 2012. Así, la marca de Starwood ligada a la moda y a las tendencias se asegura un establecimiento de prestigio en París.
El hotel, situado en un edificio del siglo XIX, salta a la vista. Diseño y modernidad se combinan junto con un toque conceptual. Mejor pedir explicaciones al diseñador, ya que es difícil captar el mensaje de otra forma; aunque está claro que el W Paris-Opéra gira alrededor de un tema: The Spark. El establecimiento se define en este "centelleo", creando una unión ficticia entre el primer hotel de Nueva York y su hermano pequeño parisino.
En el corazón de la ópera, el W ya cuenta con los amantes de la marca y espera que el boca a oreja lo convierta en the place to be del barrio, junto con su restaurante y su bar.
Como anuncia el propio eslogan, este hotel es "Votre adresse à Paris" (Tu establecimiento en París): de hecho, no existen demasiados lugares como este en la capital. La diferencia entre una estancia agradable y una memorable reside en los detalles y, sin lugar a dudas, recordarás con emoción tu paso por el Vendôme. Nada más entrar, te recibirán unos porteros tan sonrientes que te sentirás como si fueses el cliente más importante del hotel. Tanto si vas por negocios como por turismo, este hotel boutique satisfará todas tus necesidades con estilo y elegancia.