


Al pie de la estación de Lyon, en un bonito edificio con habitaciones de elegancia sencilla.
Al pie de la estación de Lyon, en un bonito edificio con habitaciones de elegancia sencilla.
El principal atractivo del hotel Lyon Bastille es su ubicación casi en la bajada de la estación de Lyon. Por ello es muy fácil acceder a ella y a todos los barrios interesantes de la capital a pie y en metro. Desde la Gare de Lyon o la cercana plaza de la Bastilla, las líneas de metro se dirigen al centro, en dirección a todos los prestigiosos monumentos en un santiamén (el Louvre, las Tullerías, el Arco de Triunfo, etc.). Los visitantes atraídos por Disney encontrarán el RER A, directo en 35 minutos. Por lo demás, el barrio de la Bastilla, muy festivo y animado, está a sólo unos minutos a pie. Saturado de callejuelas animadas repletas de bares y restaurantes, los juerguistas disfrutan al máximo. Y cerca del lugar se puede ir a un pequeño pulmón zen: el puerto del Arsenal en el que los barcos de recreo chapotean tranquilamente, bordeados por el césped sobre el que podemos echarnos. Una pequeña siesta y pronto te olvidarás que en realidad te encuentras en una capital. Se trata de un barrio emblemático de París, para ir a pasear por la Ópera de la Bastilla que todavía suscita sorpresa o desesperación, depende del gusto de cada uno. Se trata de un hotel muy bien situado para descubrir la capital.
El hotel tiene 48 habitaciones con climatización, minibar, caja fuerte, wifi gratuita, pantallas planas TDT. La mayoría del hotel está constituida por habitaciones estándar. Además de algunas comunicadas y muy pronto habitaciones superiores. Todas las habitaciones están decoradas en la misma línea de colores suaves y acidulados. Una habitación de tonos lavanda por aquí, otra beige por allá, luego otra azulada. Algunas ostentan un mobiliario tradicional y clásico, mientras que otras son algo más modernas. La mitad de los cuartos de baño del hotel han sido renovados recientemente. Un hotelito bonito y, al mismo tiempo, sobrio y clásico.
El Lyon Bastille se instala lujosamente en un edificio de 1903. Su fachada Art Nouveau salta a la vista, en piedra tallada, con numerosos balcones y frontones de ventana esculpidos, y bonitas balaustradas de hierro forjado. Sin lugar a dudas tiene encanto y una dosis de prestigio. En el interior, el hotel dispone de un saloncito delante del vestíbulo, y de algunos cómodos sillones en vistosos tonos rosa pastel, de estilo sobrio y delicado. Se desayuna en una pequeña sala relegada al fondo, con un bufé mejorado. Cabe destacar que el recibimiento es especialmente acogedor.
Este pequeño hotel se renueva constantemente. De un año a otro, los cuartos de baño se reforman y la decoración de las habitaciones se modifica. En 2011 se crearán habitaciones de categoría "superior".
salón de belleza, baño turco
Este hotel de la cadena Mercure te sorprenderá agradablemente.
Un hotel "a la antigua" de los que ya no quedan...
Un sencillo hotel muy bien cuidado
Situado a dos pasos de la estación de Lyon.
Un atractivo hotel con una decoración refinada
Un hotel sencillo y superfuncional
Un hotel familiar y acogedor
Un hotel sencillo y muy funcional
Estamos ante un hotel de elegancia francesa y en el que no se tolera ninguna copia ni reproducción. El Bristol forma parte de los pocos hoteles de lujo parisinos que pertenecen a una familia europea (alemana) en lugar de a las grandes familias asiáticas o de los Emiratos Árabes Unidos. Elegante, distinguido y refinado, el Bristol antepone la calidad y la autenticidad de los objetos y materiales. Su restaurante gastronómico atrae a una clientela exigente y amante de la cocina de alta calidad.
El George V hace parte de los palacios parisinos más prestigiosos de la ciudad. Unos pasos dentro el establecimiento son suficientes para darse cuenta que entramos en un hotel donde lujo, perfección y voluptuosidad son la regla. Habitaciones de princesa, salones impresionantes, restaurante el que guía Michelin ha otorgado una estrella, no falta nada al George V para satisfacer a los clientes más exigentes. El diseñador de interior Pierre Yves Rochon se encargo en 1997 de reformar en totalidad el edificio, desde entonces sigue mejorando la decoración de acuerdo con el estilo XVIII siglo.
El último de los palacios parisinos abrió sus puertas el 1 de agosto de 2014. La elegancia y la sofisticación francesa casan a la perfección con el refinamiento asiático en un magnífico edificio de 1908. He aquí el primer establecimiento del grupo Peninsula en Francia y Europa.
Hicieron falta cinco edificios Haussmann para dar vida al Park Hyatt Paris Vendôme, el primer hotel de lujo de la capital concebido con un estilo contemporáneo. En este hotel, la comodidad, la elegancia y un servicio impecable se unen a un diseño más joven y moderno.
El W Paris - Opéra finalmente abrió sus puertas el 28 de febrero de 2012. Así, la marca de Starwood ligada a la moda y a las tendencias se asegura un establecimiento de prestigio en París.
El hotel, situado en un edificio del siglo XIX, salta a la vista. Diseño y modernidad se combinan junto con un toque conceptual. Mejor pedir explicaciones al diseñador, ya que es difícil captar el mensaje de otra forma; aunque está claro que el W Paris-Opéra gira alrededor de un tema: The Spark. El establecimiento se define en este "centelleo", creando una unión ficticia entre el primer hotel de Nueva York y su hermano pequeño parisino.
En el corazón de la ópera, el W ya cuenta con los amantes de la marca y espera que el boca a oreja lo convierta en the place to be del barrio, junto con su restaurante y su bar.
Un establecimiento de alta categoría ideal para personajes famosos y estrellas de cine que busquen un poco de discreción. La Réserve Paris se preocupa por la confidencialidad. También se organizan eventos privados.
El Meurice es uno de los mejores establecimientos de París. Su decoración contemporánea y típicamente parisina es obra de Philippe Starck y su hija. Se trata de un lugar exclusivo: el restaurante principal del hotel, Le Meurice, está dirigido por el chef Yannick Alléno, que ha recibido 3 estrellas. No hace falta decir que es uno de los puntos culminantes de la estancia en este hotel. Su ubicación es ideal, justo delante del Jardín de las Tullerías. Las habitaciones están decoradas con gusto y el servicio es impecable.
Como anuncia el propio eslogan, este hotel es "Votre adresse à Paris" (Tu establecimiento en París): de hecho, no existen demasiados lugares como este en la capital. La diferencia entre una estancia agradable y una memorable reside en los detalles y, sin lugar a dudas, recordarás con emoción tu paso por el Vendôme. Nada más entrar, te recibirán unos porteros tan sonrientes que te sentirás como si fueses el cliente más importante del hotel. Tanto si vas por negocios como por turismo, este hotel boutique satisfará todas tus necesidades con estilo y elegancia.