


El hotel Astor Saint-Honoré, situado en una de las zonas más elegantes de París, es un lugar con mucha clase cuyo estilo clásico convendrá sobre todo a las personas adultas y elegantes.
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- Bien situado
- Descanso
- Gastronomía
- Encanto
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El hotel Astor Saint-Honoré, situado en una de las zonas más elegantes de París, es un lugar con mucha clase cuyo estilo clásico convendrá sobre todo a las personas adultas y elegantes.
El hotel Astor Saint-Honoré está situado en el distrito 8, uno de los más elegantes de la capital francesa ya que alberga los Campos Elíseos y las tiendas de alta costura. Se encuentra a pocos minutos a pie de la iglesia de la Madeleine y de la famosa Ópera Garnier. Está ubicado en una callejuela secundaria relativamente aislada, pero a la vez está cerca de los grandes bulevares y de los barrios de lujo para las compras. El Jardín de las Tullerías, la plaza de la Concordia y el Museo del Louvre están en las cercanías del hotel y se puede acceder a ellos a pie, si te gusta pasear, o en metro. A unos diez minutos a pie del hotel hay un autobús público que se dirige al aeropuerto Charles de Gaulle, y al de Orly se puede acceder con el RER.
Las 128 habitaciones del hotel se distribuyen en siete plantas a las que se puede acceder a través de dos ascensores. Todas las habitaciones contienen tamaños, servicios y colores diferentes, pero comparten el mismo estilo, clásico y elegante. Su punto en común son las rayas, de diversos matices, que adornan la tapicería, las cortinas y los cubrecamas. Se puede elegir entre distintos colores: hay habitaciones de tonos rojos oscuros, gris claro y blanco, otras más lilas con mobiliario de color crema, u otras en las que predominan los colores rosas. Todo ello crea un estilo al que los jóvenes están poco habituados, pero que responde a las necesidades de una clientela adulta. La habitación Classic, con 15 m², no es muy grande. Se puede pedir una habitación Superior y así gozar de 5 m² suplementarios. En ninguna de estas dos categorías básicas la televisión es de pantalla plana, pero ambas ofrecen una selección de unos treinta canales vía satélite. Además, se regala una botella de agua y cuentan con un albornoz, pequeños detalles que serán muy apreciados, tanto por los huéspedes de una habitación estándar como por aquellos que se puedan permitir una suite. En las habitaciones de lujo y las suites júnior se ofrecen productos de aseo Carven en los cuartos de baño, que no tienen un encanto particular pero están decorados con orquídeas. Las dos categorías más lujosas disponen de una cadena de alta definición, una televisión de pantalla plana y un salón con sofá y mesa baja. La suite júnior, más grande, contiene además una bandeja de bienvenida con té y café. En general, las habitaciones son luminosas y pueden dar al patio interior o a la calle (éstas son un poco ruidosas). Si se quiere gozar de unas vistas de los tejados de París, habrá que pedir las habitaciones de la sexta planta, en la zona en la que el edificio empieza a estrecharse. La auténtica joya del hotel, reservada a algunos privilegiados que se lo pueden permitir a causa de las tarifas astronómicas: la suite Gouverneur, que ocupa toda la séptima planta y goza de unas vistas increíbles de la ciudad y la torre Eiffel que se erige entre los tejados. Si te gusta soñar, imagínate un apartamento lujoso de dos habitaciones con una barra de bar, una habitación para dormir y una gran terraza con tumbonas.
El hotel Astor Saint-Honoré acaba de cumplir cien años. Su apertura se remonta al año 1907, cuando un rico Lord inglés se enamoró del edificio y decidió transformar esta antigua residencia privada en hotel y le dio su nombre. El establecimiento se estructura alrededor de un patio al que dan muchas de las habitaciones. En las paredes que delimitan este patio, blancas y algo redondeadas, se pueden ver reproducciones del escudo familiar esculpidas sobre fondo azul cielo que transmiten una sensación de antigüedad. Pero no hay que temer: incluso si el hotel se fundó hace mucho tiempo y que contiene cierta estética que recuerda el estilo inglés de antaño, las habitaciones y las zonas comunes fueron renovadas en 1996 por Fréderic Méchiche, un gran arquitecto interiorista francés. El leitmotiv de la decoración son las rayas que encontramos en todas las habitaciones: pintadas de colores tamizados y otoñales, conjuntan las paredes, los sillones y los cubrecamas. El vestíbulo del hotel es de una elegancia irreprochable. Decorado con composiciones de flores frescas, presenta paredes de madera (igual que en la recepción) y sofás de tonos marrones. Las puertas y las ventanas que dan a la calle, acentuadas por un juego de espejos, crean una atmósfera bastante luminosa.
En la sala del restaurante, la superficie de color crema con columnas y techo art déco se ve animada por un cruce de líneas oblicuas. El resultado es un color claro, muy puro, que alterna los tonos rojos y rosas de las cortinas, los manteles y las sillas y crea una decoración fiel al estilo clásico y sobrio del hotel. El restaurante abre de 19:30 a 22:00 h y propone una cocina gastronómica típicamente francesa, cuidada y de calidad, elaborada por el chef David Mansaud. Si te entra hambre durante el día, puedes ir al bar del hotel: con una decoración de puro estilo inglés en un ambiente acolchado realizado con luces de colores y difusas. La comida está constituida por tentempiés y platos sencillos que el chef prepara y el servicio de habitaciones ofrece el mismo menú. De 15:00 a 18:00 h es la hora del té, para tomarse una infusión y un pastelito casero.
A tu llegada, un empleado te ayudará a abrir la puerta y la cerrará tras de ti, y un portero se ocupará de tus maletas. Si necesitas que te aconsejen para ir a una exposición o a cenar, el hotel dispone de un excelente servicio de conserjería muy apreciado por los clientes gracias a su competencia y su conocimiento de la ciudad. En el vestíbulo se erigen estatuas sobre las mesas y los muebles de madera, realizadas con los materiales más diversos: mármol, alabastro, bronce, granito, etc. Se trata de las obras de una artista francesa, Anne Podbielski, y están a la venta.
gimnasia, fitness, deportes
Hôtel très bien situé, dans une rue calme, proche des grands magasins, transports en commun très proche. Le personnel de conciergerie et de bar est très aimable. La chambre était impeccable.
très bonne cuisine, belle présentation et produits de saisons bien cuisinés. Super petit déjeuner, très complet et bon !
La décoration des chambres est un peu vieille et le restaurant n'est pas très lumineux.
très bel hôtel! personnel très gentil et accueillant, un service rapide et a toute heure! un très bon moment passé la bas et un très bon souvenir.
l'hôtel est bien situé et calme
la vue des chambres n'est pas top mais ce n'est qu'un détail
Un hotel muy bien ubicado con un servicio impecable.
Una buena opción para los que están en el barrio por negocios o incluso para los que quieren estar en pleno centro de París
El hotel Elysées 8 solía llamarse Timhotel, dispone de los equipamientos necesarios pero le falta un poco de encanto.
Un hotel que rebosa dinamismo y diseño
Con una clientela que procede mayoritariamente del mundo de los negocios, el hotel apuesta por la tranquilidad y unas habitaciones de estilo discreto pero elegante, situado entre la Madeleine y los Campos Elíseos
Este hotel distinguido y cómodo propone una decoración contemporánea en el corazón del barrio que se mueve al ritmo de los grandes almacenes y los centros de negocios.
Le Lavoisier es un pequeño hotel con encanto, con una decoración sencilla y práctica. Algo escaso en equipamiento, ya que no hay restaurante ni instalaciones deportivas.
El hotel Park Lane, bien equipado y con una buena ubicación, es una buena opción para aquellos que deseen estar en el centro de París, en habitaciones sencillas. Se trata de un hotel práctico.
Estamos ante un hotel de elegancia francesa y en el que no se tolera ninguna copia ni reproducción. El Bristol forma parte de los pocos hoteles de lujo parisinos que pertenecen a una familia europea (alemana) en lugar de a las grandes familias asiáticas o de los Emiratos Árabes Unidos. Elegante, distinguido y refinado, el Bristol antepone la calidad y la autenticidad de los objetos y materiales. Su restaurante gastronómico atrae a una clientela exigente y amante de la cocina de alta calidad.
El George V hace parte de los palacios parisinos más prestigiosos de la ciudad. Unos pasos dentro el establecimiento son suficientes para darse cuenta que entramos en un hotel donde lujo, perfección y voluptuosidad son la regla. Habitaciones de princesa, salones impresionantes, restaurante el que guía Michelin ha otorgado una estrella, no falta nada al George V para satisfacer a los clientes más exigentes. El diseñador de interior Pierre Yves Rochon se encargo en 1997 de reformar en totalidad el edificio, desde entonces sigue mejorando la decoración de acuerdo con el estilo XVIII siglo.
El último de los palacios parisinos abrió sus puertas el 1 de agosto de 2014. La elegancia y la sofisticación francesa casan a la perfección con el refinamiento asiático en un magnífico edificio de 1908. He aquí el primer establecimiento del grupo Peninsula en Francia y Europa.
Hicieron falta cinco edificios Haussmann para dar vida al Park Hyatt Paris Vendôme, el primer hotel de lujo de la capital concebido con un estilo contemporáneo. En este hotel, la comodidad, la elegancia y un servicio impecable se unen a un diseño más joven y moderno.
Un establecimiento de alta categoría ideal para personajes famosos y estrellas de cine que busquen un poco de discreción. La Réserve Paris se preocupa por la confidencialidad. También se organizan eventos privados.
El Meurice es uno de los mejores establecimientos de París. Su decoración contemporánea y típicamente parisina es obra de Philippe Starck y su hija. Se trata de un lugar exclusivo: el restaurante principal del hotel, Le Meurice, está dirigido por el chef Yannick Alléno, que ha recibido 3 estrellas. No hace falta decir que es uno de los puntos culminantes de la estancia en este hotel. Su ubicación es ideal, justo delante del Jardín de las Tullerías. Las habitaciones están decoradas con gusto y el servicio es impecable.
El W Paris - Opéra finalmente abrió sus puertas el 28 de febrero de 2012. Así, la marca de Starwood ligada a la moda y a las tendencias se asegura un establecimiento de prestigio en París.
El hotel, situado en un edificio del siglo XIX, salta a la vista. Diseño y modernidad se combinan junto con un toque conceptual. Mejor pedir explicaciones al diseñador, ya que es difícil captar el mensaje de otra forma; aunque está claro que el W Paris-Opéra gira alrededor de un tema: The Spark. El establecimiento se define en este "centelleo", creando una unión ficticia entre el primer hotel de Nueva York y su hermano pequeño parisino.
En el corazón de la ópera, el W ya cuenta con los amantes de la marca y espera que el boca a oreja lo convierta en the place to be del barrio, junto con su restaurante y su bar.
Como anuncia el propio eslogan, este hotel es "Votre adresse à Paris" (Tu establecimiento en París): de hecho, no existen demasiados lugares como este en la capital. La diferencia entre una estancia agradable y una memorable reside en los detalles y, sin lugar a dudas, recordarás con emoción tu paso por el Vendôme. Nada más entrar, te recibirán unos porteros tan sonrientes que te sentirás como si fueses el cliente más importante del hotel. Tanto si vas por negocios como por turismo, este hotel boutique satisfará todas tus necesidades con estilo y elegancia.