


Este pequeño, pero adecuado hotel expone reproducciones de cuadros impresionistas y sus habitaciones son bonitas, acogedoras y coloridas. Está muy bien situado junto a la place d'Italie.
Este pequeño, pero adecuado hotel expone reproducciones de cuadros impresionistas y sus habitaciones son bonitas, acogedoras y coloridas. Está muy bien situado junto a la place d'Italie.
El hotel Manet es un establecimiento de dimensiones medias, que disfruta de la cercanía de la place d'Italie (a unos cientos de metros). Desde sus ventanas, que dan a una calle tranquila, se divisan las paredes de ladrillo y el tejado de tejas antiguas de la escuela de Artes y Oficios. Son numerosas las líneas de metro que pasan cerca, el hotel se encuentra en un punto importante de transbordo. Desde allí, se puede acceder muy fácilmente a los lugares más interesantes de París. La línea 6 del metro va directamente al Trocadéro, un punto que ofrece una de las vistas más bonitas de la Torre Eiffel, y después sigue hacia el Arco de Triunfo y los Campos Elíseos. La línea 7 se dirige al Louvre. Puedes optar por dar un paseo por las calles antiguas del centro de la capital, en dos paradas llegas a la rue Mouffetard y al barrio del Panteón. Los amantes de los paseos a pie descubrirán con alegría los jardines de Luxemburgo y de Plantas, muy cercanos. Para salir y disfrutar de la fiesta sin moderación, la rue de la Butte aux Cailles se encuentra al otro de la plaza, a tan sólo unas manzanas de allí. Numerosos cines rodean la place d'Italie, y los amantes de la moda encontrarán numerosas tiendas en el centro comercial de esta misma plaza.
El hotel tiene 50 habitaciones, todas decoradas en suaves tonos pastel, aunque en general son bastante similares. En general, el papel de las paredes en tonos amarillo-beige combina bien con la moqueta azul, las camas y las cortinas rojas o marrones. Es sobrio, limpio y funcional. Mobiliario de madera clásica, con grandes armarios. La originalidad, de todos modos, se encuentra en la arquitectura interior del edificio antiguo. Unas diez habitaciones disponen de una bonita chimenea de esquina negra que les da cierto encanto. Evidentemente las chimeneas no funcionan. Otras muchas habitaciones tienen bonitas molduras en el techo. Los cuartos de baño están muy logrados, con su embaldosado elegante con un poco de mármol, que rompe con las horribles baldosas blancas habituales. Aquí todo es un poco más original, de color y, sobre todo, con un acabado perfecto. Hay cabinas de ducha con paredes de cristal, o a veces bañera. Dispone también de secador de pelo. Las habitaciones no tienen climatización ni minibar, pero las teles de pantalla plana emiten la TDT y canales internacionales. Sólo la tele de la sala del desayuno emite Canal+.
Justo antes de entrar, vale la pena echar un pequeño vistazo hacia arriba. La fachada del hotel es especialmente bonita, con sus antiguas piedras talladas perfectamente juntas. Algunas piedras, esculpidas con gusto, decoran la zona central de la fachada y bajo los balcones. Los pisos 2 y 5 disponen de pequeños balcones desde donde se pueden admirar las vistas sobre los tejados antiguos de Artes y Oficios. En el interior, el hotel Manet multiplica las referencias a los pintores impresionistas. Reproducciones de lienzos adornan discretamente las paredes de las escaleras, habitaciones y entrada. Se desayuna en una sala soleada contigua a la recepción, bajo la mirada pícara de la mujer desnuda del "Almuerzo sobre la hierba", el famoso cuadro del pintor que causó escándalo en el siglo XIX. El desayuno es un buffet con croissants, pan de baguette y porciones individuales de mermelada. Bastante clásico para esta categoría de hoteles. No hay aparcamiento, pero sí conexión wifi gratuita en todas las habitaciones.
Un sympathique hotel à deux pas de la place d'Italie au calme si vous demandez une chambre sur cour.
le calme pour bien se reposer, un lit ferme. Petit déjeuner copieux!
Le prix de la chambre est un peu élevé car il s'est envolé au cours des dernières années...
Este hotel situado al lado de la plaza de Italia es de fácil acceso. Permite llegar fácilmente al centro de París para visitar los monumentos históricos. Las habitaciones están decoradas con un color azul muy luminoso, son modernas y agradables. Las fundas nórdicas aportan mucho confort. El lugar es muy agradable y tiene mucho encanto.
Un hotelito de dos estrellas bien cuidado con unas habitaciones pequeñas, decoradas con unos colores tornasolados y bien acondicionadas. Un confort muy correcto.
Magnífico hotel situado en el corazón de París, a los pies de la Place d'Italie, en un edificio antiguo con mucho encanto. Sin embargo sus habitaciones de decoración contemporánea son sencillas y agradables.
Un hotel pequeño que posee una soberbia decoración contemporánea y elegante en todos sus espacios. Cuando el encanto se suma a la fiesta?
Los Citadines, con sus pequeñas cocinas en cada estudio o apartamento, están muy bien pensados para los viajeros que realizan una estancia larga en París y desean ser autónomos. La decoración es funcional pero no muy moderna.
Un Ibis cuya decoración es bastante original. Es el mejor de los que se encuentran junto a la Place d'Italie
Hotelito sencillo, sin mucha decoración, pero con una buena relación calidad-precio.
Las habitaciones de este hotelito, muy bien situado cerca de la place d'Italie, no son muy modernas. El ambiente es familiar, el trato simpático, sencillo y sin remilgos.
Estamos ante un hotel de elegancia francesa y en el que no se tolera ninguna copia ni reproducción. El Bristol forma parte de los pocos hoteles de lujo parisinos que pertenecen a una familia europea (alemana) en lugar de a las grandes familias asiáticas o de los Emiratos Árabes Unidos. Elegante, distinguido y refinado, el Bristol antepone la calidad y la autenticidad de los objetos y materiales. Su restaurante gastronómico atrae a una clientela exigente y amante de la cocina de alta calidad.
El George V hace parte de los palacios parisinos más prestigiosos de la ciudad. Unos pasos dentro el establecimiento son suficientes para darse cuenta que entramos en un hotel donde lujo, perfección y voluptuosidad son la regla. Habitaciones de princesa, salones impresionantes, restaurante el que guía Michelin ha otorgado una estrella, no falta nada al George V para satisfacer a los clientes más exigentes. El diseñador de interior Pierre Yves Rochon se encargo en 1997 de reformar en totalidad el edificio, desde entonces sigue mejorando la decoración de acuerdo con el estilo XVIII siglo.
El último de los palacios parisinos abrió sus puertas el 1 de agosto de 2014. La elegancia y la sofisticación francesa casan a la perfección con el refinamiento asiático en un magnífico edificio de 1908. He aquí el primer establecimiento del grupo Peninsula en Francia y Europa.
Hicieron falta cinco edificios Haussmann para dar vida al Park Hyatt Paris Vendôme, el primer hotel de lujo de la capital concebido con un estilo contemporáneo. En este hotel, la comodidad, la elegancia y un servicio impecable se unen a un diseño más joven y moderno.
El W Paris - Opéra finalmente abrió sus puertas el 28 de febrero de 2012. Así, la marca de Starwood ligada a la moda y a las tendencias se asegura un establecimiento de prestigio en París.
El hotel, situado en un edificio del siglo XIX, salta a la vista. Diseño y modernidad se combinan junto con un toque conceptual. Mejor pedir explicaciones al diseñador, ya que es difícil captar el mensaje de otra forma; aunque está claro que el W Paris-Opéra gira alrededor de un tema: The Spark. El establecimiento se define en este "centelleo", creando una unión ficticia entre el primer hotel de Nueva York y su hermano pequeño parisino.
En el corazón de la ópera, el W ya cuenta con los amantes de la marca y espera que el boca a oreja lo convierta en the place to be del barrio, junto con su restaurante y su bar.
Un establecimiento de alta categoría ideal para personajes famosos y estrellas de cine que busquen un poco de discreción. La Réserve Paris se preocupa por la confidencialidad. También se organizan eventos privados.
El Meurice es uno de los mejores establecimientos de París. Su decoración contemporánea y típicamente parisina es obra de Philippe Starck y su hija. Se trata de un lugar exclusivo: el restaurante principal del hotel, Le Meurice, está dirigido por el chef Yannick Alléno, que ha recibido 3 estrellas. No hace falta decir que es uno de los puntos culminantes de la estancia en este hotel. Su ubicación es ideal, justo delante del Jardín de las Tullerías. Las habitaciones están decoradas con gusto y el servicio es impecable.
Como anuncia el propio eslogan, este hotel es "Votre adresse à Paris" (Tu establecimiento en París): de hecho, no existen demasiados lugares como este en la capital. La diferencia entre una estancia agradable y una memorable reside en los detalles y, sin lugar a dudas, recordarás con emoción tu paso por el Vendôme. Nada más entrar, te recibirán unos porteros tan sonrientes que te sentirás como si fueses el cliente más importante del hotel. Tanto si vas por negocios como por turismo, este hotel boutique satisfará todas tus necesidades con estilo y elegancia.