


El hotel, situado a dos pasos de la Ópera Garnier, lleva su nombre para resaltar su proximidad con el barrio parisino de los teatros. Un establecimiento cuidado y más bien elegante, sin llegar a ser pretencioso.
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El hotel, situado a dos pasos de la Ópera Garnier, lleva su nombre para resaltar su proximidad con el barrio parisino de los teatros. Un establecimiento cuidado y más bien elegante, sin llegar a ser pretencioso.
El hotel Opéra Garnier está situado en el número 4 de la calle de Isly. Su nombre, que lo han cogido prestado del famoso teatro de la ópera de París, a cinco minutos a pie, revela su ubicación en el corazón de la vida parisina. A dos pasos se encuentra la iglesia de la Madeleine y los grandes almacenes del Bulevar Haussmann, como las Galerías Lafayette. Calcula entre treinta y cuarenta minutos en taxi hasta los aeropuertos de Charles-de-Gaulle y Orly. La estación de metro (y tren) más cercana es Saint Lazare, que está comunicada por las líneas 3,12, 13 y 14. Es un excelente punto de partida para visitar la capital francesa, a pie o en transporte público.
El Opéra Garnier es más bien grande con respecto a los estándares parisinos. Ofrece 140 habitaciones repartidas en seis plantas, tres están reservadas a los no fumadores. Las 110 habitaciones estándar, en versión individual o doble (con dos camas o con una cama de matrimonio), están todas decoradas de la misma manera. Son sobrias sin ser tristes, agradables pero sin excesos y tienen mucha luz gracias a las amplias ventanas que dan a la callejuela de Isly, al patio interior (más tranquilo) o a la calle Saint-Lazare, bastante ruidosa. Hay que destacar que todas las habitaciones están insonorizadas con doble acristalamiento. Si bien las zonas comunes se diferencian claramente, por su personalidad, de los modelos de la cadena hotelera, en las habitaciones sí que encontrarás el estilo de la marca Accor, con unos colores (violeta, burdeos, rosa y blanco y mobiliario de madera claro) que exhiben una elegancia sin pretensión. Aunque no son muy grandes, todas están equipadas con un armario, un escritorio bastante amplio, mesillas de noche y un televisor de pantalla plana vía satélite. Nos ha impactado la limpieza, hasta en los cuartos de baño, que por lo demás son bastante normales. En las 30 habitaciones superiores, los colores cambian al beige y al marrón y los servicios son más completos, como la bandeja de cortesía con té, café, galletas y una botella de agua pequeña. Sin olvidarnos de los albornoces y las zapatillas.
El Opéra Garnier siempre ha sido un hotel y en su estilo encontrarás el detalle típico de todos los establecimientos del grupo Accor, aunque no se parezcan necesariamente. El hotel ha llevado a cabo recientemente una renovación en varias fases. La última, en 2008, afectó a la moqueta y los pasillos, decorados con la temática de la Opéra Garnier, con fotografías colgadas en las paredes. El espacio del vestíbulo es muy amplio. Es agradable y acogedor, gracias, entre otros, a la luz que entra por las cristaleras que dan a la calle o al patio interior. El mobiliario está formado por unos divanes rojos y una moqueta a rayas en los mismos tonos, colocados alrededor de unas plantas y unas mesas con el tono amarillo de las paredes de fondo. El vestíbulo también alberga un bar con una gran barra de madera donde un camarero atiende a los clientes de 18:00 a 00:00 h, De hecho, está abierto durante todo el día, basta con que te dirijas a la recepción. El conjunto es agradable y lo que más nos ha gustado ha sido el jardincito interior. No es muy grande, pero aún así es superior a la media parisina. El suelo es de madera y los dos arriates están muy bien cuidados y rodeados de mesas y sillas plegables tan cómodas como las tumbonas. El único defecto, para nosotros, es que deberían renovar los sillones del vestíbulo.
El Opéra Garnier no ofrece servicio de restaurante, pero ofrece un servicio de habitaciones a cargo de una empresa externa. Solo tienes que llamar a la recepción, pedir lo que desees y en treinta minutos tendrás la cena en la habitación. El desayuno se sirve en la sala del sótano, entre las 6:30 y las 10:00 h durante la semana y entre las 7:00 y las 11:00 h el fin de semana. La sala tiene capacidad para setenta comensales en un espacio muy alegre, con las paredes pintadas de amarillo y decoradas con unos cuadros de frutas, que no son especialmente bonitos, pero dan la impresión de estar como en casa. El bufé, dulce y salado, ofrece todo lo que podrías desear: mermeladas y cruasanes, obviamente, pero también huevos, fruta de temporada y diferentes tipos de pan. Si lo solicitas previamente, te servirán el desayuno en la habitación, en los mismos horarios.
Hasta 1966, el Opéra Garnier era un hotel independiente; después, lo adquirió el grupo Mercure Accor Hôtels, que no prevé una adhesión estandarizada de sus establecimientos a unas directivas estéticas, de manera que deja a los diferentes hoteles una cierta independencia en la toma de decisiones, incluso en lo referente al estilo y la decoración. Muy frecuentado por una clientela de negocios, fundamentalmente europea, también acoge a muchos turistas, sobre todo belgas, españoles, italianos, suizos, así como a gran cantidad de asiáticos. Una buena noticia para los que viajan con animales: el Opéra Garnier acepta perros de todos los tamaños, y gratis.
salón de belleza, EPA, baño turco
tenis
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Superb hotel rien a redire sauf pour les chambres trop petite mais on s'y fait
prix matelat confortable
chambre un peu trop petite
Hotel au Top ! Merci pour cet acceuil Je vous le conseille. Super Quartier.
Bel Hotel. Personnel aceuillant
Aucun de mon point de vue
jeansaigne123@gmail.com
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Cette hôtel a une belle vue et très propre, je le recommande !
C'est très confortable est propre
C'est un peu chère mais convenable.
chambre correct,le service aussi ,le personnel serieux
chambre avec salle de bain stationnement facile
aucun inconvenient a signaler que du +++
Très cool et vraiment très chalereux
Très cool et vraiment très chalereux
Il n'y a pas d'inconvénient.
meilleur hotel dans le monde et bien merviller avec des decour formidable
la securite et la securite et la securite de la securite
le prix et le prix qui est tres chere pour moi
Très bonne hôtel l accueil et de qualité le service aussi et sur tous les chambres sont bien tenue et spacieuse la localisation est bien pour visiter la ville.
L emplacement et le prix.
Nous n avons trouver aucun inconvénients.
bon sejour,hotel parfait,le service correct,la chambre avec salle de bain et équipée de la wifi
chmanbre propre,le servercice correct
aucun inconvenient a dire
El Concorde Opera Paris, una figura emblemática de la hotelería parisina, es un auténtico "hotel museo", ideal para las personas en viaje de negocios.
El hotel está ubicado a los pies de la estación St Lazare
Un buen punto de partida para descubrir el centro de París.
Un hotel de paso
Lo tiene todo para gustar. No te lo puedes perder.
El Londres & New York, está situado frente a la estación de Saint Lazare, en el corazón de París, aunque por su nombre no lo parezca. Las habitaciones bastante espaciosas están bien equipadas y decoradas en un estilo básico y sin sorpresas.
Un hotel muy práctico.
Un establecimiento familiar con una decoración neoclásica
Estamos ante un hotel de elegancia francesa y en el que no se tolera ninguna copia ni reproducción. El Bristol forma parte de los pocos hoteles de lujo parisinos que pertenecen a una familia europea (alemana) en lugar de a las grandes familias asiáticas o de los Emiratos Árabes Unidos. Elegante, distinguido y refinado, el Bristol antepone la calidad y la autenticidad de los objetos y materiales. Su restaurante gastronómico atrae a una clientela exigente y amante de la cocina de alta calidad.
El George V hace parte de los palacios parisinos más prestigiosos de la ciudad. Unos pasos dentro el establecimiento son suficientes para darse cuenta que entramos en un hotel donde lujo, perfección y voluptuosidad son la regla. Habitaciones de princesa, salones impresionantes, restaurante el que guía Michelin ha otorgado una estrella, no falta nada al George V para satisfacer a los clientes más exigentes. El diseñador de interior Pierre Yves Rochon se encargo en 1997 de reformar en totalidad el edificio, desde entonces sigue mejorando la decoración de acuerdo con el estilo XVIII siglo.
El último de los palacios parisinos abrió sus puertas el 1 de agosto de 2014. La elegancia y la sofisticación francesa casan a la perfección con el refinamiento asiático en un magnífico edificio de 1908. He aquí el primer establecimiento del grupo Peninsula en Francia y Europa.
Hicieron falta cinco edificios Haussmann para dar vida al Park Hyatt Paris Vendôme, el primer hotel de lujo de la capital concebido con un estilo contemporáneo. En este hotel, la comodidad, la elegancia y un servicio impecable se unen a un diseño más joven y moderno.
El W Paris - Opéra finalmente abrió sus puertas el 28 de febrero de 2012. Así, la marca de Starwood ligada a la moda y a las tendencias se asegura un establecimiento de prestigio en París.
El hotel, situado en un edificio del siglo XIX, salta a la vista. Diseño y modernidad se combinan junto con un toque conceptual. Mejor pedir explicaciones al diseñador, ya que es difícil captar el mensaje de otra forma; aunque está claro que el W Paris-Opéra gira alrededor de un tema: The Spark. El establecimiento se define en este "centelleo", creando una unión ficticia entre el primer hotel de Nueva York y su hermano pequeño parisino.
En el corazón de la ópera, el W ya cuenta con los amantes de la marca y espera que el boca a oreja lo convierta en the place to be del barrio, junto con su restaurante y su bar.
Un establecimiento de alta categoría ideal para personajes famosos y estrellas de cine que busquen un poco de discreción. La Réserve Paris se preocupa por la confidencialidad. También se organizan eventos privados.
El Meurice es uno de los mejores establecimientos de París. Su decoración contemporánea y típicamente parisina es obra de Philippe Starck y su hija. Se trata de un lugar exclusivo: el restaurante principal del hotel, Le Meurice, está dirigido por el chef Yannick Alléno, que ha recibido 3 estrellas. No hace falta decir que es uno de los puntos culminantes de la estancia en este hotel. Su ubicación es ideal, justo delante del Jardín de las Tullerías. Las habitaciones están decoradas con gusto y el servicio es impecable.
Como anuncia el propio eslogan, este hotel es "Votre adresse à Paris" (Tu establecimiento en París): de hecho, no existen demasiados lugares como este en la capital. La diferencia entre una estancia agradable y una memorable reside en los detalles y, sin lugar a dudas, recordarás con emoción tu paso por el Vendôme. Nada más entrar, te recibirán unos porteros tan sonrientes que te sentirás como si fueses el cliente más importante del hotel. Tanto si vas por negocios como por turismo, este hotel boutique satisfará todas tus necesidades con estilo y elegancia.