


Un hotel con una decoración aceptable y que se ve limpio. Se han previsto renovaciones durante el invierno 2010-2011 que afectarán a los cuartos de baño de las habitaciones, el vestíbulo...
- Animación
- Bien situado
Un hotel con una decoración aceptable y que se ve limpio. Se han previsto renovaciones durante el invierno 2010-2011 que afectarán a los cuartos de baño de las habitaciones, el vestíbulo...
Si quieres descubrir la autenticidad de París, este será tu barrio favorito. Esencialmente popular, es una zona residencial y bastante animada. Encontrarás muchos restaurantes en el barrio. La Butte Montmartre está muy cerca: puedes subir a pie al Sagrado Corazón y deambular por las callejuelas que hay en sus alrededores. Los transportes públicos resultan muy prácticos (metro: Brochant, línea 13; numerosas líneas de autobús) y conducen rápidamente al centro de París.
Las 66 habitaciones del hotel ostentan una decoración digna de los años '90. Hay disponibles habitaciones dobles, twin y triples. Pero los equipamientos básicos no faltan: climatización individual, caja fuerte, un mueble para dejar las maletas. Los televisores de pantalla plana todavía están colocándolos. Los cuartos de baño tienen secador y ducha o bañera, dependiendo de la disposición de la habitación. Afortunadamente, las habitaciones tienen un tamaño razonable (entre 15 y 18m²) y están muy limpias.
Se trata de un hotel muy sencillo, al que le falta un poco de personalidad en su decoración de los años 90. Con un pequeño salón a la derecha de la entrada y un largo pasillo para acceder a la recepción, el vestíbulo tiene el mérito de ser luminoso. Al fondo, hay una pequeña terraza interior encastrada entre los dos edificios del hotel. En el subsuelo encontramos la sala del desayuno en piedra tallada, típica de París. Hay un web corner a disposición gratuita de los clientes, pero en cambio todavía no han instalado la conexión wifi. Advertiremos la ausencia de bar y máquinas expendedoras de bebidas en el hotel, aunque el barrio está bien surtido.
El hotel pertenece al mismo propietario que el hotel 121, situado justo en frente.
salón de belleza, EPA
Un hotel realmente atípico
Este hotel bien situado cuenta con los equipamientos mínimos, aunque tiende a mejorar.
Un hotel con una decoración normalita, pero con un ambiente familiar y en general, bastante limpio.
Modernidad y comodidad, dos palabras claves que describen el hotel Soft.
Una dirección elegante pero cara.
Un hotel ante todo funcional. El barrio de Batignolles es muy agradable para vivir y te permitirá descubrir la auténtica vida parisina.
Un hotel de barrio sin grandes pretensiones pero resultón
Si buscas un hotel limpio con las infraestructuras mínimas, éste tiene tarifas razonables.
Estamos ante un hotel de elegancia francesa y en el que no se tolera ninguna copia ni reproducción. El Bristol forma parte de los pocos hoteles de lujo parisinos que pertenecen a una familia europea (alemana) en lugar de a las grandes familias asiáticas o de los Emiratos Árabes Unidos. Elegante, distinguido y refinado, el Bristol antepone la calidad y la autenticidad de los objetos y materiales. Su restaurante gastronómico atrae a una clientela exigente y amante de la cocina de alta calidad.
El George V hace parte de los palacios parisinos más prestigiosos de la ciudad. Unos pasos dentro el establecimiento son suficientes para darse cuenta que entramos en un hotel donde lujo, perfección y voluptuosidad son la regla. Habitaciones de princesa, salones impresionantes, restaurante el que guía Michelin ha otorgado una estrella, no falta nada al George V para satisfacer a los clientes más exigentes. El diseñador de interior Pierre Yves Rochon se encargo en 1997 de reformar en totalidad el edificio, desde entonces sigue mejorando la decoración de acuerdo con el estilo XVIII siglo.
El último de los palacios parisinos abrió sus puertas el 1 de agosto de 2014. La elegancia y la sofisticación francesa casan a la perfección con el refinamiento asiático en un magnífico edificio de 1908. He aquí el primer establecimiento del grupo Peninsula en Francia y Europa.
Hicieron falta cinco edificios Haussmann para dar vida al Park Hyatt Paris Vendôme, el primer hotel de lujo de la capital concebido con un estilo contemporáneo. En este hotel, la comodidad, la elegancia y un servicio impecable se unen a un diseño más joven y moderno.
El W Paris - Opéra finalmente abrió sus puertas el 28 de febrero de 2012. Así, la marca de Starwood ligada a la moda y a las tendencias se asegura un establecimiento de prestigio en París.
El hotel, situado en un edificio del siglo XIX, salta a la vista. Diseño y modernidad se combinan junto con un toque conceptual. Mejor pedir explicaciones al diseñador, ya que es difícil captar el mensaje de otra forma; aunque está claro que el W Paris-Opéra gira alrededor de un tema: The Spark. El establecimiento se define en este "centelleo", creando una unión ficticia entre el primer hotel de Nueva York y su hermano pequeño parisino.
En el corazón de la ópera, el W ya cuenta con los amantes de la marca y espera que el boca a oreja lo convierta en the place to be del barrio, junto con su restaurante y su bar.
Un establecimiento de alta categoría ideal para personajes famosos y estrellas de cine que busquen un poco de discreción. La Réserve Paris se preocupa por la confidencialidad. También se organizan eventos privados.
El Meurice es uno de los mejores establecimientos de París. Su decoración contemporánea y típicamente parisina es obra de Philippe Starck y su hija. Se trata de un lugar exclusivo: el restaurante principal del hotel, Le Meurice, está dirigido por el chef Yannick Alléno, que ha recibido 3 estrellas. No hace falta decir que es uno de los puntos culminantes de la estancia en este hotel. Su ubicación es ideal, justo delante del Jardín de las Tullerías. Las habitaciones están decoradas con gusto y el servicio es impecable.
Como anuncia el propio eslogan, este hotel es "Votre adresse à Paris" (Tu establecimiento en París): de hecho, no existen demasiados lugares como este en la capital. La diferencia entre una estancia agradable y una memorable reside en los detalles y, sin lugar a dudas, recordarás con emoción tu paso por el Vendôme. Nada más entrar, te recibirán unos porteros tan sonrientes que te sentirás como si fueses el cliente más importante del hotel. Tanto si vas por negocios como por turismo, este hotel boutique satisfará todas tus necesidades con estilo y elegancia.