


El ambiente se caracteriza por la sensualidad, el terciopelo y una luz tamizada. En este establecimiento de espíritu moderno (no ha cambiado desde 2008), incluso la sala de masajes, el spa y el hammam están sumidos en la oscuridad.
El ambiente se caracteriza por la sensualidad, el terciopelo y una luz tamizada. En este establecimiento de espíritu moderno (no ha cambiado desde 2008), incluso la sala de masajes, el spa y el hammam están sumidos en la oscuridad.
A 5 minutos del Arco de Triunfo, Mon Hôtel da a una calle tranquila resguardada de los grandes ejes de circulación. En los alrededores se pueden encontrar algunos restaurantes y buenas pastelerías.
Este hotel de diseño cuenta con 37 habitaciones. Su ambiente, aunque es más luminoso, sigue siendo sensual. Las paredes están recubiertas por cuero alcántara de color ocre, aterciopelado. La cabecera de la cama es de cuero mate y encerado. Los cristales y las lámparas diseñadas por Stark le aportan un aire distendido mediante plásticos de colores translúcidos. Los equipamientos son el último grito: estación iPod con radio-despertador, pantalla plana con más de 900 canales y percolador (a partir de la categoría ejecutivo). Los cuartos de baño son de mármol y están equipados con bañera. Las paredes son de pizarra y azulejos de gres. Son muy elegantes y cada uno tiene su propia nota distintiva. Se ha dedicado una atención especial a los lavabos, coronadas por grandes espejos. Las habitaciones de categoría ejecutivo disponen de ducha y bañera. En la planta baja hay una habitación habilitada para personas con movilidad reducida. El servicio de habitaciones está disponible hasta las 2 h.
Oculto tras unos biombos de color negro lacado, como no podía ser otra forma, y sacando partido de los reflejos de los espejos, el registro de entrada se lleva a cabo en una especie de alcoba. Cabe destacar las "mesas florero" y sus patas, ¡que parece que no tocan el suelo! Después de este toque Pop'art de tonos negros y rojos, el bar y sus sofás prolongan la inmersión en la penumbra. El negro se combina con la madera laqueada o la pintura mate, con algunas notas violeta que matizan el conjunto. Abierto a toda la clientela, este espacio también funciona como restaurante por la noche. En el subsuelo, la sala de masajes y el hammam están sumidos en la oscuridad. Bajo un cielo con estrellas centelleantes, se puede llevar a cabo el "ritual marroquí". Se ofrece una serie de masajes sensuales para parejas y personas solas. La sala de fitness está equipada con máquinas "de la vieja escuela", como un banco de remo de madera con dibujos de remolinos y salpicaduras de agua.
Visto el panorama, el restaurante atrae la atención de la clientela que busca intimidad y un ambiente moderno sólo al caer la noche. Periódicamente se organizan conciertos de electrojazz. Tiene capacidad para unos cincuenta comensales. La carta cambia cada tres meses y la cocina está etiquetada como "nouvelle cuisine" francesa. El plato clásico: la hamburguesa de queso Mon.
La clientela está compuesta por jóvenes modernos, y adinerados, así como por ejecutivos que no pasan de los cuarenta. La música trip-hop y la penumbra de las zonas comunes desdibujan las referencias y recuerdan más a una discoteca que a un hotel.
EPA, wellness, masaje, hammam, puesta en forma, baño turco, salón de belleza, sauna
tenis, fitness, gimnasia, deportes
nous avon spassé un tres bon sejour
les chambres sont de bonnes qalités
je n'ai rien ajouter
hotel de bonne qualite
les chambres sont tres bien
mais le restaurant est pas terible
Excellent rapport qualité/prix. Je suis ravi de mon séjour. Très confortable, très bien situé, très bien aménagé et calme!
confort personnel aimable
aucun inconvénient tout était parfait
hotel de bonne qualite
service et chambre correct
mais le prix reste assez eleve
hotel bien situé dans paris
ideal pour les famille
rien de special
hotel parfait et tres calme.
bien située et confortable.
aucun.
Hôtel un peu cher mais de bonne qualité
tout était très bien
malgré un tarif un peu élevé vu les prestations
El Balmoral es un hotel clásico y que se reivindica como tal. No ofrece falsas promesas ni cursilería alguna, tan solo un hotel tradicional con un personal muy amable.
Un hotel agradable y acogedor
Un hotel con decoración étnica y elegante que está situado en el corazón de un barrio relativamente animado.
En resumen: un buen establecimiento.
Un hotel de 3 estrellas cerca del Arco de Triunfo.
El hotel, renovado a finales de 2009, es sencillo y dispone de lo necesario. El barrio es bastante agradable.
La jovialidad y la sencillez están presentes. Un hotel sencillo pero que invita a quedarse. Sin lugar a dudas el buen humor del personal tiene mucho que ver. Es muy agradable oír risas y un poco de sinceridad.
Un establecimiento serio y muy bien ubicado.
Este establecimiento, nada fuera de lo común, no te dejará un recuerdo imperecedero de tu estancia. O quizás sí, el del toque apagado de un París gris. La luminosidad deja mucho que desear... Con una clientela principalmente de negocios, el Exclusive Montfleuri no es el hotel ideal para alojarte en vacaciones.
Estamos ante un hotel de elegancia francesa y en el que no se tolera ninguna copia ni reproducción. El Bristol forma parte de los pocos hoteles de lujo parisinos que pertenecen a una familia europea (alemana) en lugar de a las grandes familias asiáticas o de los Emiratos Árabes Unidos. Elegante, distinguido y refinado, el Bristol antepone la calidad y la autenticidad de los objetos y materiales. Su restaurante gastronómico atrae a una clientela exigente y amante de la cocina de alta calidad.
El George V hace parte de los palacios parisinos más prestigiosos de la ciudad. Unos pasos dentro el establecimiento son suficientes para darse cuenta que entramos en un hotel donde lujo, perfección y voluptuosidad son la regla. Habitaciones de princesa, salones impresionantes, restaurante el que guía Michelin ha otorgado una estrella, no falta nada al George V para satisfacer a los clientes más exigentes. El diseñador de interior Pierre Yves Rochon se encargo en 1997 de reformar en totalidad el edificio, desde entonces sigue mejorando la decoración de acuerdo con el estilo XVIII siglo.
El último de los palacios parisinos abrió sus puertas el 1 de agosto de 2014. La elegancia y la sofisticación francesa casan a la perfección con el refinamiento asiático en un magnífico edificio de 1908. He aquí el primer establecimiento del grupo Peninsula en Francia y Europa.
Hicieron falta cinco edificios Haussmann para dar vida al Park Hyatt Paris Vendôme, el primer hotel de lujo de la capital concebido con un estilo contemporáneo. En este hotel, la comodidad, la elegancia y un servicio impecable se unen a un diseño más joven y moderno.
Un establecimiento de alta categoría ideal para personajes famosos y estrellas de cine que busquen un poco de discreción. La Réserve Paris se preocupa por la confidencialidad. También se organizan eventos privados.
El Meurice es uno de los mejores establecimientos de París. Su decoración contemporánea y típicamente parisina es obra de Philippe Starck y su hija. Se trata de un lugar exclusivo: el restaurante principal del hotel, Le Meurice, está dirigido por el chef Yannick Alléno, que ha recibido 3 estrellas. No hace falta decir que es uno de los puntos culminantes de la estancia en este hotel. Su ubicación es ideal, justo delante del Jardín de las Tullerías. Las habitaciones están decoradas con gusto y el servicio es impecable.
El W Paris - Opéra finalmente abrió sus puertas el 28 de febrero de 2012. Así, la marca de Starwood ligada a la moda y a las tendencias se asegura un establecimiento de prestigio en París.
El hotel, situado en un edificio del siglo XIX, salta a la vista. Diseño y modernidad se combinan junto con un toque conceptual. Mejor pedir explicaciones al diseñador, ya que es difícil captar el mensaje de otra forma; aunque está claro que el W Paris-Opéra gira alrededor de un tema: The Spark. El establecimiento se define en este "centelleo", creando una unión ficticia entre el primer hotel de Nueva York y su hermano pequeño parisino.
En el corazón de la ópera, el W ya cuenta con los amantes de la marca y espera que el boca a oreja lo convierta en the place to be del barrio, junto con su restaurante y su bar.
Como anuncia el propio eslogan, este hotel es "Votre adresse à Paris" (Tu establecimiento en París): de hecho, no existen demasiados lugares como este en la capital. La diferencia entre una estancia agradable y una memorable reside en los detalles y, sin lugar a dudas, recordarás con emoción tu paso por el Vendôme. Nada más entrar, te recibirán unos porteros tan sonrientes que te sentirás como si fueses el cliente más importante del hotel. Tanto si vas por negocios como por turismo, este hotel boutique satisfará todas tus necesidades con estilo y elegancia.