

Habitaciones sin cuarto de baño, pero renovadas con estilo y con colores muy acordes con el gusto actual de la moda.
Habitaciones sin cuarto de baño, pero renovadas con estilo y con colores muy acordes con el gusto actual de la moda.
El hotel Nation Montmartre se sitúa justo a la salida del metro Barbès Rochechouart, líneas 2 y 4 del metro. Cada vez más, esta estación está repleta de vendedores ambulantes, que favorecen el tráfico a plena luz del día, lo que puede desanimar a los turistas. Cerca de la estación del Norte y del Este, el hotel es de práctico acceso para los viajeros que llegan en tren. Para los desplazamientos por París, se llega sin trasbordo al Arco de Triunfo, a Nation, o también al centro, a Châtelet y a la Isla de la Cité. De este modo se accede fácilmente a los monumentos. Uno de los monumentos más bonitos de París está a sólo 10 minutos a pie del hotel: el Sagrado Corazón.
Las habitaciones son sin cuarto de baño y se dividen en dobles o individuales. Tampoco hay ascensor. Las habitaciones, como todo el resto, se han renovado. Aunque no tienen cuarto de baño, no están mal del todo. No obstante, se han instalado un lavabo y un bidet detrás de un pequeño tabique en todas las habitaciones. La decoración la forman el suelo de imitación de parqué en el suelo, bien disimulado, y paredes de varios colores, especialmente con paños de pared de un violeta llamativo lleno de alegría. El mobiliario de madera oscura también le da un aspecto de modernidad. Con lo cual, el aspecto general no está mal.
El hotel es práctico para los viajeros con poco presupuesto, que solo busquen habitaciones dobles, sin cuarto de baño. Por suerte, y menos mal porque sino el hotel sería ya banal del todo, se renovó en 2011. Por ello, la decoración de las salas comunes, como el vestíbulo, está bastante lograda. Las paredes pintadas de gris, las piedras antiguas dejadas a la vista y unos bonitos azulejos de marrón y blanco le dan un toque refinado, casi incongruente para un hotel tan modesto. Además de todo esto, súmale una buena iluminación, que acaricia los techos con halos verdes, azules o rosas, y un mobiliario de diseño, y el resultado es un efecto muy moderno y verdaderamente acogedor.
Para ser un hotel sin cuarto de baño en las habitaciones es bastante caro. La ubicación cerca de Montmartre no justifica el precio. Otros hoteles del mismo género, con el mismo nivel de equipamientos, de cero o una estrella, seleccionados por Easyvoyage, son menos caros y a veces con cuarto de baño en la habitación.
Muy buena relación calidad precio. La decoración es un poco anticuada pero los colores intensos le dan mucha frescura. Nos gusta.
Un hotel para venir a dormir. Punto.
Un honesto hotel de 2** cerca de Montmartre.
Un hotel muy agradable cerca de Montmartre, con un patio interior que le confiere un toque de encanto. Las habitaciones están un poco pasadas de moda, pero están bien conservadas.
Este sencillo hotel no dispone de ninguna estrella y, sin embargo, nos depara una gran sorpresa. Habitaciones frescas y modernas, cuartos de baño reformados y coloridos. El conjunto está bien cuidado y el trato es agradable.
Un excelente hotel de una única estrella. Se han esmerado en la decoración y muchas habitaciones ostentan formas originales.
Magnífico hotel que dispone tanto de habitaciones como de apartamentos equipados con cocina. La decoración es moderna y elegante, cargada de romanticismo. Las habitaciones, que exhiben colores cálidos y armoniosos, son bastante sobrias y graciosas.
Un hotel sencillo, con unas habitaciones renovadas y decoradas con unos colores vivos que le dan un toque de alegría. Lo mejor del hotel es el pequeño patio interior donde se puede desayunar cuando hace buen tiempo.
Estamos ante un hotel de elegancia francesa y en el que no se tolera ninguna copia ni reproducción. El Bristol forma parte de los pocos hoteles de lujo parisinos que pertenecen a una familia europea (alemana) en lugar de a las grandes familias asiáticas o de los Emiratos Árabes Unidos. Elegante, distinguido y refinado, el Bristol antepone la calidad y la autenticidad de los objetos y materiales. Su restaurante gastronómico atrae a una clientela exigente y amante de la cocina de alta calidad.
El George V hace parte de los palacios parisinos más prestigiosos de la ciudad. Unos pasos dentro el establecimiento son suficientes para darse cuenta que entramos en un hotel donde lujo, perfección y voluptuosidad son la regla. Habitaciones de princesa, salones impresionantes, restaurante el que guía Michelin ha otorgado una estrella, no falta nada al George V para satisfacer a los clientes más exigentes. El diseñador de interior Pierre Yves Rochon se encargo en 1997 de reformar en totalidad el edificio, desde entonces sigue mejorando la decoración de acuerdo con el estilo XVIII siglo.
El último de los palacios parisinos abrió sus puertas el 1 de agosto de 2014. La elegancia y la sofisticación francesa casan a la perfección con el refinamiento asiático en un magnífico edificio de 1908. He aquí el primer establecimiento del grupo Peninsula en Francia y Europa.
Hicieron falta cinco edificios Haussmann para dar vida al Park Hyatt Paris Vendôme, el primer hotel de lujo de la capital concebido con un estilo contemporáneo. En este hotel, la comodidad, la elegancia y un servicio impecable se unen a un diseño más joven y moderno.
Un establecimiento de alta categoría ideal para personajes famosos y estrellas de cine que busquen un poco de discreción. La Réserve Paris se preocupa por la confidencialidad. También se organizan eventos privados.
El Meurice es uno de los mejores establecimientos de París. Su decoración contemporánea y típicamente parisina es obra de Philippe Starck y su hija. Se trata de un lugar exclusivo: el restaurante principal del hotel, Le Meurice, está dirigido por el chef Yannick Alléno, que ha recibido 3 estrellas. No hace falta decir que es uno de los puntos culminantes de la estancia en este hotel. Su ubicación es ideal, justo delante del Jardín de las Tullerías. Las habitaciones están decoradas con gusto y el servicio es impecable.
El W Paris - Opéra finalmente abrió sus puertas el 28 de febrero de 2012. Así, la marca de Starwood ligada a la moda y a las tendencias se asegura un establecimiento de prestigio en París.
El hotel, situado en un edificio del siglo XIX, salta a la vista. Diseño y modernidad se combinan junto con un toque conceptual. Mejor pedir explicaciones al diseñador, ya que es difícil captar el mensaje de otra forma; aunque está claro que el W Paris-Opéra gira alrededor de un tema: The Spark. El establecimiento se define en este "centelleo", creando una unión ficticia entre el primer hotel de Nueva York y su hermano pequeño parisino.
En el corazón de la ópera, el W ya cuenta con los amantes de la marca y espera que el boca a oreja lo convierta en the place to be del barrio, junto con su restaurante y su bar.
Como anuncia el propio eslogan, este hotel es "Votre adresse à Paris" (Tu establecimiento en París): de hecho, no existen demasiados lugares como este en la capital. La diferencia entre una estancia agradable y una memorable reside en los detalles y, sin lugar a dudas, recordarás con emoción tu paso por el Vendôme. Nada más entrar, te recibirán unos porteros tan sonrientes que te sentirás como si fueses el cliente más importante del hotel. Tanto si vas por negocios como por turismo, este hotel boutique satisfará todas tus necesidades con estilo y elegancia.