


Un 3*** acogedor.
- Cultura
Un 3*** acogedor.
A dos pasos de uno de los monumentos más emblemáticos de París, el Arco del Triunfo, y de la más bella avenida del mundo, los Campos Elíseos, el hotel Neva está situado en una pequeña calle tranquila. A los pies del hotel, encontrarás bares y restaurantes tradicionales o mesas para amantes del buen comer. La estación de metro más cercana permite acceder directamente a las principales líneas que recorren París. El barrio, muy elegante aunque también muy turístico, está vigilado por la Policía. Metro más cercano: Charles de Gaulle Etoile.
Son más bien grandes, con una decoración sobria, muebles clásicos, mucho espacio para la ropa y ventanas con un aislamiento perfecto. La televisión es vía satélite y dispone de Canal +, la climatización es individual y el minibar está surtido pero no hay servicio de habitaciones. En la mitad de las habitaciones los cuartos de baño disponen de ducha y en la otra mitad de bañera.
Un 3*** de barrio, familiar y bien cuidado. La escalera de acceso a las 31 habitaciones es algo estrecha, pero suficiente. Según los pisos, las habitaciones se reparten entre dobles o de matrimonio, con una decoración, o mejor dicho, con un color diferente. La sala del desayuno está en el subsuelo. Hay un bar abierto las 24 horas que sirve refrescos y copas. El trato es muy acogedor.
El hotel Neva no tiene restaurante y el servicio de habitaciones solo se puede disfrutar excepcionalmente a la hora del desayuno. Ofrece un desayuno continental con cereales, mermelada, pan, mantequilla y cruasanes que se sirve de 7:00 a 10:00 h (hasta las 10:30 h el fin de semana) en una sala en el sótano. Pese a que esta no disfruta de luz natural, se respira un ambiente muy agradable que recuerda a un pequeño restaurante.
El hotel Neva es un excelente punto de partida para visitar la ciudad. Aunque la mayoría de los puntos de interés no son accesibles a pie, el barrio está bien comunicado en transporte público. Nos ha gustado especialmente la disponibilidad del personal, que siempre responden con una sonrisa a cualquier pregunta que les hagas, lo que le confiere una nota familiar y amistosa al hotel. La conexión wifi a Internet es de pago.
salón de belleza, EPA, baño turco
fitness
El clásico encanto impecable y los precios elevados.
Un establecimiento serio en un barrio que no puedes dejar de visitar.
Te encantará la ubicación ideal de este hotel
Un hotel perfecto en un barrio de obligada visita y seguro.
A dos pasos de los Campos Elíseos.
Un establecimiento serio que cuenta con un toque marino.
Un hotel sencillo pero muy práctico al que, pese a todo, le haría falta una buena reforma para ajustarse a las tendencias actuales.
Tras su renovación total, el hotel reabrió sus puertas en septiembre de 2010. Desde entonces se ha convertido en el atractivo del barrio.
Estamos ante un hotel de elegancia francesa y en el que no se tolera ninguna copia ni reproducción. El Bristol forma parte de los pocos hoteles de lujo parisinos que pertenecen a una familia europea (alemana) en lugar de a las grandes familias asiáticas o de los Emiratos Árabes Unidos. Elegante, distinguido y refinado, el Bristol antepone la calidad y la autenticidad de los objetos y materiales. Su restaurante gastronómico atrae a una clientela exigente y amante de la cocina de alta calidad.
El George V hace parte de los palacios parisinos más prestigiosos de la ciudad. Unos pasos dentro el establecimiento son suficientes para darse cuenta que entramos en un hotel donde lujo, perfección y voluptuosidad son la regla. Habitaciones de princesa, salones impresionantes, restaurante el que guía Michelin ha otorgado una estrella, no falta nada al George V para satisfacer a los clientes más exigentes. El diseñador de interior Pierre Yves Rochon se encargo en 1997 de reformar en totalidad el edificio, desde entonces sigue mejorando la decoración de acuerdo con el estilo XVIII siglo.
El último de los palacios parisinos abrió sus puertas el 1 de agosto de 2014. La elegancia y la sofisticación francesa casan a la perfección con el refinamiento asiático en un magnífico edificio de 1908. He aquí el primer establecimiento del grupo Peninsula en Francia y Europa.
Hicieron falta cinco edificios Haussmann para dar vida al Park Hyatt Paris Vendôme, el primer hotel de lujo de la capital concebido con un estilo contemporáneo. En este hotel, la comodidad, la elegancia y un servicio impecable se unen a un diseño más joven y moderno.
El W Paris - Opéra finalmente abrió sus puertas el 28 de febrero de 2012. Así, la marca de Starwood ligada a la moda y a las tendencias se asegura un establecimiento de prestigio en París.
El hotel, situado en un edificio del siglo XIX, salta a la vista. Diseño y modernidad se combinan junto con un toque conceptual. Mejor pedir explicaciones al diseñador, ya que es difícil captar el mensaje de otra forma; aunque está claro que el W Paris-Opéra gira alrededor de un tema: The Spark. El establecimiento se define en este "centelleo", creando una unión ficticia entre el primer hotel de Nueva York y su hermano pequeño parisino.
En el corazón de la ópera, el W ya cuenta con los amantes de la marca y espera que el boca a oreja lo convierta en the place to be del barrio, junto con su restaurante y su bar.
Un establecimiento de alta categoría ideal para personajes famosos y estrellas de cine que busquen un poco de discreción. La Réserve Paris se preocupa por la confidencialidad. También se organizan eventos privados.
El Meurice es uno de los mejores establecimientos de París. Su decoración contemporánea y típicamente parisina es obra de Philippe Starck y su hija. Se trata de un lugar exclusivo: el restaurante principal del hotel, Le Meurice, está dirigido por el chef Yannick Alléno, que ha recibido 3 estrellas. No hace falta decir que es uno de los puntos culminantes de la estancia en este hotel. Su ubicación es ideal, justo delante del Jardín de las Tullerías. Las habitaciones están decoradas con gusto y el servicio es impecable.
Como anuncia el propio eslogan, este hotel es "Votre adresse à Paris" (Tu establecimiento en París): de hecho, no existen demasiados lugares como este en la capital. La diferencia entre una estancia agradable y una memorable reside en los detalles y, sin lugar a dudas, recordarás con emoción tu paso por el Vendôme. Nada más entrar, te recibirán unos porteros tan sonrientes que te sentirás como si fueses el cliente más importante del hotel. Tanto si vas por negocios como por turismo, este hotel boutique satisfará todas tus necesidades con estilo y elegancia.