


Bonito hotel con un nivel de prestaciones cercano al de un tres estrellas. Si bien el vestíbulo es un poco kitsch, las habitaciones presentan una cara sobria y elegante. El personal es muy acogedor.
Bonito hotel con un nivel de prestaciones cercano al de un tres estrellas. Si bien el vestíbulo es un poco kitsch, las habitaciones presentan una cara sobria y elegante. El personal es muy acogedor.
El hotel está frente a la Estación del Norte. Muy práctico para los viajeros de negocios y los turistas que vienen de los países nórdicos y de Londres. Desde la Estación del Norte es posible viajar con el RER B al aeropuerto internacional de Roissy-Charles de Gaulle y al Parque de Exposiciones de París Norte Villepinte. En los alrededores hay muchos comercios, bares y restaurantes, entre los que se incluyen algunas cervecerías muy agradables con una decoración típicamente parisina y una buena carta.
Este hotel de dos estrellas merecería sin ninguna duda tres, porque las habitaciones son bastante grandes y están muy bien decoradas. Son habitaciones dobles o cuádruples que ostentan un hermoso estilo. Están decoradas con un mobiliario antiguo de madera noble. Las paredes están recubiertas de un papel de color salmón o beige con motivos, y la moqueta roja les confiere un toque acogedor y delicado. Los cuartos de baño ofrecen un gran confort. Las habitaciones disponen de conexión wifi gratuita y de televisores de pantalla plana.
La entrada del establecimiento se encuentra escondida entre 2 cafés. Las estancias comunes de este hotel tienen un tamaño bastante reducido. Detrás del vestíbulo se ha acondicionado un salón con una mesa baja y un sofá. Los clientes tienen acceso a un ordenador. La pared del fondo está decorada con una fuente surrealista totalmente kitsch y no muy bonita que digamos. Una decoración rara. El hotel dispone de una gran sala del desayuno en el sótano, en las antiguas bodegas del edificio. Esta sala es sorprendente, está llena de encanto, bajo una noble y gruesa bóveda de piedra vista, sólida y medieval. Además, una armadura y unas telas antiguas decoran esta estancia llena de personalidad.
El New Hôtel Gare du Nord pertenece al mismo propietario que el hotel que se encuentra justo al lado, el Richmond. Las habitaciones del Richmond son un poco más cómodas y lujosas. Los dos hoteles se reparten la clientela, y la sala del desayuno, instalada en el New Hôtel, es común.
salón de belleza, EPA
Un buen lugar cerca de la Estación del Norte, con un precio bajo para esta categoría.
El hotel Appia disfruta de un tranquilo emplazamiento entre ambas estaciones y ofrece una alternativa complementaria a los demás establecimientos de la zona.
¡No te lo puedes perder!
Pocas prestaciones, precio bajo.
Cerca de la Estación del Norte aunque tiene una mala relación calidad-precio.
Un edificio estándar cerca de la estación del Norte.
De fácil acceso y con una excelente relación calidad-precio.
Un establecimiento serio, situado enfrente de la estación del Norte.
Estamos ante un hotel de elegancia francesa y en el que no se tolera ninguna copia ni reproducción. El Bristol forma parte de los pocos hoteles de lujo parisinos que pertenecen a una familia europea (alemana) en lugar de a las grandes familias asiáticas o de los Emiratos Árabes Unidos. Elegante, distinguido y refinado, el Bristol antepone la calidad y la autenticidad de los objetos y materiales. Su restaurante gastronómico atrae a una clientela exigente y amante de la cocina de alta calidad.
El George V hace parte de los palacios parisinos más prestigiosos de la ciudad. Unos pasos dentro el establecimiento son suficientes para darse cuenta que entramos en un hotel donde lujo, perfección y voluptuosidad son la regla. Habitaciones de princesa, salones impresionantes, restaurante el que guía Michelin ha otorgado una estrella, no falta nada al George V para satisfacer a los clientes más exigentes. El diseñador de interior Pierre Yves Rochon se encargo en 1997 de reformar en totalidad el edificio, desde entonces sigue mejorando la decoración de acuerdo con el estilo XVIII siglo.
El último de los palacios parisinos abrió sus puertas el 1 de agosto de 2014. La elegancia y la sofisticación francesa casan a la perfección con el refinamiento asiático en un magnífico edificio de 1908. He aquí el primer establecimiento del grupo Peninsula en Francia y Europa.
Hicieron falta cinco edificios Haussmann para dar vida al Park Hyatt Paris Vendôme, el primer hotel de lujo de la capital concebido con un estilo contemporáneo. En este hotel, la comodidad, la elegancia y un servicio impecable se unen a un diseño más joven y moderno.
Un establecimiento de alta categoría ideal para personajes famosos y estrellas de cine que busquen un poco de discreción. La Réserve Paris se preocupa por la confidencialidad. También se organizan eventos privados.
El Meurice es uno de los mejores establecimientos de París. Su decoración contemporánea y típicamente parisina es obra de Philippe Starck y su hija. Se trata de un lugar exclusivo: el restaurante principal del hotel, Le Meurice, está dirigido por el chef Yannick Alléno, que ha recibido 3 estrellas. No hace falta decir que es uno de los puntos culminantes de la estancia en este hotel. Su ubicación es ideal, justo delante del Jardín de las Tullerías. Las habitaciones están decoradas con gusto y el servicio es impecable.
El W Paris - Opéra finalmente abrió sus puertas el 28 de febrero de 2012. Así, la marca de Starwood ligada a la moda y a las tendencias se asegura un establecimiento de prestigio en París.
El hotel, situado en un edificio del siglo XIX, salta a la vista. Diseño y modernidad se combinan junto con un toque conceptual. Mejor pedir explicaciones al diseñador, ya que es difícil captar el mensaje de otra forma; aunque está claro que el W Paris-Opéra gira alrededor de un tema: The Spark. El establecimiento se define en este "centelleo", creando una unión ficticia entre el primer hotel de Nueva York y su hermano pequeño parisino.
En el corazón de la ópera, el W ya cuenta con los amantes de la marca y espera que el boca a oreja lo convierta en the place to be del barrio, junto con su restaurante y su bar.
Como anuncia el propio eslogan, este hotel es "Votre adresse à Paris" (Tu establecimiento en París): de hecho, no existen demasiados lugares como este en la capital. La diferencia entre una estancia agradable y una memorable reside en los detalles y, sin lugar a dudas, recordarás con emoción tu paso por el Vendôme. Nada más entrar, te recibirán unos porteros tan sonrientes que te sentirás como si fueses el cliente más importante del hotel. Tanto si vas por negocios como por turismo, este hotel boutique satisfará todas tus necesidades con estilo y elegancia.