


Pequeño hotel de dos estrellas bien cuidado, con unas habitaciones clásicas, sin historia. Pero que disfruta de un hermoso patio interior.
Pequeño hotel de dos estrellas bien cuidado, con unas habitaciones clásicas, sin historia. Pero que disfruta de un hermoso patio interior.
El hotel se encuentra en un barrio tranquilo a medio camino entre los distritos 8 y 9. Metro más cercano: Liège, en la línea 13. En solo unas paradas llegas a los Campos Elíseos.
Las 57 habitaciones cuentan con duchas. El hotel dispone principalmente de habitaciones dobles, pocas habitaciones individuales, todas equipadas con edredones. La decoración de estas pequeñas habitaciones es bastante sencilla y sobria. El mobiliario de madera clara no pasa de moda, y tiene un aspecto limpio y bien cuidado. Unas cortinas grandes y coloridas rompen esta decoración un poco monótona y le confieren un agradable toque de fantasía. Los cuartos de baño, generalmente encastrados en los largos pasillos, son un poco pequeños. En cuanto al equipamiento: Canal+ y canales extranjeros y televisores de pantalla plana, pero es una pena que el hotel no disponga de Internet.
La cara agradable de este hotel reside en la presencia en la parte trasera de un pequeño jardín arbolado. Los huéspedes podrán desayunar en él y disfrutar de un desayuno al aire libre o, sino, en la sala del desayuno del sótano, al pie de una bonita escalera. El vestíbulo de la entrada es agradable, con una decoración moderna y unos colores a la moda. Se ha instalado un espacio con ordenador.
salón de belleza, EPA, baño turco
tenis, deportes
La mejor relación calidad-precio de la zona en esa categoría.
Un bonito 3*** con un encanto clásico.
Un hotel que necesitaría una reforma urgente
Un hotel eficaz y cálido
Una buena relación calidad-precio frente a la estación de St Lazare.
Un buen cuatro estrellas de diseño, con algunos detalles orientales e ideal si lo que buscas es confort y tranquilidad en un barrio estratégico para visitar la ciudad.
Un 3*** cómodo, elegante y muy bien situado.
Es uno de los hoteles preferidos de la redacción. Hotel top secret que no hay que desvelar por nada del mundo...
Estamos ante un hotel de elegancia francesa y en el que no se tolera ninguna copia ni reproducción. El Bristol forma parte de los pocos hoteles de lujo parisinos que pertenecen a una familia europea (alemana) en lugar de a las grandes familias asiáticas o de los Emiratos Árabes Unidos. Elegante, distinguido y refinado, el Bristol antepone la calidad y la autenticidad de los objetos y materiales. Su restaurante gastronómico atrae a una clientela exigente y amante de la cocina de alta calidad.
El George V hace parte de los palacios parisinos más prestigiosos de la ciudad. Unos pasos dentro el establecimiento son suficientes para darse cuenta que entramos en un hotel donde lujo, perfección y voluptuosidad son la regla. Habitaciones de princesa, salones impresionantes, restaurante el que guía Michelin ha otorgado una estrella, no falta nada al George V para satisfacer a los clientes más exigentes. El diseñador de interior Pierre Yves Rochon se encargo en 1997 de reformar en totalidad el edificio, desde entonces sigue mejorando la decoración de acuerdo con el estilo XVIII siglo.
El último de los palacios parisinos abrió sus puertas el 1 de agosto de 2014. La elegancia y la sofisticación francesa casan a la perfección con el refinamiento asiático en un magnífico edificio de 1908. He aquí el primer establecimiento del grupo Peninsula en Francia y Europa.
Hicieron falta cinco edificios Haussmann para dar vida al Park Hyatt Paris Vendôme, el primer hotel de lujo de la capital concebido con un estilo contemporáneo. En este hotel, la comodidad, la elegancia y un servicio impecable se unen a un diseño más joven y moderno.
Un establecimiento de alta categoría ideal para personajes famosos y estrellas de cine que busquen un poco de discreción. La Réserve Paris se preocupa por la confidencialidad. También se organizan eventos privados.
El Meurice es uno de los mejores establecimientos de París. Su decoración contemporánea y típicamente parisina es obra de Philippe Starck y su hija. Se trata de un lugar exclusivo: el restaurante principal del hotel, Le Meurice, está dirigido por el chef Yannick Alléno, que ha recibido 3 estrellas. No hace falta decir que es uno de los puntos culminantes de la estancia en este hotel. Su ubicación es ideal, justo delante del Jardín de las Tullerías. Las habitaciones están decoradas con gusto y el servicio es impecable.
El W Paris - Opéra finalmente abrió sus puertas el 28 de febrero de 2012. Así, la marca de Starwood ligada a la moda y a las tendencias se asegura un establecimiento de prestigio en París.
El hotel, situado en un edificio del siglo XIX, salta a la vista. Diseño y modernidad se combinan junto con un toque conceptual. Mejor pedir explicaciones al diseñador, ya que es difícil captar el mensaje de otra forma; aunque está claro que el W Paris-Opéra gira alrededor de un tema: The Spark. El establecimiento se define en este "centelleo", creando una unión ficticia entre el primer hotel de Nueva York y su hermano pequeño parisino.
En el corazón de la ópera, el W ya cuenta con los amantes de la marca y espera que el boca a oreja lo convierta en the place to be del barrio, junto con su restaurante y su bar.
Como anuncia el propio eslogan, este hotel es "Votre adresse à Paris" (Tu establecimiento en París): de hecho, no existen demasiados lugares como este en la capital. La diferencia entre una estancia agradable y una memorable reside en los detalles y, sin lugar a dudas, recordarás con emoción tu paso por el Vendôme. Nada más entrar, te recibirán unos porteros tan sonrientes que te sentirás como si fueses el cliente más importante del hotel. Tanto si vas por negocios como por turismo, este hotel boutique satisfará todas tus necesidades con estilo y elegancia.