


Un atractivo hotel en un barrio tranquilo.
Un atractivo hotel en un barrio tranquilo.
El hotel está situado en una tranquila calle. Hay algunos restaurantes cerca del establecimiento. A pocos minutos a pie podrás llegar a la animada Avenue des Ternes, repleta de comercios, bares y restaurantes. Asimismo, el Arco de Triunfo está a pocos minutos y la estación de metro Charles de Gaulle-Étoile te permitirá desplazarte por toda la ciudad. Metro más cercano: Ternes.
Opción ideal si lo que te gusta es el estilo elegante parisino a la antigua. En una estancia con el toque adecuado de oscuridad, paredes tapizadas con motivos florales y unas pesadas cortinas que descubren un ventanal, los colores toman el color burdeos como eje central. Hay muebles de madera lustrada: un escritorio, una silla y un gran armario en el que podrás guardar tu equipaje y efectos personales. En cuanto a prestaciones: climatización individual, conexión wifi y caja fuerte gratuitas. Sin embargo, no dispone de servicio de habitaciones. Encima del escritorio hay instalado un televisor de pantalla plana. Los cuartos de baño son pequeños y la mayoría tiene ducha.
A pesar de la entrada de mármol, al hotel le falta un toque final que dé un poco de calidez al conjunto. En el pequeño pero acogedor salón o junto a la chimenea a gas puedes encontrar un poco de confort. Además, podrás conectarte a Internet gratis desde el ordenador disponible. Las zonas comunes están bien equipadas y limpias.
EPA, baño turco
- Je le conseillerais pour les couples n'ayant pas spécialement un gros budget pour visiter Paris. - Hôtel sans fioritures et assez calme.
- Très bien situé, à deux rues à peine se trouve la bouche de métro, un petit marché de fruits et légumes, ainsi qu'une avenue avec des magasins.
- Pas de parking et difficulté de se parker dans Paris, sans payer une fortune ou sans risque pour sa voiture. - Chambre très étroite, salle de bain également.
Un pequeño extra para hacer que tu estancia sea aún más agradable
El edificio del hotel es conocido por su estilo Art Nouveau (de Lavirotte) y ya solo por la fachada merece la pena la visita.
¿Te puedes permitir un viaje a otro mundo?
Un clásico para esta cadena con una categoría de gama alta.
El Waldorf es simplemente genial, con multitud de elementos decorativos originales. Este es el tipo de hotel que ha sabido crearse un universo por sí solo. Pero al mismo tiempo es un 4 estrellas que ha sabido mantenerse sencillo y agradable, como te gusta. Su mayor atractivo es la magnífica (y relativamente grande) piscina interior del hotel, con una atmósfera muy acogedora y zen.
A dos pasos de los Campos Elíseos.
Una residencia moderna con apartamentos bien equipados y decorados.
La Villa Alessandra muestra una decoración mediterránea, con habitaciones en tonos pastel muy tenues. El trato de la gerente del lugar es especialmente amable lo cual te hará olvidar los pequeños defectos que se pueden ver en el hotel. En efecto, se podría decir que la decoración y el acondicionamiento necesitan un toque de "actualidad". En cambio, la ubicación es magnífica, cerca de una calle que se transforma en mercado, en un barrio elegante muy turístico.
Estamos ante un hotel de elegancia francesa y en el que no se tolera ninguna copia ni reproducción. El Bristol forma parte de los pocos hoteles de lujo parisinos que pertenecen a una familia europea (alemana) en lugar de a las grandes familias asiáticas o de los Emiratos Árabes Unidos. Elegante, distinguido y refinado, el Bristol antepone la calidad y la autenticidad de los objetos y materiales. Su restaurante gastronómico atrae a una clientela exigente y amante de la cocina de alta calidad.
El George V hace parte de los palacios parisinos más prestigiosos de la ciudad. Unos pasos dentro el establecimiento son suficientes para darse cuenta que entramos en un hotel donde lujo, perfección y voluptuosidad son la regla. Habitaciones de princesa, salones impresionantes, restaurante el que guía Michelin ha otorgado una estrella, no falta nada al George V para satisfacer a los clientes más exigentes. El diseñador de interior Pierre Yves Rochon se encargo en 1997 de reformar en totalidad el edificio, desde entonces sigue mejorando la decoración de acuerdo con el estilo XVIII siglo.
El último de los palacios parisinos abrió sus puertas el 1 de agosto de 2014. La elegancia y la sofisticación francesa casan a la perfección con el refinamiento asiático en un magnífico edificio de 1908. He aquí el primer establecimiento del grupo Peninsula en Francia y Europa.
Hicieron falta cinco edificios Haussmann para dar vida al Park Hyatt Paris Vendôme, el primer hotel de lujo de la capital concebido con un estilo contemporáneo. En este hotel, la comodidad, la elegancia y un servicio impecable se unen a un diseño más joven y moderno.
Un establecimiento de alta categoría ideal para personajes famosos y estrellas de cine que busquen un poco de discreción. La Réserve Paris se preocupa por la confidencialidad. También se organizan eventos privados.
El Meurice es uno de los mejores establecimientos de París. Su decoración contemporánea y típicamente parisina es obra de Philippe Starck y su hija. Se trata de un lugar exclusivo: el restaurante principal del hotel, Le Meurice, está dirigido por el chef Yannick Alléno, que ha recibido 3 estrellas. No hace falta decir que es uno de los puntos culminantes de la estancia en este hotel. Su ubicación es ideal, justo delante del Jardín de las Tullerías. Las habitaciones están decoradas con gusto y el servicio es impecable.
El W Paris - Opéra finalmente abrió sus puertas el 28 de febrero de 2012. Así, la marca de Starwood ligada a la moda y a las tendencias se asegura un establecimiento de prestigio en París.
El hotel, situado en un edificio del siglo XIX, salta a la vista. Diseño y modernidad se combinan junto con un toque conceptual. Mejor pedir explicaciones al diseñador, ya que es difícil captar el mensaje de otra forma; aunque está claro que el W Paris-Opéra gira alrededor de un tema: The Spark. El establecimiento se define en este "centelleo", creando una unión ficticia entre el primer hotel de Nueva York y su hermano pequeño parisino.
En el corazón de la ópera, el W ya cuenta con los amantes de la marca y espera que el boca a oreja lo convierta en the place to be del barrio, junto con su restaurante y su bar.
Como anuncia el propio eslogan, este hotel es "Votre adresse à Paris" (Tu establecimiento en París): de hecho, no existen demasiados lugares como este en la capital. La diferencia entre una estancia agradable y una memorable reside en los detalles y, sin lugar a dudas, recordarás con emoción tu paso por el Vendôme. Nada más entrar, te recibirán unos porteros tan sonrientes que te sentirás como si fueses el cliente más importante del hotel. Tanto si vas por negocios como por turismo, este hotel boutique satisfará todas tus necesidades con estilo y elegancia.