


Un establecimiento sobrio en este distrito.
Un establecimiento sobrio en este distrito.
El hotel se encuentra en pleno corazón del barrio latino. Cerca también encontrarás la magnífica iglesia de Saint Sulpice y uno de los jardines más bellos de París, el de Luxemburgo. También podrás subir fácilmente a pie al monte de Ste Geneviève y llegar a uno de los puntos de interés del barrio latino, el Panteón. El vecino barrio de Odeón es una zona especialmente animada, repleta de bares y restaurantes que se contagian del bullicio de St Germain des Prés. El RER y la estación Luxembourg son una opción de transporte, pero la estación de metro más cercana es la de Odéon.
Las 33 habitaciones del establecimiento se reparten en tres categorías: Estándar, Superior y Luxe. Todas tienen una decoración diferente pero en las dos últimas las vigas del techo están a la vista. La habitación visitada es clara y de un blanco luminoso: dos grandes ventanas que dan a la calle dejan entrar la luz. La decoración es sobria, incluso minimalista, y las dimensiones más bien pequeñas. El cuarto de baño, separado por dos puertas batientes, está delante de la cama y dispone de ducha o bañera (aunque predominan estas últimas). En cuanto a prestaciones: hay climatización individual, conexión inalámbrica a Internet y caja fuerte gratuitas. No dispone de servicio de habitaciones. Los precios se sitúan en la franja alta de esta categoría.
El hotel está situado en una finca antigua y noble. Un gran mostrador de madera da la bienvenida a los huéspedes. El vestíbulo es amplio y se complementa con un luminoso salón de techos altos y parqué en el suelo que también sirve de sala de desayunos. En las paredes, grandes tapices con imágenes y escenas de la Edad Media completan la decoración. Una gran escalinata de madera maciza lleva a las plantas superiores.
Un 3* excepcional.
Un establecimiento agradable en el corazón del barrio Latino.
Un hotelito atractivo y moderno en un barrio legendario.
Un establecimiento serio con la categoría de los Best Western.
Un lugar serio en pleno corazón del barrio latino.
Tendrás la impresión de entrar en una pequeña mansión inglesa, digna de una novela de Lewis Caroll, a medio camino entre un edificio real con unos colores que parecen surgidos de un mundo de fantasía. Pero es cierto, el Relais Saint-Germain existe de verdad. Ubicado orgullosamente en un edificio asimétrico del siglo XVII, sus paredes poseen una extraña perspectiva. Esta imperfección se limita a las líneas de la arquitectura del siglo XVII ya que, en su interior, el Relais cuenta con todas las prestaciones del siglo XXI. El conjunto es pequeño, encastrado en los metros cuadrados disponibles, pero decorado con esmero. Pertenece a Yves y Claudine Camderborde, un chef y su ecléctica esposa que adora la decoración. En el restaurante anexo, Le Comptoir, Yves hace las funciones de maître y a él se debe la popularidad que posee el hotel en el mundo intelectual y de la moda parisinos. Ubicado en una zona muy céntrica, en el corazón de la Rive Gauche u orilla izquierda, el Relais Saint-Germain sorprende por su increíble originalidad.
Un establecimiento serio en este distrito.
Su gran encanto hace de este acogedor hotel la joya del distrito.
Estamos ante un hotel de elegancia francesa y en el que no se tolera ninguna copia ni reproducción. El Bristol forma parte de los pocos hoteles de lujo parisinos que pertenecen a una familia europea (alemana) en lugar de a las grandes familias asiáticas o de los Emiratos Árabes Unidos. Elegante, distinguido y refinado, el Bristol antepone la calidad y la autenticidad de los objetos y materiales. Su restaurante gastronómico atrae a una clientela exigente y amante de la cocina de alta calidad.
El George V hace parte de los palacios parisinos más prestigiosos de la ciudad. Unos pasos dentro el establecimiento son suficientes para darse cuenta que entramos en un hotel donde lujo, perfección y voluptuosidad son la regla. Habitaciones de princesa, salones impresionantes, restaurante el que guía Michelin ha otorgado una estrella, no falta nada al George V para satisfacer a los clientes más exigentes. El diseñador de interior Pierre Yves Rochon se encargo en 1997 de reformar en totalidad el edificio, desde entonces sigue mejorando la decoración de acuerdo con el estilo XVIII siglo.
El último de los palacios parisinos abrió sus puertas el 1 de agosto de 2014. La elegancia y la sofisticación francesa casan a la perfección con el refinamiento asiático en un magnífico edificio de 1908. He aquí el primer establecimiento del grupo Peninsula en Francia y Europa.
Hicieron falta cinco edificios Haussmann para dar vida al Park Hyatt Paris Vendôme, el primer hotel de lujo de la capital concebido con un estilo contemporáneo. En este hotel, la comodidad, la elegancia y un servicio impecable se unen a un diseño más joven y moderno.
Un establecimiento de alta categoría ideal para personajes famosos y estrellas de cine que busquen un poco de discreción. La Réserve Paris se preocupa por la confidencialidad. También se organizan eventos privados.
El Meurice es uno de los mejores establecimientos de París. Su decoración contemporánea y típicamente parisina es obra de Philippe Starck y su hija. Se trata de un lugar exclusivo: el restaurante principal del hotel, Le Meurice, está dirigido por el chef Yannick Alléno, que ha recibido 3 estrellas. No hace falta decir que es uno de los puntos culminantes de la estancia en este hotel. Su ubicación es ideal, justo delante del Jardín de las Tullerías. Las habitaciones están decoradas con gusto y el servicio es impecable.
El W Paris - Opéra finalmente abrió sus puertas el 28 de febrero de 2012. Así, la marca de Starwood ligada a la moda y a las tendencias se asegura un establecimiento de prestigio en París.
El hotel, situado en un edificio del siglo XIX, salta a la vista. Diseño y modernidad se combinan junto con un toque conceptual. Mejor pedir explicaciones al diseñador, ya que es difícil captar el mensaje de otra forma; aunque está claro que el W Paris-Opéra gira alrededor de un tema: The Spark. El establecimiento se define en este "centelleo", creando una unión ficticia entre el primer hotel de Nueva York y su hermano pequeño parisino.
En el corazón de la ópera, el W ya cuenta con los amantes de la marca y espera que el boca a oreja lo convierta en the place to be del barrio, junto con su restaurante y su bar.
Como anuncia el propio eslogan, este hotel es "Votre adresse à Paris" (Tu establecimiento en París): de hecho, no existen demasiados lugares como este en la capital. La diferencia entre una estancia agradable y una memorable reside en los detalles y, sin lugar a dudas, recordarás con emoción tu paso por el Vendôme. Nada más entrar, te recibirán unos porteros tan sonrientes que te sentirás como si fueses el cliente más importante del hotel. Tanto si vas por negocios como por turismo, este hotel boutique satisfará todas tus necesidades con estilo y elegancia.