

Este Mercure nos ha enamorado, rebosa de espacio y frescor.
Este Mercure nos ha enamorado, rebosa de espacio y frescor.
Este hotel de diseño está ubicado en el corazón de París, entre el barrio de la Madalena y los Grandes Almacenes, cerca del Parque de las Tullerías. Todo está cerca, por lo que puedes tomarte tu tiempo para descubrir este bonito barrio paseando entre la Ópera y la Madeleine o, por el contrario, dirigirte al corazón del barrio de negocios para tus citas más serias.
La decoración es igual de refinada que el resto del hotel, las habitaciones son muy espaciosas y están bien ventiladas, tendrás el lujo de poder emplear todo el espacio que necesites en tu habitación. Un pequeño detalle que marca la diferencia es que cada habitación dispone de un timbre y de una mirilla en la puerta, para mayor seguridad e intimidad. La limpieza es la palabra clave de la dirección (y en todo el establecimiento). Cada habitación dispone de radio, climatización, pantalla plana, secador de pelo y productos de aseo.
Nada más entrar en el hotel, el cliente queda maravillado por el vestíbulo, luminoso y espacioso, con una decoración de diseño cuidada y un aroma muy agradable. Desde el punto de vista de los servicios, tendrás los típicos de un Mercure (servicio de habitaciones, wifi de pago, centro de negocios, caja fuerte, lavandería). Aunque lo más destacado es el Still's Bar, este bar de copas gestionado maravillosamente y que hará las delicias tanto de los turistas, que agradecerán un buen cóctel tras una larga jornada de compras, como de los hombres de negocios, que celebrarán la firma de un contrato con un buen coñac.
salón de belleza
El Folkestone, un hotel clásico y cálido a dos pasos de la plaza de la Madeleine, propone habitaciones funcionales y cómodas.
El Sydney Opéra, hotel clásico y funcional, propone habitaciones perfectamente equipadas para descansar cómodamente después de una jornada de compras en los grandes almacenes, a menos que hayas venido al hotel para estar en el barrio de negocios de la Madeleine.
Un hotel con un romanticismo muy parisino, situado en un hermoso barrio. Las habitaciones se van renovando poco a poco para darles un toque más moderno. Un ambiente elegante y acogedor.
Te enamorarás de la hermosa decoración de este hotel familiar.
El encanto británico ha llegado a una ubicación real del corazón de París, entre la Ópera y los Grandes Almacenes.
Un hotel muy práctico.
"El lujo de sentirse como en casa": esa es la visión de Didier Moinel Delalande, director y propietario del Mathurin, que propone a viajeros de todo el mundo la oportunidad de alojarse en un establecimiento de lujo en París.
Un hotel moderno y, al mismo tiempo, clásico
Estamos ante un hotel de elegancia francesa y en el que no se tolera ninguna copia ni reproducción. El Bristol forma parte de los pocos hoteles de lujo parisinos que pertenecen a una familia europea (alemana) en lugar de a las grandes familias asiáticas o de los Emiratos Árabes Unidos. Elegante, distinguido y refinado, el Bristol antepone la calidad y la autenticidad de los objetos y materiales. Su restaurante gastronómico atrae a una clientela exigente y amante de la cocina de alta calidad.
El George V hace parte de los palacios parisinos más prestigiosos de la ciudad. Unos pasos dentro el establecimiento son suficientes para darse cuenta que entramos en un hotel donde lujo, perfección y voluptuosidad son la regla. Habitaciones de princesa, salones impresionantes, restaurante el que guía Michelin ha otorgado una estrella, no falta nada al George V para satisfacer a los clientes más exigentes. El diseñador de interior Pierre Yves Rochon se encargo en 1997 de reformar en totalidad el edificio, desde entonces sigue mejorando la decoración de acuerdo con el estilo XVIII siglo.
El último de los palacios parisinos abrió sus puertas el 1 de agosto de 2014. La elegancia y la sofisticación francesa casan a la perfección con el refinamiento asiático en un magnífico edificio de 1908. He aquí el primer establecimiento del grupo Peninsula en Francia y Europa.
Hicieron falta cinco edificios Haussmann para dar vida al Park Hyatt Paris Vendôme, el primer hotel de lujo de la capital concebido con un estilo contemporáneo. En este hotel, la comodidad, la elegancia y un servicio impecable se unen a un diseño más joven y moderno.
El W Paris - Opéra finalmente abrió sus puertas el 28 de febrero de 2012. Así, la marca de Starwood ligada a la moda y a las tendencias se asegura un establecimiento de prestigio en París.
El hotel, situado en un edificio del siglo XIX, salta a la vista. Diseño y modernidad se combinan junto con un toque conceptual. Mejor pedir explicaciones al diseñador, ya que es difícil captar el mensaje de otra forma; aunque está claro que el W Paris-Opéra gira alrededor de un tema: The Spark. El establecimiento se define en este "centelleo", creando una unión ficticia entre el primer hotel de Nueva York y su hermano pequeño parisino.
En el corazón de la ópera, el W ya cuenta con los amantes de la marca y espera que el boca a oreja lo convierta en the place to be del barrio, junto con su restaurante y su bar.
Un establecimiento de alta categoría ideal para personajes famosos y estrellas de cine que busquen un poco de discreción. La Réserve Paris se preocupa por la confidencialidad. También se organizan eventos privados.
El Meurice es uno de los mejores establecimientos de París. Su decoración contemporánea y típicamente parisina es obra de Philippe Starck y su hija. Se trata de un lugar exclusivo: el restaurante principal del hotel, Le Meurice, está dirigido por el chef Yannick Alléno, que ha recibido 3 estrellas. No hace falta decir que es uno de los puntos culminantes de la estancia en este hotel. Su ubicación es ideal, justo delante del Jardín de las Tullerías. Las habitaciones están decoradas con gusto y el servicio es impecable.
Como anuncia el propio eslogan, este hotel es "Votre adresse à Paris" (Tu establecimiento en París): de hecho, no existen demasiados lugares como este en la capital. La diferencia entre una estancia agradable y una memorable reside en los detalles y, sin lugar a dudas, recordarás con emoción tu paso por el Vendôme. Nada más entrar, te recibirán unos porteros tan sonrientes que te sentirás como si fueses el cliente más importante del hotel. Tanto si vas por negocios como por turismo, este hotel boutique satisfará todas tus necesidades con estilo y elegancia.