


Cómodo hotelito sin pretensiones. Lo mejor de este establecimiento es su ubicación de ensueño, cerca del Louvre y del Palais Royal.
Cómodo hotelito sin pretensiones. Lo mejor de este establecimiento es su ubicación de ensueño, cerca del Louvre y del Palais Royal.
La callecita Molière es discreta y tranquila, aunque es muy frecuentada por los parisinos por las boutiques de lujo y las discotecas de moda. Para los turistas es el mejor lugar para estar en el centro de uno de los barrios más prestigiosos de París y al lado de la Comédie Française o del Museo del Louvre. Tras un corto paseo llegarás a la lujosa calle Saint Honoré o al popular barrio de Halles. Los metros Palais Royal y Pyramides están justo al lado, con ellos podrás ir a descubrir los demás tesoros que esconde la ciudad.
El Pavillon Louvre Rivoli es una pequeña estructura íntima que cuenta con un pequeño vestíbulo pero un gran espíritu familiar. La conexión wifi es de pago en las habitaciones y gratuita en las zonas comunes. El desayuno cuesta tan solo 8,50 ? y es de tipo buffet. Se sirve en una sala con paredes de piedra o, si quieres, te lo pueden subir a la habitación. Se compone de huevos, jamón, bollería, bebidas, fruta y cereales. Si vienes en coche podrás aparcarlo en los parkings de Pyramides o del Louvre, aunque a menudo están completos.
El hotel dispone de 29 habitaciones, estándar o superior, dependiendo de su tamaño. Con una ubicación como esta y la categoría del hotel no puedes esperar una habitación de grandes superficies. Algunas tienen vistas completamente tapadas por otros edificios, aunque todo queda justificado por la magnífica ubicación. No se ha hecho un gran esfuerzo con la decoración de las habitaciones, pero están bien equipadas con televisión por cable, climatización, caja fuerte y mininar. Todos los cuartos de baño tienen secador de pelo.
salón de belleza, EPA, baño turco
deportes
Hotel vieillot dans une maison ancienne. Chambres petites et peu pratiques. Personnel agréable, petit déjeuner correct, emplacement trés pratique.
Emplacement, amabilité du personnel
éléments de confort dépassés pour un 3 étoiles
El Louvre Piémont es un hotelito básico y tranquilo situado en el magnífico barrio del Louvre.
Situado entre el Louvre y la Ópera, este hotel, pequeño, cómodo y sencillo, es ideal para visitar los principales lugares turísticos de la capital con tus piernas como único medio de transporte.
Ambiente acogedor en este cómodo hotel con decoración elegante. La calle Thérèse es ideal para satisfacer la sed de conocimiento gracias a su situación dentro de un barrio clave de la cultura parisina, en el que se concentran los museos del Louvre y de Artes Decorativas y la Ópera Garnier.
Hotel de una estrella, sencillo y sin encanto, cercano al Louvre.
Hotel muy bien situado al lado del Louvre La decoración es tradicional pero algo anticuada. Los cuartos de baño renovados son magníficos.
Hotel de un refinamiento extremo, romántico y tradicional. Posee unas referencias evidentes a la literatura, unas zonas comunes cuidadas y unas habitaciones de alta categoría, todas decoradas de una manera original y única.
Los estudios y apartamentos Citadines adoptan el estilo parisino tradicional en una localización de ensueño, frente al museo del Louvre.
Un hotel renovado hace poco pero que conserva su estilo clásico característico, fiel a los orígenes multicentenarios del edificio.
Estamos ante un hotel de elegancia francesa y en el que no se tolera ninguna copia ni reproducción. El Bristol forma parte de los pocos hoteles de lujo parisinos que pertenecen a una familia europea (alemana) en lugar de a las grandes familias asiáticas o de los Emiratos Árabes Unidos. Elegante, distinguido y refinado, el Bristol antepone la calidad y la autenticidad de los objetos y materiales. Su restaurante gastronómico atrae a una clientela exigente y amante de la cocina de alta calidad.
El George V hace parte de los palacios parisinos más prestigiosos de la ciudad. Unos pasos dentro el establecimiento son suficientes para darse cuenta que entramos en un hotel donde lujo, perfección y voluptuosidad son la regla. Habitaciones de princesa, salones impresionantes, restaurante el que guía Michelin ha otorgado una estrella, no falta nada al George V para satisfacer a los clientes más exigentes. El diseñador de interior Pierre Yves Rochon se encargo en 1997 de reformar en totalidad el edificio, desde entonces sigue mejorando la decoración de acuerdo con el estilo XVIII siglo.
El último de los palacios parisinos abrió sus puertas el 1 de agosto de 2014. La elegancia y la sofisticación francesa casan a la perfección con el refinamiento asiático en un magnífico edificio de 1908. He aquí el primer establecimiento del grupo Peninsula en Francia y Europa.
Hicieron falta cinco edificios Haussmann para dar vida al Park Hyatt Paris Vendôme, el primer hotel de lujo de la capital concebido con un estilo contemporáneo. En este hotel, la comodidad, la elegancia y un servicio impecable se unen a un diseño más joven y moderno.
El W Paris - Opéra finalmente abrió sus puertas el 28 de febrero de 2012. Así, la marca de Starwood ligada a la moda y a las tendencias se asegura un establecimiento de prestigio en París.
El hotel, situado en un edificio del siglo XIX, salta a la vista. Diseño y modernidad se combinan junto con un toque conceptual. Mejor pedir explicaciones al diseñador, ya que es difícil captar el mensaje de otra forma; aunque está claro que el W Paris-Opéra gira alrededor de un tema: The Spark. El establecimiento se define en este "centelleo", creando una unión ficticia entre el primer hotel de Nueva York y su hermano pequeño parisino.
En el corazón de la ópera, el W ya cuenta con los amantes de la marca y espera que el boca a oreja lo convierta en the place to be del barrio, junto con su restaurante y su bar.
Un establecimiento de alta categoría ideal para personajes famosos y estrellas de cine que busquen un poco de discreción. La Réserve Paris se preocupa por la confidencialidad. También se organizan eventos privados.
El Meurice es uno de los mejores establecimientos de París. Su decoración contemporánea y típicamente parisina es obra de Philippe Starck y su hija. Se trata de un lugar exclusivo: el restaurante principal del hotel, Le Meurice, está dirigido por el chef Yannick Alléno, que ha recibido 3 estrellas. No hace falta decir que es uno de los puntos culminantes de la estancia en este hotel. Su ubicación es ideal, justo delante del Jardín de las Tullerías. Las habitaciones están decoradas con gusto y el servicio es impecable.
Como anuncia el propio eslogan, este hotel es "Votre adresse à Paris" (Tu establecimiento en París): de hecho, no existen demasiados lugares como este en la capital. La diferencia entre una estancia agradable y una memorable reside en los detalles y, sin lugar a dudas, recordarás con emoción tu paso por el Vendôme. Nada más entrar, te recibirán unos porteros tan sonrientes que te sentirás como si fueses el cliente más importante del hotel. Tanto si vas por negocios como por turismo, este hotel boutique satisfará todas tus necesidades con estilo y elegancia.