


Un hotel de 3 estrellas con encanto
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Un hotel de 3 estrellas con encanto
El hotel Pax Opéra goza de una ubicación envidiable: en el corazón del París de los negocios, junto a la sala de ventas Drouot; cerca de los Grandes Almacenes y del París nocturno con los Grandes Bulevares y su multitud de teatros, bares, restaurantes y discotecas. A pesar del permanente ajetreo, característico del barrio, esta zona respira un ambiente seguro y cosmopolita. En pleno barrio judío, los muchos restaurantes que hay te reciben con los brazos abiertos. El metro más cercano es Grands Boulevards o Cadet.
Empecemos con la sorprendente decoración de las habitaciones. Al entrar lo primero que llama la atención son los colores horteras y chillones de la ropa de cama y de las cortinas. ¡Menuda diferencia con el resto del hotel! Aunque ya se sabe que para gustos no hay nada escrito. Las habitaciones son amplias y algunas están situadas en las esquinas con dos ventanas que dejan entrar mucha luz. Un gran armario muy profundo permite ganar espacio. También tienen ropero. En cuanto a las prestaciones encontramos un escritorio y una silla, televisión vía satélite y climatización individual, pero no hay ni minibar ni servicio de habitaciones.
El hotel es encantador y moderno. En 2006 celebró sus 50 años, momento en el que se llevaron a cabo algunas renovaciones. Este establecimiento de 48 habitaciones es muy acogedor con telas de terciopelo y un ambiente de cabaré. Y no es de extrañar ya que el cabaré Folies Bergère está muy cerca. La sala del desayuno, equipada con un mobiliario de tonos malva muy agradable, está al lado de la recepción y da a la calle. Cabe la posibilidad de tomar el desayuno en la habitación. En la planta baja hay un pequeño salón. El bar abre las 24 horas y dispone de cómodos sillones de terciopelo. Los colores de los pasillos que van a las habitaciones acaban de ser renovados; las paredes se han recubierto con un papel de tonos marrones muy modernos.
El hotel no cuenta con servicio de restauración, pero sí sirve el desayuno entre las 7:30 y las 10:00 h en la sala luminosa de la planta baja, que recuerda a un teatro por su cortina bajada hasta la mitad. El bufé continental puede cambiarse, a gusto del cliente, por un desayuno en la habitación entre las 8:30 y las 10:00 h.
El bar del hotel, situado en la planta baja, está abierto las 24 horas del día, pero no sirven bebidas de alta graduación. La conexión wifi a Internet está disponible en todo el hotel.
salón de belleza, sauna, EPA, baño turco
deportes
Habitaciones clásicas pero con algunos atractivos excepcionales.
Un 3 estrellas de barrio con precios razonables.
Un 3*** de encanto a precios razonables.
Agradable hotel con decoración marina y espacios comunes muy logrados. Las habitaciones se dividen en dos temáticas de color, a cuál más acogedora.
Este establecimiento perteneciente a la prestigiosa cadena es un lugar con encanto.
Un valor seguro en el barrio, con una buena relación calidad-precio.
Un hotel de 3*** bien situado, frente a la bonita plaza Montholon.
Un hotel moderno y sobrio, aunque un poco caro.
Estamos ante un hotel de elegancia francesa y en el que no se tolera ninguna copia ni reproducción. El Bristol forma parte de los pocos hoteles de lujo parisinos que pertenecen a una familia europea (alemana) en lugar de a las grandes familias asiáticas o de los Emiratos Árabes Unidos. Elegante, distinguido y refinado, el Bristol antepone la calidad y la autenticidad de los objetos y materiales. Su restaurante gastronómico atrae a una clientela exigente y amante de la cocina de alta calidad.
El George V hace parte de los palacios parisinos más prestigiosos de la ciudad. Unos pasos dentro el establecimiento son suficientes para darse cuenta que entramos en un hotel donde lujo, perfección y voluptuosidad son la regla. Habitaciones de princesa, salones impresionantes, restaurante el que guía Michelin ha otorgado una estrella, no falta nada al George V para satisfacer a los clientes más exigentes. El diseñador de interior Pierre Yves Rochon se encargo en 1997 de reformar en totalidad el edificio, desde entonces sigue mejorando la decoración de acuerdo con el estilo XVIII siglo.
El último de los palacios parisinos abrió sus puertas el 1 de agosto de 2014. La elegancia y la sofisticación francesa casan a la perfección con el refinamiento asiático en un magnífico edificio de 1908. He aquí el primer establecimiento del grupo Peninsula en Francia y Europa.
Hicieron falta cinco edificios Haussmann para dar vida al Park Hyatt Paris Vendôme, el primer hotel de lujo de la capital concebido con un estilo contemporáneo. En este hotel, la comodidad, la elegancia y un servicio impecable se unen a un diseño más joven y moderno.
Un establecimiento de alta categoría ideal para personajes famosos y estrellas de cine que busquen un poco de discreción. La Réserve Paris se preocupa por la confidencialidad. También se organizan eventos privados.
El Meurice es uno de los mejores establecimientos de París. Su decoración contemporánea y típicamente parisina es obra de Philippe Starck y su hija. Se trata de un lugar exclusivo: el restaurante principal del hotel, Le Meurice, está dirigido por el chef Yannick Alléno, que ha recibido 3 estrellas. No hace falta decir que es uno de los puntos culminantes de la estancia en este hotel. Su ubicación es ideal, justo delante del Jardín de las Tullerías. Las habitaciones están decoradas con gusto y el servicio es impecable.
El W Paris - Opéra finalmente abrió sus puertas el 28 de febrero de 2012. Así, la marca de Starwood ligada a la moda y a las tendencias se asegura un establecimiento de prestigio en París.
El hotel, situado en un edificio del siglo XIX, salta a la vista. Diseño y modernidad se combinan junto con un toque conceptual. Mejor pedir explicaciones al diseñador, ya que es difícil captar el mensaje de otra forma; aunque está claro que el W Paris-Opéra gira alrededor de un tema: The Spark. El establecimiento se define en este "centelleo", creando una unión ficticia entre el primer hotel de Nueva York y su hermano pequeño parisino.
En el corazón de la ópera, el W ya cuenta con los amantes de la marca y espera que el boca a oreja lo convierta en the place to be del barrio, junto con su restaurante y su bar.
Como anuncia el propio eslogan, este hotel es "Votre adresse à Paris" (Tu establecimiento en París): de hecho, no existen demasiados lugares como este en la capital. La diferencia entre una estancia agradable y una memorable reside en los detalles y, sin lugar a dudas, recordarás con emoción tu paso por el Vendôme. Nada más entrar, te recibirán unos porteros tan sonrientes que te sentirás como si fueses el cliente más importante del hotel. Tanto si vas por negocios como por turismo, este hotel boutique satisfará todas tus necesidades con estilo y elegancia.