


Un hotelito con una decoración muy original. Esconde una locura creativa en las zonas comunes, un clasicismo refinado en las habitaciones y una parte de historia en la arquitectura. Una grata sorpresa.
- Bien situado
- Poco recomendable
Un hotelito con una decoración muy original. Esconde una locura creativa en las zonas comunes, un clasicismo refinado en las habitaciones y una parte de historia en la arquitectura. Una grata sorpresa.
El hotel está situado a dos pasos del mercado Saint-Honoré, entre la plaza Vendôme y las Tullerías, justo al lado de la Ópera y del Louvre. En un barrio más que histórico. Metro más cercano: Pyramide, líneas 7 y 14.
Las treinta habitaciones son mejor de lo que te podrías imaginar al ver las zonas comunes. Se reparten en dobles estándar, superiores e individuales. Son todas relativamente parecidas, muy clásicas, solo varían un poco los colores. Están climatizadas y equipadas con minibar, caja fuerte, TV vía satélite y TDT y con conexión wifi, aunque esta última es de pago. El toque de elegancia de los cuartos de baño recientemente renovados lo dan los grandes azulejos negros centelleantes y brillantes que ostentan una gran nobleza y categoría. Son dignos de los mejores hoteles.
Un hotel muy interesante, en el que se ha sabido combinar en un mismo lugar unos ambientes, decoraciones y personalidades muy diferentes. Se pasa sin complejos de un vestíbulo "histórico" a un salón muy acogedor, tapizado de negro, digno de los clubs más de moda, a unas habitaciones más clásicas, también iluminadas por unos cuartos de baño con una dignidad y un modernismo asombrosos. Una mezcla de géneros y estilos compleja, exquisita, voluptuosa y caótica. Simplemente adorable. Porque nos gusta que nos sorprendan, relajarnos con el ambiente, dejarnos envolver por un estilo acogedor, y después embarcarnos y pasar apuros en otro estilo, otra decoración, corriendo el riesgo de encontrarnos desorientados, perdidos y azorados. El vestíbulo, embaldosado con unos finos mosaicos, es una estancia histórica admirable, que data de los orígenes del hotel, igual que la cristalera en la parte superior de la sala del desayuno. El saloncito es muy elegante, acogedor, sedoso, pulposo y está envuelto delicadamente con unos sofás de terciopelo negro, muy negro, y muy cómodos. Reina un ambiente de club de moda retro chic desconcertante e íntimo, a la vez acogedor y un tanto extraordinario. Enhorabuena.
Hay referencias a este hotel en textos, poemas y novelas desde el año 1854. Lleva más de 150 años funcionando y en él se han alojado modelos y famosos.
salón de belleza
Agréable et pratique.
Emplacement idéal au c?ur de Paris.
la rénovation n'est pas globale.
Hotel de charme , très bien situé ,calme , agréable.
Bon marché pour la situation et sa qualité
comme dans la plupart des hotels parisiens ,l'ascenseur est minuscule.
El Duminy Vendôme, clásico y refinado, dispone de todo lo necesario para ofrecerte una confortable estancia. no obstante, su auténtico lujo es su magnífica ubicación, entre la Place Vendôme y el Louvre.
Para realizar compras lujosas o hacer una escapada cultural, el hotel des Tuileries está en la ubicación ideal. Sus habitaciones, de gran estilo, ofrecen todo el confort y la tranquilidad necesarios para relajarte después de un agitado día.
Este hotel, intimista y más humilde que la lujosa calle Saint Honoré donde se encuentra, ha puesto especial atención en sus encantadoras habitaciones y en su ambiente distendido.
Como anuncia el propio eslogan, este hotel es "Votre adresse à Paris" (Tu establecimiento en París): de hecho, no existen demasiados lugares como este en la capital. La diferencia entre una estancia agradable y una memorable reside en los detalles y, sin lugar a dudas, recordarás con emoción tu paso por el Vendôme. Nada más entrar, te recibirán unos porteros tan sonrientes que te sentirás como si fueses el cliente más importante del hotel. Tanto si vas por negocios como por turismo, este hotel boutique satisfará todas tus necesidades con estilo y elegancia.
El hotel Lumen abrió sus puertas en septiembre de 2007. El hotel, único en su género, y su estilo neobarroco obra de Claudio Colucci han hecho hablar mucho de ellos.
El elegante hotel Mansart tiene una ubicación de lujo, a unos metros de la mítica place Vendôme. Dispone de habitaciones elegantes y confortables con un auténtico sentido del servicio.
El hotel de la Tamise, un hotel íntimo a dos pasos del jardín de las Tullerías, ofrece unas habitaciones con encanto al más puro estilo tradicional parisino.
Bonito hotel renovado, de tendencia, con un espíritu elegante y moderno. El hotel dispone de habitaciones dobles y de estudios y apartamentos totalmente equipados.
Estamos ante un hotel de elegancia francesa y en el que no se tolera ninguna copia ni reproducción. El Bristol forma parte de los pocos hoteles de lujo parisinos que pertenecen a una familia europea (alemana) en lugar de a las grandes familias asiáticas o de los Emiratos Árabes Unidos. Elegante, distinguido y refinado, el Bristol antepone la calidad y la autenticidad de los objetos y materiales. Su restaurante gastronómico atrae a una clientela exigente y amante de la cocina de alta calidad.
El George V hace parte de los palacios parisinos más prestigiosos de la ciudad. Unos pasos dentro el establecimiento son suficientes para darse cuenta que entramos en un hotel donde lujo, perfección y voluptuosidad son la regla. Habitaciones de princesa, salones impresionantes, restaurante el que guía Michelin ha otorgado una estrella, no falta nada al George V para satisfacer a los clientes más exigentes. El diseñador de interior Pierre Yves Rochon se encargo en 1997 de reformar en totalidad el edificio, desde entonces sigue mejorando la decoración de acuerdo con el estilo XVIII siglo.
El último de los palacios parisinos abrió sus puertas el 1 de agosto de 2014. La elegancia y la sofisticación francesa casan a la perfección con el refinamiento asiático en un magnífico edificio de 1908. He aquí el primer establecimiento del grupo Peninsula en Francia y Europa.
Hicieron falta cinco edificios Haussmann para dar vida al Park Hyatt Paris Vendôme, el primer hotel de lujo de la capital concebido con un estilo contemporáneo. En este hotel, la comodidad, la elegancia y un servicio impecable se unen a un diseño más joven y moderno.
Un establecimiento de alta categoría ideal para personajes famosos y estrellas de cine que busquen un poco de discreción. La Réserve Paris se preocupa por la confidencialidad. También se organizan eventos privados.
El Meurice es uno de los mejores establecimientos de París. Su decoración contemporánea y típicamente parisina es obra de Philippe Starck y su hija. Se trata de un lugar exclusivo: el restaurante principal del hotel, Le Meurice, está dirigido por el chef Yannick Alléno, que ha recibido 3 estrellas. No hace falta decir que es uno de los puntos culminantes de la estancia en este hotel. Su ubicación es ideal, justo delante del Jardín de las Tullerías. Las habitaciones están decoradas con gusto y el servicio es impecable.
El W Paris - Opéra finalmente abrió sus puertas el 28 de febrero de 2012. Así, la marca de Starwood ligada a la moda y a las tendencias se asegura un establecimiento de prestigio en París.
El hotel, situado en un edificio del siglo XIX, salta a la vista. Diseño y modernidad se combinan junto con un toque conceptual. Mejor pedir explicaciones al diseñador, ya que es difícil captar el mensaje de otra forma; aunque está claro que el W Paris-Opéra gira alrededor de un tema: The Spark. El establecimiento se define en este "centelleo", creando una unión ficticia entre el primer hotel de Nueva York y su hermano pequeño parisino.
En el corazón de la ópera, el W ya cuenta con los amantes de la marca y espera que el boca a oreja lo convierta en the place to be del barrio, junto con su restaurante y su bar.
Como anuncia el propio eslogan, este hotel es "Votre adresse à Paris" (Tu establecimiento en París): de hecho, no existen demasiados lugares como este en la capital. La diferencia entre una estancia agradable y una memorable reside en los detalles y, sin lugar a dudas, recordarás con emoción tu paso por el Vendôme. Nada más entrar, te recibirán unos porteros tan sonrientes que te sentirás como si fueses el cliente más importante del hotel. Tanto si vas por negocios como por turismo, este hotel boutique satisfará todas tus necesidades con estilo y elegancia.