


Este hotel, a medio camino entre la Torre Eiffel y el barrio latino, es ideal para llegar a la Puerta de Versalles. Un hotel muy interesante en términos de calidad-precio, exceptuando la temporada de exposiciones.
- Bien situado
Este hotel, a medio camino entre la Torre Eiffel y el barrio latino, es ideal para llegar a la Puerta de Versalles. Un hotel muy interesante en términos de calidad-precio, exceptuando la temporada de exposiciones.
El hotel se encuentra en la frontera de los distritos 6 y 15, lo cual significa que está algo alejado de la zona histórica del barrio latino, entre éste y la Torre Eiffel. El establecimiento gustará especialmente a los hombres de negocios que deseen estar cerca del Parque de Exposiciones de la Puerta de Versalles. El barrio es muy agradable, con muchos comercios en los alrededores, bares y restaurantes y además, un cine. La parada de metro más cercana es Convention.
Las 72 habitaciones del establecimiento se reparten en dos categorías: estándar y prestige. Nosotros visitamos las primeras, que son bastante grandes y, sobre todo, muy silenciosas, incluso si dan a la calle. La decoración es sobria y acogedora, clásica y eficaz. En cuanto a las prestaciones: el aire acondicionado es individual, el minibar está lleno y se ofrece una bandeja de bienvenida con lo necesario para hacer té y café, el Wifi es de pago y en el armario hay una plancha y una tabla de planchar. En la recepción disponen de caja fuerte gratuita. El televisor de pantalla plana está conectado a la televisión por satélite y al Canal +. El cuarto de baño es grande, de mármol y dispone de ducha o bañera. Buena relación calidad-precio, exceptuando la temporada de exposiciones.
El edificio es burgués, con una fachada algo grisácea con algunas banderas. Una vez en el interior, un largo mostrador de recepción da la bienvenida a los visitantes. Hay algunos rincones con sofás y sillones donde poder tomar un refresco o una bebida alcohólica que se puede comprar en el bar abierto las 24 h, y disfrutarla bajo los excéntricos frescos de las paredes que representan París. Una puerta en la parte de atrás comunica con el anexo, donde hay bonitas y tranquilas habitaciones que dan a un jardín privado con árboles de 700 m2. Cuando hace buen tiempo, puedes tomar allí el desayuno y si no, hay una sala, menos luminosa, en el sótano. También disponen de un espacio para reuniones y a 50 m hay un aparcamiento público de pago.
salón de belleza, EPA, baño turco
deportes
J'ai bcp aimé cet hotel a cause de son emplacement. il est situé loin des grandes foules.
LA PROPRETÉ DES LIEUX, L'EMPLACEMENT,LES PETITS DÉJEUNERS.
je n'ai rien à redire, et j'y retournerai volontiers...et je recommande cet hotel
Este hotel, de decoración sencilla y fresca, está situado muy cerca de la torre Eiffel y dispone de habitaciones triples ideales para las familias.
Un dos estrellas resplandeciente y confortable, cerca de la Place Cambronne.
Este Ibis, muy bien equipado, es un pequeño hotel práctico con un personal muy dinámico.
Un hotel restaurante de ambiente marroquí, en la rue Mademoiselle, al que no le vendría mal una pequeña reforma.
Un Mércure lleno de color, muy cerca de la Puerta de Versalles, ideal para una clientela de negocios (¡si le gusta el color naranja!)
Ligeramente arraigado en el pasado, el Avenir conserva la sonrisa a pesar de que su decoración está un tanto anticuada.
Un agradable hotel de estilo retro, cerca de la Puerta de Versalles
Un establecimiento elegante que dispone de todos los servicios al alcance de la mano en el animado cruce de Vaugirard-Convention.
Estamos ante un hotel de elegancia francesa y en el que no se tolera ninguna copia ni reproducción. El Bristol forma parte de los pocos hoteles de lujo parisinos que pertenecen a una familia europea (alemana) en lugar de a las grandes familias asiáticas o de los Emiratos Árabes Unidos. Elegante, distinguido y refinado, el Bristol antepone la calidad y la autenticidad de los objetos y materiales. Su restaurante gastronómico atrae a una clientela exigente y amante de la cocina de alta calidad.
El George V hace parte de los palacios parisinos más prestigiosos de la ciudad. Unos pasos dentro el establecimiento son suficientes para darse cuenta que entramos en un hotel donde lujo, perfección y voluptuosidad son la regla. Habitaciones de princesa, salones impresionantes, restaurante el que guía Michelin ha otorgado una estrella, no falta nada al George V para satisfacer a los clientes más exigentes. El diseñador de interior Pierre Yves Rochon se encargo en 1997 de reformar en totalidad el edificio, desde entonces sigue mejorando la decoración de acuerdo con el estilo XVIII siglo.
El último de los palacios parisinos abrió sus puertas el 1 de agosto de 2014. La elegancia y la sofisticación francesa casan a la perfección con el refinamiento asiático en un magnífico edificio de 1908. He aquí el primer establecimiento del grupo Peninsula en Francia y Europa.
Hicieron falta cinco edificios Haussmann para dar vida al Park Hyatt Paris Vendôme, el primer hotel de lujo de la capital concebido con un estilo contemporáneo. En este hotel, la comodidad, la elegancia y un servicio impecable se unen a un diseño más joven y moderno.
Un establecimiento de alta categoría ideal para personajes famosos y estrellas de cine que busquen un poco de discreción. La Réserve Paris se preocupa por la confidencialidad. También se organizan eventos privados.
El Meurice es uno de los mejores establecimientos de París. Su decoración contemporánea y típicamente parisina es obra de Philippe Starck y su hija. Se trata de un lugar exclusivo: el restaurante principal del hotel, Le Meurice, está dirigido por el chef Yannick Alléno, que ha recibido 3 estrellas. No hace falta decir que es uno de los puntos culminantes de la estancia en este hotel. Su ubicación es ideal, justo delante del Jardín de las Tullerías. Las habitaciones están decoradas con gusto y el servicio es impecable.
El W Paris - Opéra finalmente abrió sus puertas el 28 de febrero de 2012. Así, la marca de Starwood ligada a la moda y a las tendencias se asegura un establecimiento de prestigio en París.
El hotel, situado en un edificio del siglo XIX, salta a la vista. Diseño y modernidad se combinan junto con un toque conceptual. Mejor pedir explicaciones al diseñador, ya que es difícil captar el mensaje de otra forma; aunque está claro que el W Paris-Opéra gira alrededor de un tema: The Spark. El establecimiento se define en este "centelleo", creando una unión ficticia entre el primer hotel de Nueva York y su hermano pequeño parisino.
En el corazón de la ópera, el W ya cuenta con los amantes de la marca y espera que el boca a oreja lo convierta en the place to be del barrio, junto con su restaurante y su bar.
Como anuncia el propio eslogan, este hotel es "Votre adresse à Paris" (Tu establecimiento en París): de hecho, no existen demasiados lugares como este en la capital. La diferencia entre una estancia agradable y una memorable reside en los detalles y, sin lugar a dudas, recordarás con emoción tu paso por el Vendôme. Nada más entrar, te recibirán unos porteros tan sonrientes que te sentirás como si fueses el cliente más importante del hotel. Tanto si vas por negocios como por turismo, este hotel boutique satisfará todas tus necesidades con estilo y elegancia.