


De fácil acceso y con una excelente relación calidad-precio.
De fácil acceso y con una excelente relación calidad-precio.
Como su nombre indica, el hotel está ubicado al lado de la Estación del Norte desde donde podemos dirigirnos al aeropuerto internacional Roissy- Charles de Gaulle y al Recinto Ferial de Paris- Nord Villepinte gracias al RER B. Si prefieres dar un paseo puedes ir caminando hasta el barrio noctámbulo de Pigalle, a unos quince minutos, desde donde podrás ascender a la colina de Montmartre hasta el Sagrado Corazón. Alrededor del hotel abundan los restaurantes y hay algunas cervecerías antiguas que sirven una muy buena comida. Metro más cercano: Gare du Nord.
Las 47 habitaciones del establecimiento se dividen en dos categorías: Estándar y Superior. Nosotros visitamos una habitación de la primera categoría. Se trata de un espacio bastante grande y funcional, con algunos muebles como un armario para colgar la ropa. En la pared frente a la cama hay una gran televisión de pantalla plana conectada al satélite. La decoración está cuidada con algunos cuadros encima de la cama, un escritorio, etc. En general, el conjunto está bien mantenido. Todas disponen de una bandeja de bienvenida con todo lo necesario para preparar un té o un café, el aire acondicionado es individual y el wifi es gratuito aunque la conexión es lenta. El servicio de habitaciones funciona hasta el cierre de los restaurantes vecinos, hacia la 1:00 de la mañana. El cuarto de baño tiene ducha o bañera. El desayuno está incluido en el precio.
La entrada del hotel es acogedora gracias a sus plantas en el exterior. En el interior, el vestíbulo es muy agradable y cómodo. La decoración es distinguida con una tendencia Art Déco y los mullidos sofás Club gruesos y de cuero son muy confortables. La sala del desayuno está en la planta baja, es cómoda y su techo está decorado por un gran fresco pintado que representa el París de la Belle Époque. La circulación es fluida en las zonas comunes, espaciosas y bien cuidadas. El bar abre hasta las 23:00 h y sirve refrescos y bebidas alcohólicas. En las cercanías hay un aparcamiento público y de pago.
EPA
El hotel Appia disfruta de un tranquilo emplazamiento entre ambas estaciones y ofrece una alternativa complementaria a los demás establecimientos de la zona.
Cercano a la Place de la République, este hotel es un establecimiento serio con una buena relación calidad-precio.
Bonito hotel con un nivel de prestaciones cercano al de un tres estrellas. Si bien el vestíbulo es un poco kitsch, las habitaciones presentan una cara sobria y elegante. El personal es muy acogedor.
Un pequeño hotel ubicado entre dos grandes estaciones parisinas. Nosotros nos decantamos por las habitaciones abuhardilladas del último piso. En cuanto a la decoración, es sencilla y clásica.
¡No te lo puedes perder!
Pocas prestaciones, precio bajo.
Cerca de la Estación del Norte aunque tiene una mala relación calidad-precio.
Un establecimiento serio, situado enfrente de la estación del Norte.
Estamos ante un hotel de elegancia francesa y en el que no se tolera ninguna copia ni reproducción. El Bristol forma parte de los pocos hoteles de lujo parisinos que pertenecen a una familia europea (alemana) en lugar de a las grandes familias asiáticas o de los Emiratos Árabes Unidos. Elegante, distinguido y refinado, el Bristol antepone la calidad y la autenticidad de los objetos y materiales. Su restaurante gastronómico atrae a una clientela exigente y amante de la cocina de alta calidad.
El George V hace parte de los palacios parisinos más prestigiosos de la ciudad. Unos pasos dentro el establecimiento son suficientes para darse cuenta que entramos en un hotel donde lujo, perfección y voluptuosidad son la regla. Habitaciones de princesa, salones impresionantes, restaurante el que guía Michelin ha otorgado una estrella, no falta nada al George V para satisfacer a los clientes más exigentes. El diseñador de interior Pierre Yves Rochon se encargo en 1997 de reformar en totalidad el edificio, desde entonces sigue mejorando la decoración de acuerdo con el estilo XVIII siglo.
El último de los palacios parisinos abrió sus puertas el 1 de agosto de 2014. La elegancia y la sofisticación francesa casan a la perfección con el refinamiento asiático en un magnífico edificio de 1908. He aquí el primer establecimiento del grupo Peninsula en Francia y Europa.
Hicieron falta cinco edificios Haussmann para dar vida al Park Hyatt Paris Vendôme, el primer hotel de lujo de la capital concebido con un estilo contemporáneo. En este hotel, la comodidad, la elegancia y un servicio impecable se unen a un diseño más joven y moderno.
Un establecimiento de alta categoría ideal para personajes famosos y estrellas de cine que busquen un poco de discreción. La Réserve Paris se preocupa por la confidencialidad. También se organizan eventos privados.
El Meurice es uno de los mejores establecimientos de París. Su decoración contemporánea y típicamente parisina es obra de Philippe Starck y su hija. Se trata de un lugar exclusivo: el restaurante principal del hotel, Le Meurice, está dirigido por el chef Yannick Alléno, que ha recibido 3 estrellas. No hace falta decir que es uno de los puntos culminantes de la estancia en este hotel. Su ubicación es ideal, justo delante del Jardín de las Tullerías. Las habitaciones están decoradas con gusto y el servicio es impecable.
El W Paris - Opéra finalmente abrió sus puertas el 28 de febrero de 2012. Así, la marca de Starwood ligada a la moda y a las tendencias se asegura un establecimiento de prestigio en París.
El hotel, situado en un edificio del siglo XIX, salta a la vista. Diseño y modernidad se combinan junto con un toque conceptual. Mejor pedir explicaciones al diseñador, ya que es difícil captar el mensaje de otra forma; aunque está claro que el W Paris-Opéra gira alrededor de un tema: The Spark. El establecimiento se define en este "centelleo", creando una unión ficticia entre el primer hotel de Nueva York y su hermano pequeño parisino.
En el corazón de la ópera, el W ya cuenta con los amantes de la marca y espera que el boca a oreja lo convierta en the place to be del barrio, junto con su restaurante y su bar.
Como anuncia el propio eslogan, este hotel es "Votre adresse à Paris" (Tu establecimiento en París): de hecho, no existen demasiados lugares como este en la capital. La diferencia entre una estancia agradable y una memorable reside en los detalles y, sin lugar a dudas, recordarás con emoción tu paso por el Vendôme. Nada más entrar, te recibirán unos porteros tan sonrientes que te sentirás como si fueses el cliente más importante del hotel. Tanto si vas por negocios como por turismo, este hotel boutique satisfará todas tus necesidades con estilo y elegancia.