


Es un hotel cómodo, aunque sin especiales detalles, en el que destaca el servicio, capaz de satisfacer a una clientela internacional.
- Norma internacional
Es un hotel cómodo, aunque sin especiales detalles, en el que destaca el servicio, capaz de satisfacer a una clientela internacional.
Recorrido por la línea del metro aéreo (línea nº 6), el boulevard Grenelle es una larga arteria que te conducirá a orillas del Sena en unos diez minutos andando. El puente de Bir-Hakeim constituye un punto de embarque ideal para los paseos en bateaux-mouches (barcos turísticos que recorren el Sena). Y con unos cientos de metros más basta para llegar a los pies de la Torre Eiffel. Y entonces, ya son tuyos el campo de Marte y el Trocadero. Si sigues el muelle Branly, descubrirás su museo y las diferentes civilizaciones que se exponen en él.
De un tamaño cómodo, la habitación estándar cuenta con una gran cama encastrada en un mueble de madera clara. A ambos lados del cabecero de la cama encontrarás armarios para guardar tus cosas y un escritorio. Todas las habitaciones disponen de TV de pantalla plana y se preparan para pasar al sistema digital. De este modo, podrán ofrecer a los huéspedes un centenar de canales de televisión. Si quieres realizar una llamada al extranjero, debes saber que el coste puede resultar relativamente elevado (1,5?/paso). Por su parte, la comodidad del cuarto de baño y el estilo general de la habitación no deparan mayores sorpresas.
Inaugurado en 1993, se trata del único hotel de la cadena estadounidense ubicado en suelo francés. La última renovación se llevó a cabo hace casi diez años. No obstante, aparte de la fachada, todas las instalaciones están en muy buen estado. Ubicado en un barrio turístico, el hotel muestra claramente su voluntad de satisfacer a una clientela internacional. En la recepción el personal domina el inglés a la perfección. Además, los clientes tienen a su disposición una buena selección de prensa y revistas extranjeras. Ofrece conexión wifi gratuita y un puesto conectado a Internet disponible en la sala del desayuno. Entre otras ventajas, cuenta con un servicio de guardería y conserjería.
salón de belleza, EPA, baño turco
deportes
Tras someterse a largos periodos de reforma, el Arley aporta un toque del sol marroquí en un ambiente muy parisino.
Este hotel se ubica en una callejuela muy tranquila, a tan solo 25 minutos de la Torre Eiffel.
Cerca del bulevar de Grenelle, descubrirás un hotel con una original arquitectura.
Un hotel con un nivel de confort adecuado, pero con unas habitaciones pequeñas bien cuidadas a las que les falta un poco de encanto y originalidad.
Un hotel estándar y cómodo para su categoría, situado cerca de la torre Eiffel.
Un espíritu zen en un entorno Art Nouveau, a dos pasos del muelle Branly y de su museo de las civilizaciones.
Un concepto de aparthotel, situado a dos pasos de la torre Eiffel.
Muy bien situado al lado de Champ de Mars y de la Torre Eiffel, este hotel de la cadena Mercure ofrece un confort clásico, digno de los mejores hoteles Accor. Es notable el contraste entre las habitaciones, sencillas y sobrias, y las zonas comunes, como el restaurante y el bar, decorados de forma más osada.
Estamos ante un hotel de elegancia francesa y en el que no se tolera ninguna copia ni reproducción. El Bristol forma parte de los pocos hoteles de lujo parisinos que pertenecen a una familia europea (alemana) en lugar de a las grandes familias asiáticas o de los Emiratos Árabes Unidos. Elegante, distinguido y refinado, el Bristol antepone la calidad y la autenticidad de los objetos y materiales. Su restaurante gastronómico atrae a una clientela exigente y amante de la cocina de alta calidad.
El George V hace parte de los palacios parisinos más prestigiosos de la ciudad. Unos pasos dentro el establecimiento son suficientes para darse cuenta que entramos en un hotel donde lujo, perfección y voluptuosidad son la regla. Habitaciones de princesa, salones impresionantes, restaurante el que guía Michelin ha otorgado una estrella, no falta nada al George V para satisfacer a los clientes más exigentes. El diseñador de interior Pierre Yves Rochon se encargo en 1997 de reformar en totalidad el edificio, desde entonces sigue mejorando la decoración de acuerdo con el estilo XVIII siglo.
El último de los palacios parisinos abrió sus puertas el 1 de agosto de 2014. La elegancia y la sofisticación francesa casan a la perfección con el refinamiento asiático en un magnífico edificio de 1908. He aquí el primer establecimiento del grupo Peninsula en Francia y Europa.
Hicieron falta cinco edificios Haussmann para dar vida al Park Hyatt Paris Vendôme, el primer hotel de lujo de la capital concebido con un estilo contemporáneo. En este hotel, la comodidad, la elegancia y un servicio impecable se unen a un diseño más joven y moderno.
Un establecimiento de alta categoría ideal para personajes famosos y estrellas de cine que busquen un poco de discreción. La Réserve Paris se preocupa por la confidencialidad. También se organizan eventos privados.
El Meurice es uno de los mejores establecimientos de París. Su decoración contemporánea y típicamente parisina es obra de Philippe Starck y su hija. Se trata de un lugar exclusivo: el restaurante principal del hotel, Le Meurice, está dirigido por el chef Yannick Alléno, que ha recibido 3 estrellas. No hace falta decir que es uno de los puntos culminantes de la estancia en este hotel. Su ubicación es ideal, justo delante del Jardín de las Tullerías. Las habitaciones están decoradas con gusto y el servicio es impecable.
El W Paris - Opéra finalmente abrió sus puertas el 28 de febrero de 2012. Así, la marca de Starwood ligada a la moda y a las tendencias se asegura un establecimiento de prestigio en París.
El hotel, situado en un edificio del siglo XIX, salta a la vista. Diseño y modernidad se combinan junto con un toque conceptual. Mejor pedir explicaciones al diseñador, ya que es difícil captar el mensaje de otra forma; aunque está claro que el W Paris-Opéra gira alrededor de un tema: The Spark. El establecimiento se define en este "centelleo", creando una unión ficticia entre el primer hotel de Nueva York y su hermano pequeño parisino.
En el corazón de la ópera, el W ya cuenta con los amantes de la marca y espera que el boca a oreja lo convierta en the place to be del barrio, junto con su restaurante y su bar.
Como anuncia el propio eslogan, este hotel es "Votre adresse à Paris" (Tu establecimiento en París): de hecho, no existen demasiados lugares como este en la capital. La diferencia entre una estancia agradable y una memorable reside en los detalles y, sin lugar a dudas, recordarás con emoción tu paso por el Vendôme. Nada más entrar, te recibirán unos porteros tan sonrientes que te sentirás como si fueses el cliente más importante del hotel. Tanto si vas por negocios como por turismo, este hotel boutique satisfará todas tus necesidades con estilo y elegancia.